Otro gatillazo del Atlético incendia la Liga
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En un campeonato con el ritmo alterado por el coronavirus, Atlético y Levante volvieron a coincidir en Liga solo tres días después de que los de Simeone se dejaran en Valencia dos puntos en la carrera por el título. Un reencuentro incómodo porque medirse tan seguido contra un mismo rival siempre genera dudas, acrecentadas en el caso de los rojiblancos por el extraño cráter surgido en su defensa en el último mes y por las bajas que acumulaba hoy. Una cita con muchas caras nuevas en el once madrileño por las lesiones, las sanciones y el virus, y también con un grado mayor de exigencia después de que su empate del pasado miércoles provocara un estímulo extra en la ilusión de sus perseguidores. Este sábado avivaron aún más su ánimo porque Morales, De Frutos (ya en la prolongación) y la falta de puntería, como en otras tardes, penalizaron al líder. Cinco puntos perdidos en dos partidos ante el mismo rival, una derrota que complica la vida al Atlético e incendia la Liga.
Mismos rivales, partido diferente. En el Ciutat de Valencia, el Atlético se quedó a medio camino del triunfo porque Luis Suárez no tuvo la noche y Correa falló el remate que nunca puede perdonar un delantero. La historia del encuentro en el Metropolitano comenzó de manera muy diferente y a los de Simeone les costó un mundo pisar con claridad el área visitante en el primer tiempo. Ni el uruguayo ni el argentino enseñaron los colmillos antes del descanso y en el segundo acto el líder se vio penalizado por la falta de puntería. Lo que no cambió tampoco este sábado es que los rojiblancos, una vez más, tuvieron que remar en contra porque Morales fue el primero en marcar después de fallar una ocasión clara en el inicio. Hoy el empeño y el empuje no les dio ni para el empate. Desde diciembre de 2019 no perdían los rojiblancos un partido de Liga en el Metropolitano.
No resulta el Levante en las últimas temporadas un enemigo sencillo de desarmar. Semifinalista este año en la Copa, los valencianos son un equipo organizado, con las ideas claras, que sabe parapetarse atrás para explotar la punta de velocidad de sus atacantes. Hoy repitió plan. Buscando sorprender a Simeone, Paco López cambió en el Metropolitano el dibujo inicial con el que arañó un punto el pasado miércoles. Dispuso una defensa con tres centrales y rotó con los guantes. Aitor Fernández, decisivo en el Ciutat de Valencia, dio paso a Cárdenas. El habitual propietario de la portería en la Copa también respondió en la Liga con una actuación brillante.
Más allá de la decepción por la pérdida de tres puntos vitales para dar un golpe sobre la mesa en la pelea por la Liga, la peor noticia para Simeone fue que su equipo volvió a conceder goles. Los rojiblancos ampliaron la racha y ya son siete las jornadas seguidas recibiendo. Hoy, una vez más, comenzó por detrás de rebote tras un disparo de Morales, que inexplicablemente había desperdiciado un mano a mano en carrera ante Oblak (min. 7). El pase en largo de Rochina en esa jugada era ya medio gol y el Atlético confirmó la extraña sensación de volver a salir adormecido a un campo. Una mala costumbre en los últimos tiempos. Cuando se desperezó ya iba por detrás en el marcador.
Simeone juntó de inicio a Joao Félix, Correa y Luis Suárez consciente de la trascendencia de los puntos, pero a su equipo le costó encontrar vías de penetración. Un cuarto de hora tardó el pichichi de la Liga en probar a Cárdenas, resolutivo también en un disparo lejano de Giménez. Los locales, sin chispa, no llegaron a mandar con autoridad en ninguna fase del primer acto, en el que solo el balón parado parecía la solución. Ni eso. Al descanso, ventaja levantina.
Dio un paso adelante el Atlético y en el inicio del segundo acto el balón comenzó viviendo en el campo de un Levante obligado a proteger a Cárdenas. No era una buena tarde y Simeone perdió a Giménez por lesión a tres días de volver a la Champions. Lemar, que reapareció, ocupó su lugar en un equipo que comenzó a ser un vendaval sin puntería. Luis Suárez se estrelló con el palo en un lanzamiento de falta y poco después Joao no supo rematar desde el área pequeña. No hubo dos sin tres y segundos después el meta levantino salvó el toque del portugués. El agua le llegaba al cuello al conjunto valenciano, que se salvó del empate por un empujón de Suárez antes de que Correa enviara el balón a la jaula.
