Lo advertía Miguel Ángel Gil Marín. Los nuevos horarios que propone Luis Rubiales limitando los partidos de Liga únicamente al sábado y al domingo son «un ataque frontal a la estabilidad financiera de los clubes». Una afirmación que pone de manifiesto la importancia del mayor negocio de ocio y entretenimiento actual, como demuestran algunas cifras elocuentes: el fútbol español ha creado 185.000 puestos de trabajo directos e indirectos, factura más de 15.600 millones de euros anuales (suponen el 1,37 por ciento del PIB) y genera una recaudación fiscal de 4.100 millones. Y Hacienda somos todos.
Ahora, la decisión de la Federación (RFEF) pone en peligro un mercado de derechos audiovisuales que produce más de 2.000 millones de euros a los clubes. Los lotes contratados por los operadores televisivos que han adquirido los derechos de la Liga recogían franjas horarias que Rubiales pretende eliminar, con lo que estos operadores dejarían de pagar las cifras prometidas. Es un retorno al fútbol analógico, en el que podría coincidir más de un partido a la misma hora (Barça y Madrid, por ejemplo) o que todos se concentren en uno de los dos días del fin de semana. Y todo ello tiene un daño colateral que afecta a muchos sectores, pero es una medida que amenaza la salud financiera de los clubes.
Es cierto que buena parte de los ingresos por los derechos televisivos que las entidades futbolísticas han recibido han servido para reforzarse y acudir al mercado internacional para fichar estrellas que han agrandado la marca de la Liga. No obstante, también han sido recibidos como el maná que ha permitido sanearse y sufragar las deudas fiscales que ponían en riesgo su viabilidad. En 2020 apenas se deberán 48 millones a Hacienda, 610 menos de los que se debían en 2013. Una cuestión que ha repercutido también en el bolsillo de todos los españoles y en el crecimiento del Erario púbico, que ha podido invertir más en pensiones, prestaciones sociales o sanidad.
Los clubes también han utilizado la inyección económica de los derechos televisivos en mejoras para sus socios y para la propia entidad. De esta manera, se ha intentado mantener o subir lo menos posible el precio de los abonos y de las entradas, se han construido y mejorado nuevos estadios y ciudades deportivas (el Wanda, Anoeta, el Villamarín, Cornellá, el Espai Barça...) o se ha dado apoyo a otros deportes a través de «LaLigaSports», espaldarazo que ayudará a mejorar la cosecha de medallas en los Juegos.
Pero, sin duda, los ingresos televisivos han servido para recortar las distancias entre Barcelona, Real Madrid y el resto de equipos, lo que favorece la igualdad y mejora el espectáculo, abriendo nuevos mercados en todo el mundo e impulsando la Marca España. Todo ello está ahora en jaque.
¿En qué invierten ese dinero los equipos?
Deuda con Hacienda
Ha servido para sanear las cuentas y reducir el endeudamiento, de los 658 millones de euros de 2013 a los 48 previstos para 2020
Precio de los abonos
El aficionado se ha visto beneficiado al no ver incrementado el precio de su asiento. Además, su experiencia en los estadios ha mejorado
Infraestructuras
Se han construido nuevas ciudades deportivas y se han mejorado los estadios, lo que redunda en la comodidad del aficionado
Generar empleos
Se estima que el crecimiento del fútbol español ha creado 185.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, en varios sectores
Marca España
La posibilidad de traer grandes jugadores ha mejorado el campeonato, que cada vez se sigue más en el extranjero, lo que genera una imagen positiva del país
