El Barcelona empata con la Atalanta (2-2) y perdona el liderato de la Champions
El Barcelona pudo acabar la primera fase con sobresaliente, como líder de este todos contra todos, novedad de la Liga de Campeones, pero no aprovechó el pinchazo del Liverpool. Su empate contra la Atalanta no fue suficiente y termina segundo, un notable alto, punto más si se tiene en cuenta de dónde venía los últimos años. Vuelve a sentirse competitivo y capaz de ganar a cualquiera. Además, se salta la fase de «playoff» para lograr la clasificación directa a octavos. El objetivo, más que cumplido.
El conjunto «red» reservó a muchos titulares para visitar al PSV y terminó derrotado, pese a ponerse por delante en dos ocasiones. El Barcelona también introdujo novedades en su once, pero no tantas. Sí ha empezado Flick a hacer algunas rotaciones en esta larga temporada, pero Lamine Yamal, es de los que menos descansa. Las características de la Atalanta eran una invitación a apostar por el adolescente, porque la apuesta de los italianos es extrema. Ponen marcas y persiguen a los rivales hombre a hombre. Un regate, una conducción, puede ser letal, pero es complicado conseguirla. Durante la primera parte, no lo logró el conjunto español, que fue sujetado por su oponente. Se jugaba más a lo que quería la Atalanta, aunque costaba ver ocasiones. La más clara fue de los visitantes, cuando Szczesny despejó un remate a su portería de Balde.
Lo que rompió la resistencia del equipo de Gasperini fue una descarga al primer toque de Lewandowski. El polaco logró prolongar de primeras en una acción en la que casi contradijo a la física, y Raphinha ya había empezado la carrera para asistir a Lamine Yamal, que todavía tuvo que sudar el gol.
Después de ponerse por delante fueron los mejores minutos del Barça. Lamine Yamal, con algo más de espacio, empezó a dar un recital de regates, amagos, conducción, pases... En sus botas estuvo el doblete después de una jugada en el área en la que acabó rematando con el exterior, pero Carnesecchi despejó. Si en los primeros minutos era Zappacosta el que creaba peligro, después el carrilero tenía que correr para atrás para ayudar en la defensa de Lamine.
No aprovechó su momento el Barcelona y la Atalanta volvió a la carga. Con una presión todavía más intensa, se fue arriba con descaro. Éderson logró el empate con una acción técnico fantástica, ya que regateó a Gavi en un ladrillo (el medio azulgrana fue demasiado blando) y después chutó con potencia casi sin preparación. El tanto activó a Flick, que buscó piernas frescas con Fermín y Ferran y que encontró el gol de Araujo en un córner. Fue una noche de ida y vuelta de sensaciones entre dos equipos que buscan ir al ataque. Logró empatar Pasalic y la última embestida del Barcelona, con hasta tres córners en la misma jugada, la resistió la Atalanta. El empate tampoco le sirve a los italianos para evitar el «playoff».