Desconcierto en Segunda división B

Mientras el suspense del «Caso Fuenlabrada» tiene en vilo el futuro de la Segunda división, el coronavirus también ha paralizado la composición de la Segunda división B de la próxima temporada, que por primera vez estará formada por cien clubes divididos en cinco grupos. Contando con que Deportivo, Numancia, Extremadura y Racing fueran finalmente los descendidos desde la categoría de plata, faltarían aún por conocerse tres ascensos desde Tercera división para terminar de cerrar el tercer escalón del fútbol español porque positivos y falsos positivos impidieron la disputa de la eliminatoria final del playoff entre Portugalete y Sestao, así como los partidos de repesca entre Marino-Linares y Lealtad-Alcoyano. A la espera de cómo y cuándo se aclara este embrollo, el fútbol no se detiene y varios conjuntos de Segunda B ya han empezado los entrenamientos para el próximo curso mientras otros aún no saben si jugarán finalmente en esa misma categoría. «Si al final acabamos subiendo, partiremos con una clara desventaja», explica a ABC el técnico de uno de los conjuntos que está a la espera de acontecimientos. Mientras Portugalete, Sestao, Marino, Linares, Lealtad y Alcoyano sueñan con el ascenso a Segunda B, equipos que tienen plaza asegurada en esa categoría han comenzado ya a preparar una temporada plagada de incógnitas. La primera, la fecha de su inicio. La previsión inicial de la RFEF es que la competición arranque el fin de semana del 26-27 de septiembre, pero la paralización del playoff de ascenso desde Tercera división podría provocar un retraso. La evolución del coronavirus podría marcar y alterar también el calendario previsto. La presencia de público en los estadios sigue siendo otra de las grandes dudas para el curso 2020-21, pero dirigentes de varios equipos consultados por este periódico no se muestran nada optimistas. «Jugar sin público sería un varapalo económico, pero los rebrotes actuales del virus no invitan mucho al optimismo». «Lo responsable sería trabajar en la creación de un protocolo en #SegundaB contra la Covid. Federación, clubes, entrenadores y jugadores deberíamos participar en ello. O vamos juntos o no es posible», reclamó recientemente Raúl Garrido, técnico del Olot, en sus redes sociales.<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Lo responsable sería trabajar en la creación de un protocolo en <a href="https://twitter.com/hashtag/SegundaB?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#SegundaB</a> contra la COVID. Federación, clubes, entrenadores y jugadores deberíamos participar en ello. O vamos juntos o no es posible.</p>&mdash; Raúl Garrido (@raulgarrido88) <a href="https://twitter.com/raulgarrido88/status/1289650917399130112?ref_src=twsrc%5Etfw">August 1, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> El filial del Espanyol, la semana pasada, fue el primer equipo de Segunda B en regresar a los entrenamientos después de estar parados desde marzo. UCAM Murcia lo hizo ayer y clubes como el Nástic o el Córdoba se ejercitarán a partir de mañana miércoles. Desde los equipos que esperan a conocer en qué categoría militarán la próxima temporada se llevan las manos a la cabeza. Aún no saben cuando jugarán, si es que finalmente disputan sus eliminatorias, y su planificación para el próximo curso está totalmente en el aire. «Evidentemente no es lo mismo formar una plantilla para Tercera que para Segunda B. Esto es un laberinto», afirma unos de los presidentes inmersos en esas eliminatorias de repesca. «Si subimos, tendremos mucho menos tiempo de preparación que nuestros rivales», se lamenta. Cambio de formato Y mientras los aficionados esperan para conocer los equipos que completarán la primera Segunda división B centenaria de la historia, el nuevo formato aparece como otro de los grandes misterios. Se sabe que habrá cinco grupos de veinte equipos, divididos cada uno de ellos en dos subgrupos de diez. Habrá varias fases de competición y diferentes objetivos para pelear: el ascenso a Segunda división, la entrada en la nueva Segunda B Pro que comenzará a disputar en 2021-22 (40 equipos) y la permanencia. Una temporada tremendamente complicada para los equipos por las circunstancias que ha generado el coronavirus y por la amenaza deportiva que se cierne sobre ellos. Esa nueva Segunda B Pro (no es el nombre definitivo) se convertirá a partir de la temporada 2021-22 en el tercer escalón del fútbol español, por lo que los 60 clubes que no accedan a ella sufrirán un «descenso». Dos descensos de golpe en el caso de los equipos que acaben descendiendo a la Tercera división, que pasará a ser el quinto peldaño del fútbol.