Mi Trail 3 Cumbres Copa Cueva Valiente - 27 Mayo 2017 - San Rafael
Hoy he cambiado la bici de montaña para participar en un Trail de montaña en San Rafael organizado por el Club Caloco para apoyar a Fundela, una asociación que lucha contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).
Crónica: Patrick
Mis compañeros de AlfonsoyAmigos participarán mañana, subiendo a Cueva Valiente en bici de montaña para aplaudir a los corredores del Kilómetro Vertical a su llegada a la cima.
Mucho ambiente en la Plaza de Castilla de San Rafael con música y voluntarios animando. Me saluda Antonio, compañero y miembro de la organización, mi compañero de AlfonsoyAmigos, Ferluy, quien ha venido a darme ánimo y otro compañero, Isidoro, quien también participa en el Trail.
Nervios antes de la carrera y pistoletazo de salida; nos queda por recorrer 20Km con unos 1200m de desnivel positivo y subir a 3 cumbres: Cabeza Lijar, Cerro de la Salamanca y Cueva Valiente.
Primer tramo por el pueblo y su pinar con un montón de gente y niños aplaudiendo y animando, la banda tocando… todo este ambientazo te lleva en volandas… Es fácil dejarse llevar por la emoción y pasarse de ritmo, pero el calor bochornoso y la cabeza me imponen bajar el ritmo y adoptar un paso mas pausado. Sé que me esperan subidas largas y bajadas técnicas…
La subida a Cabeza Lijar se hace larga, recorriendo caminos por donde he pasado tantas veces en bici con AlfonsoyAmigos y otros senderos abruptos que solo son transitables a pie. Ya no podemos correr y se impone un andar de ritmo rápido. Pasamos por Peña el Águila, cruzamos la pista que sube a Collado Hornillo, seguimos subiendo por una pista muy rota y por fin aparece el primer punto de hidratación en el Collado de la Mina. Agua fresca que permite afrontar la dura pero preciosa subida a Cabeza Lijar: ¡1 de tres!
Unas vistas panorámicas invitan a pararse un rato, pero no hay tiempo, hay que volver a bajar y subir enseguida hasta el Cerro de la Salamanca y su refugio en ruina: ¡2 de tres!
Unos simpáticos voluntarios me animan y me indican el camino de bajada al Collado Hornillo donde más voluntarios esperan con más agua. No hay descanso posible, hay que seguir y el sendero que sube se estrecha serpenteando entre pinos. Zonas pedregosas y otras un poco más llanas que permiten correr. Hay que reservar fuerzas, y sigo subiendo sin pausa por las laderas de Cueva Valiente.
Por fin después de un último tramo muy empinado, aparecen las banderas del punto de control y el ansiado avituallamiento con agua y fruta fresca que son como un bálsamo para el cuerpo: ¡3 de tres!
Ya “solo” quedan unos 8km de bajada hasta San Rafael y la meta. He dicho “solo” pero estas bajadas plagadas de piedras sueltas, raíces y escalones con piernas castigadas y por mi falta de técnica me desgastan mucho y no me permiten ningún momento de descanso.
Es con ritmo pausado pero constante que llego al Collado de la Gargantilla y enfilo por su valle siguiendo el curso del arroyo seco. Las zonas técnicas se suceden y los voluntarios y sanitarios apostados en puntos estratégicos te animan a seguir. ¡Nadie puede imaginar cuánto se agradece estas palabras de ánimo cuando las piernas pesan, duelen y tropiezan!
Ya aparecen las primeras casas y el cartel que anuncia el último kilómetro. Aquí está la última recta, la gente aplaudiendo y los amigos beteteros Ferluy y Fernando que me esperan y me dan un abrazo que sabe a gloria. Los últimos metros se hacen solos a pesar de los calambres y la llegada en meta bajo los aplausos de la gente es algo mágica… Isidoro me felicita, ha acabado su carrera en tan solo 2h06. ¡Todo un atleta!
La mía en 3h y 35 minutos, ante-penúltimo en la general, ningún récord desde luego, pero la enorme satisfacción de ser “Finisher” y muy contento de haber disfrutado de la carrera.
Miles de gracias a toda la organización y voluntari@s que han hecho posible este evento…
¡Desde el corazón, muchos ánimos a toda la gente que lucha contra esta terrible enfermedad; ellos son los verdaderos ganadores de esta carrera!
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