El Barcelona tortura al Valencia (7-1) y corta su mala racha en Liga
El Barcelona necesitaba respuestas rápidas en Liga y las encontró ante un rival desesperado. La temporada del Valencia sólo puede acabar de dos maneras: mal, lo que significaría no descender; o terriblemente mal, si no reacciona en la segunda vuelta. Quizá no era Montjuïc el lugar de empezar la remontada, pero una derrota tan contundente como la que sufrió es de las que deja la moral tocada. Poco después de los diez minutos, si a la mayoría de jugadores «che» les hubieran preguntado qué deseaban, seguro que hubieran respondido que el encuentro acabara ya.
Se le vio la intención de salir a morder, de intentar presionar al Barcelona para que no pudiera salir cómodo con el balón jugado, pero muy pronto empezó a encajar goles. El primero fue de De Jong, asistido por Lamine Yamal en una acción ya clásica del adolescente, que se abre a su lado izquierdo para dar el pase hacia dentro. Poco después fue Ferran el que acertó a mandar a la red un centro de Balde y a continuación Raphinha hizo el tercero tras una jugada que comenzó con un taconazo algo afortunado de Lamine, pero al que Fermín le dio continuidad de maravilla.
Estaba muy preciso el Barcelona y muy descentrado el Valencia, tanto en las marcas para cubrir los centros laterales como en la anticipación para las llegadas desde la segunda línea de los barcelonistas. Fermín es un experto en esto último y sus arrancadas tuvieron premio cuando Cubarsí le buscó en largo. Resolvió de maravilla después de un control exquisito, y antes del descanso logró el quinto. El partido era una pesadilla para el Valencia desde hacía rato e incluso, para que la sensación de desastre fuera mayor, fue castigado por el VAR, que anuló un penalti de Szczesny a Hugo Duro por una falta previa de Gayá a Koundé, muy en el arranque de la jugada.
Ferran Torres, De Jong, Fermín, Eric García... Flick cumplió con lo que había dicho, con las rotaciones para tener piernas frescas, pero su decisión más polémica fue sin duda apostar de nuevo por Szczesny. El resultado aparcará el debate para más adelante. El portero polaco ha jugado cinco partidos. Contra el Barbastro en Copa, sin problemas. Contra el Athletic Club en la Supercopa dudó en algunas salidas, pero en la línea de gol estuvo bien. Contra el Madrid en la misma competición fue expulsado y contra el Benfica en Champions regaló dos tantos, aunque al final también salvó a los suyos. Esta vez volvió a cometer penalti, pero la tecnología acudió en su auxilio.
El Barcelona cortó una racha de tres partidos sin ganar en Liga. De las últimas ocho jornadas, sólo se había impuesto en una y en el campeonato de la regularidad no vencía ante los suyos desde noviembre. Eso le ha dejado con poco margen, aunque en el mes de febrero podrá enfocarse porque se va a librar de disputar la repesca de la Champions. Flick cada vez está dando más minutos a De Jong, y el neerlandés comienza a sentirse con confianza, y tiene activos a otros los futbolistas que normalmente entran de refresco, como Fermín o Ferran, que lleva un gran promedio goleador por minutos jugados. Lamine y Raphinha mantienen el nivel.
El Valencia se había quedado a medias. Ni le funcionó la idea de presionar ni defendió bien. Bajó el ritmo el Barcelona, pero tampoco se dejó ir y no dejó de hacer lo de todo el año: buscar la pelota después de perderla. Cuando lo hace bien, no deja respirar al rival, pero cuando le sale mal y está descoordinado, aparecen las autopistas. Hugo duro lo aprovechó para lograr un tanto que no sirvió de consuelo. Terminó el Barça encontrando un par más. Uno fue de Lewandowski, que entró tras el descanso. El objetivo principal era la victoria y esa ya estaba atada, pero hay otros como el del Pichichi, porque Mbappé ya está al acecho.
El único motivo de felicidad para el Valencia fue la reaparición de Diakhaby once meses después de retorcerse la rodilla.