Los penaltis, una manzana envenenada para el especialista

Los once metros coronaron a Italia en una Eurocopa rebosante de emoción en la que se jugaron ocho prórrogas y cuatro tandas de penaltis. Un torneo marcado, también, por el coronavirus y sus nuevas reglas, entre las cuales está la posibilidad de llegar a los seis cambios en caso de que un partido se vaya más allá de los noventa minutos reglamentarios. Algunos seleccionadores, como Southgate en la final o Luis Enrique en los cuartos, se guardaron una carta en la manga para afrontar los penaltis, sacando a un especialista cuya única misión era acertar su lanzamiento. El resultado, sin embargo, no fue el esperado, pues tanto Rodri como Rashford y Sancho fallaron. Antes, en la final de la Europa League entre Villarreal y United, ocurrió lo contrario, ya que todos los que entraron para la tanda (Raba, Tuanzebe, Telles, James y Mata) metieron su penalti. Se puede decir, por tanto, que hay debate. En este sentido, el fútbol se divide en dos corrientes. Por un lado, los que sostienen que es mejor tener sobre el campo a quien está acostumbrado a afrontar este reto, aunque ello suponga tener que sacarlo justo antes del pitido final. Y por otro, los que dudan de su eficacia, cuestionando la conveniencia de que alguien que no ha jugado ni un solo minuto asuma una responsabilidad así. En el grupo de los primeros, aunque con matices, está Rafa Mir, delantero del Huesca y habitual tirador de penaltis. «No lo veo mal. Al final son especialistas», dice a ABC. «Eso sí, la apuesta te puede salir bien o mal. Meter un penalti no es fácil y mucho menos en esa situación», apunta en referencia a la final. En el Mundial de 2014, el portero neerlandés Krul sustituyó a Cillessen justo antes de la tanda de penaltis contra Costa Rica. Paró dos lanzamiento. Abel, en cambio, no cree que sea una buena estrategia: «Si un portero es titular por delanteo de otro es po algo»., José Galán, que además de futbolista es psicólogo deportivo, tiene una visión distinta a la de Mir: «Hay que tener en cuenta el estado anímico del jugador. Rashford y Sancho apenas habían tenido oportunidades durante la Eurocopa y sacarlos en la final quizá no fuera la mejor decisión». En su opinión, entrar con la única responsabilidad de meter el penalti es «una manzana envenenada»: «No premian tu rendimiento y la presión es aún mayor. Tienes poco que ganar y mucho que perder: la lógica dice que tienes que marcar, pero por ejemplo, en la final, fallaron los dos». En estas situaciones, los jugadores suelen entrar en contacto con la pelota por primera vez cuando lanzan el penalti, algo que, según Galán, también puede influir: «Los primeros toques suelen ser de seguridad para ir ganando confianza. Si entras para la tanda, no estás en la dinámica del partido y a lo mejor no has cogido la confianza que se adquiere con los minutos». Misma opinión tiene Abel Resino, exportero y entrenador: «No soy partidario de este tipo de cambios, ya que se carga al jugador con una responsabilidad mayor. Desde el punto de vista físico, un futbolista puede golpear un penalti sin calentar porque está preparado, pero mentalmente es otra cosa. Asumir esa misión sin haber estado en contacto con el balón y el equipo es difícil. Si hubieran salido antes quizá habrían llegado con más confianza a la tanda», apunta. Aunque ahora sea más frecuente, Italia ya recurrió a esta estrategia en 2016. Entonces, en los cuartos de final de la Eurocopa ante Alemania, dio entrada a Zaza en el 120'. Tiró el segundo penalti de la tanda... y falló., Salva Ballesta, exdelantero y entrenador, considera que no es una idea «descabellada», aunque no cree que sea «algo diferencial»: «Personalmente, no cambiaría a un jugador solo para la tanda. Hay un tensión durante el encuentro, también un factor mental, y el que entra en ese momento no está en esa dinámica. El devenir de un partido, saber si has estado bien o mal, también es fundamental. En principio, el que entra es un especialista, pero sale frío y solo para esa acción, lo que le puede penalizar». Sobre si le ve futuro a esta forma de proceder, dice: «No deja de ser una estrategia propia de algunos entrenadores. Y es que al final, en el fútbol, cabe todo».