El asedio, con Dembélé disfrutando (o sufriendo) de sus primeros minutos como rojiblanco, fue derivando en precipitación ante un Levante sostenido por Cárdenas, sobresaliente. Derroche de esfuerzo del Atlético que no obtuvo el empate ni como premio menor. Los madrileños acabaron recibiendo la puntilla en la prolongación con un tanto de De Frutos desde el centro del campo con Oblak, que había subido a rematar un córner, en campo levantino.
Una derrota que enciente la Liga, tres puntos en la mochila valenciana que los madrileños, aún líderes con un partido menos, pueden echar en falta al término de un campeonato que reaviva la emoción.
Mismos rivales, partido diferente. En el Ciutat de Valencia, el Atlético se quedó a medio camino del triunfo porque Luis Suárez no tuvo la noche y Correa falló el remate que nunca puede perdonar un delantero. La historia del encuentro en el Metropolitano comenzó de manera muy diferente y a los de Simeone les costó un mundo pisar con claridad el área visitante en el primer tiempo. Ni el uruguayo ni el argentino enseñaron los colmillos antes del descanso y en el segundo acto el líder se vio penalizado por la falta de puntería. Lo que no cambió tampoco este sábado es que los rojiblancos, una vez más, tuvieron que remar en contra porque Morales fue el primero en marcar después de fallar una ocasión clara en el inicio. Hoy el empeño y el empuje no les dio ni para el empate. Desde diciembre de 2019 no perdían los rojiblancos un partido de Liga en el Metropolitano.
No resulta el Levante en las últimas temporadas un enemigo sencillo de desarmar. Semifinalista este año en la Copa, los valencianos son un equipo organizado, con las ideas claras, que sabe parapetarse atrás para explotar la punta de velocidad de sus atacantes. Hoy repitió plan. Buscando sorprender a Simeone, Paco López cambió en el Metropolitano el dibujo inicial con el que arañó un punto el pasado miércoles. Dispuso una defensa con tres centrales y rotó con los guantes. Aitor Fernández, decisivo en el Ciutat de Valencia, dio paso a Cárdenas. El habitual propietario de la portería en la Copa también respondió en la Liga con una actuación brillante.
Más allá de la decepción por la pérdida de tres puntos vitales para dar un golpe sobre la mesa en la pelea por la Liga, la peor noticia para Simeone fue que su equipo volvió a conceder goles. Los rojiblancos ampliaron la racha y ya son siete las jornadas seguidas recibiendo. Hoy, una vez más, comenzó por detrás de rebote tras un disparo de Morales, que inexplicablemente había desperdiciado un mano a mano en carrera ante Oblak (min. 7). El pase en largo de Rochina en esa jugada era ya medio gol y el Atlético confirmó la extraña sensación de volver a salir adormecido a un campo. Una mala costumbre en los últimos tiempos. Cuando se desperezó ya iba por detrás en el marcador.
Simeone juntó de inicio a Joao Félix, Correa y Luis Suárez consciente de la trascendencia de los puntos, pero a su equipo le costó encontrar vías de penetración. Un cuarto de hora tardó el pichichi de la Liga en probar a Cárdenas, resolutivo también en un disparo lejano de Giménez. Los locales, sin chispa, no llegaron a mandar con autoridad en ninguna fase del primer acto, en el que solo el balón parado parecía la solución. Ni eso. Al descanso, ventaja levantina.
Dio un paso adelante el Atlético y en el inicio del segundo acto el balón comenzó viviendo en el campo de un Levante obligado a proteger a Cárdenas. No era una buena tarde y Simeone perdió a Giménez por lesión a tres días de volver a la Champions. Lemar, que reapareció, ocupó su lugar en un equipo que comenzó a ser un vendaval sin puntería. Luis Suárez se estrelló con el palo en un lanzamiento de falta y poco después Joao no supo rematar desde el área pequeña. No hubo dos sin tres y segundos después el meta levantino salvó el toque del portugués. El agua le llegaba al cuello al conjunto valenciano, que se salvó del empate por un empujón de Suárez antes de que Correa enviara el balón a la jaula.
El asedio, con Dembélé disfrutando (o sufriendo) de sus primeros minutos como rojiblanco, fue derivando en precipitación ante un Levante sostenido por Cárdenas, sobresaliente. Derroche de esfuerzo del Atlético que no obtuvo el empate ni como premio menor. Los madrileños acabaron recibiendo la puntilla en la prolongación con un tanto de De Frutos desde el centro del campo con Oblak, que había subido a rematar un córner, en campo levantino.
Una derrota que enciente la Liga, tres puntos en la mochila valenciana que los madrileños, aún líderes con un partido menos, pueden echar en falta al término de un campeonato que reaviva la emoción.