Escándalo en el fútbol modesto: el Melilla prohíbe al entrenador terraplanista que entre a rueda de prensa
Javier Poves se ha convertido en una de las figuras más polémicas del fútbol modesto español en los últimos tiempos. Primero, porque hace un tiempo fundó un club terraplanista y tiempo después cogió las riendas del Moscardó en Tercera RFEF y, tras un descenso, sumó dos ascensos seguidos. Poves se caracteriza por ser un técnico sin pelos en la lengua, dispuesto a señalar lo que considera injusticias dentro y fuera del campo. Su última aparición en los medios fue un claro ejemplo de ello, tras la derrota de su equipo, el Moscardó, en Melilla (3-1), donde no dudó en arremeter contra el arbitraje, el comportamiento del equipo rival y hasta la gestión del club local.
En una entrevista con el medio digital Gradasiete.com, grabada sobre el césped del estadio Álvarez Claro de Melilla, Poves mostró su indignación por el tratamiento recibido tras el partido. El técnico fue vetado en la sala de prensa, un hecho que no hizo más que alimentar su rabia: “Pues nada, una absoluta demencia, empiezo a sospechar cosas raras. Lo vivido aquí hoy ha sido… la gente me dice ‘ten cuidado que puede haber consecuencias de las declaraciones que hagas’ y empiezo a sospechar que puede ser verdad”, comentó visiblemente molesto.
A pesar de los avisos que había recibido sobre posibles consecuencias, Poves no se cortó y continuó lanzando duras críticas hacia la labor arbitral en el partido. El técnico no escatimó en detalles: “Expulsión en el 20' y ni lo toca, penalti clarísimo con la mano, el primer gol de ellos en fuera de juego…”, enumeró, asegurando que su equipo había sido claramente superior a su rival. “Era un partido que estaba para ganar 0-3 fácil, el Melilla no tiene nuestro nivel ni por asomo”, sentenció, antes de abordar el tema de los arbitrajes y las posibles influencias que, según él, influyen en el devenir del partido.
Poves no se limitó solo a cuestiones estrictamente deportivas, sino que también arremetió contra el club melillense en términos más generales. En sus palabras, el Moscardó, un equipo que lucha contra enormes dificultades económicas y deportivas, no tiene nada que envidiar a su rival en cuanto a esfuerzo y profesionalidad, pero se ve lastrado por un sistema que considera injusto. “El Moscardó es un pobre equipo que lucha contra lo imposible. Si el Melilla sigue recibiendo arbitrajes de este tipo, se va a salvar y nosotros vamos a descender. Una pena el comportamiento del Melilla, me entran ganas de decir que bajen porque son unos faltosos, no tienen honor”, comentó en un tono indignado. El equipo local le impidió acceder a su rueda de prensa.
Pero las críticas de Poves no terminaron ahí. También aprovechó para cuestionar el uso de los fondos públicos en el fútbol. “En cierto modo la sala de prensa la pago yo y la pagamos todos los españoles con los 1,7 millones de euros que reciben del bolsillo de los contribuyentes. El césped, la grada, todo esto también es propiedad mía. Supongo que les molesta que diga la verdad, nadie habla de subvenciones ni de lo que reciben”, afirmó, haciendo alusión a las ayudas públicas que recibe el club melillense, que según él, no se traducen en un comportamiento ético dentro del campo.
El técnico madrileño también hizo referencia a las dificultades logísticas que sufrió su equipo durante el viaje a Melilla, mencionando los problemas con el transporte y las condiciones precarias en las que llegaron al hotel. “Ayer cuando llegamos al hotel... hubo botellones hasta las cuatro de la mañana. La empresa de autobuses se ha olvidado de nosotros y hemos llegado media hora más tarde. Me niegan la entrada en la sala de prensa…”, relató, mostrando una vez más su frustración por los obstáculos que, según él, dificultan el trabajo de su equipo.
Con sus declaraciones, Javier Poves ha dado una vez más que hablar, consolidándose como un entrenador que no tiene miedo a expresar sus opiniones y a denunciar lo que considera injusto, tanto dentro como fuera del campo. Lejos de ser un técnico que se guarda su opinión, Poves se ha convertido en una voz que no teme desafiar el statu quo del fútbol modesto español, algo que, para bien o para mal, sigue captando la atención de los aficionados al fútbol. Sin embargo, no cabe duda de que su estilo polémico genera tanto admiración como rechazo, y su futuro en el banquillo del Moscardó dependerá, en gran medida, de si su postura vocal sigue siendo bien recibida por la directiva del club.