Quedadas - BTT • Re: Salida / Ruta/ BTT/16-10-2021 EL RITMO LO MARCA EL ULTIM
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Crónica de nuestro compañero Valeriano
Ruta 16/10/2021 San Cristobal/ cuesta del fraile.
El camino.
“Los caminos son modos de viaje, no destinos.” Chow Yun Fat , Rey Mongkut.
Ocho fueron los reunidos en esta ocasión, aunque es verdad que este no sería nuestro número final ya que siempre es el camino el que da y el que quita, el que te dice cómo, cuándo y quién va a llegar.
Caras habituales, de las de siempre. De esos que no fallan, de los que están ahí contra viento y marea como pueden ser Javier E, Alfredo, José H y yo mismo , se encontraban unos cuantos a los que siempre es agradable volver a encontrar. Oscar se unía a nosotros en esta ocasión , igual que Quintín que va poniéndose hombro contra hombro y haciendo su hueco en el pelotón. Mención especial a Leo, gran corazón y gran sonrisa, que esta vez venía cojo. Pero no, no te asustes lector, su cojera no era física. Era esa clase de cojera intangible, de esas en las que todo está bien pero que algo te falta, una cojera en la que pude ver cuanto amor llega a sentir por su hija que en esta jornada no nos acompaño. Un nuevo ciclista se presentaba en esta ocasión, respondía al nombre de Damián y por su complexión así como por su equipamiento, todo daba a pensar que llevaba ya unos buenos kilómetros a su espalda.
Comenzamos así a pedalear , siguiendo las indicaciones de nuestros GPS, dejamos enseguida atrás el andador del Gállego, ascendimos el puente del parque Entrerrios y enseguida giramos a la izquierda, buscando nuestro destino. El camino, ese sujeto tan importante que da sentido a nuestras salidas, se mostraba amable, si bien se ofrecía como un falso llano. Sabido es que en es dirección se va salvando un leve desnivel que , metro a metro , te situa un poco más arriba.
Enseguida Damián saludo a otro compañero ciclista. Le propuso unirse a nosotros y accedió, lo que elevó nuestro dígito en uno, llegando a la cantidad de nueve. La mañana se ofrecía fresca “cada vez más” pensé. El Verano ya es sólo un recuerdo y el Invierno se muestra un poco más cerca en cada ocasión. Un cielo azul claro cubría nuestras cabezas mientras todo marchaba bien.
Abandonamos las inmediaciones de Montañana. Así mismo del conocido como barrio de las Flores y apuntamos nuestros manillares hacia Peñaflor. En la distancia resonaba algún disparo ocasional, estamos en temporada de caza y ya hay quien ha salido a pegar algún tiro. Sus ecos tronaban en el campo como portazos tremendos en una habitación. Las charlas animadas se sucedían en el pelotón. Damián nos preguntaba sobre nuestra idiosincrasia, sobre nuestra forma de hacer las cosas , sobre cómo nos desarrollábamos y cómo quedábamos en cada ocasión. Oscar, acompañando el camino, incluso fue comentando que ya le había tocado recoger algún borracho con la ambulancia. Incluso una mujer de una edad ya importante y de otro que había llegado a estrellarse con su coche en un trayecto muy corto. Un poco más de sentido común es lo que hace falta señores. Alcohol y coche NUNCA juntos. Leo me contó que pronto marcharía para su tierra, pero que tenía ganas de volver, que esta ciudad, Zaragoza, le había gustado mucho y que Pao pronto cogería vacaciones y marcharía de visita para allá. Por lo que se ve tiene ganas de ver a su gente , algo que considero más que normal. También me dijo que probablemente para después de Navidad volviera por aquí. Como ves , querido lector , no guardo ningún secreto contigo.
Sin darnos cuenta comenzó la subida. Ascendíamos por el camino recto, sin dar rodeos ya que existe otro trayecto que se llega a la cumbre describiendo unos hermosos y mucho más fáciles circulos por el monte en el que está albergada la ermita. Rectos como una bala, como digo, llegamos a la cumbre, unos antes otros un poco después, como siempre en este grupo, como se debe hacer, todos juntos .
A los pies de la ermita de San Cristóbal, patrón de los conductores., tomamos un refrigerio , unas fotos de grupo y un pequeño descanso para seguir marcha, como siempre por nuestro camino.
Avanzamos por un terreno zigzagueante hacia la conocida como la cuesta del fraile. Este se nos ofrecía en un constante sube y baja que , rodeado de pinos , lo hacía parecer un paraje exótico . Un lugar inexplorado en un mundo mucho más allá de Zaragoza, el llamado de la aventura que siempre nos guia. De esos paisajes que de niños soñábamos descubrir como si fuéramos exploradores .
La vegetación cubría el cielo y proporcionaba un aroma que en ninguna otra parte puedes encontrar. Hay que reconocer que nuestra panorámica es ya otoñal. Los ocres se suceden en campo abierto, junto a tonos tostados y las ramas desnudas de los árboles de hoja perenne. Pero en esa zona el aroma es todavía inconmensurable.
Es lo que el camino nos regala.
Luisete nos había mandado un mensaje al punto de la mañana. No podía salir a la hora acordada y lo haría más tarde, en contra dirección con la esperanza de encontrarnos, Javier T andaba en una tesitura similar y se apuntó a la idea. Yo albergaba mis dudas, tengo que decir la verdad, cualquier pequeña variación en el track, el más mínimo error o negligencia podría hacer que nuestros caminos no se cruzaran y acabáramos cada uno por un lado. Fue así sólo a medias, quiero decir , si nos encontramos a Luisete , fue todo un placer, anda ocupado con exámenes y cursos y no dispone de todo el tiempo que podría hacer falta. Pero si, nos hallamos de cara, como cuando dos amigos se tropiezan por la calle después de mucho tiempo. Con Javier no hubo tanta suerte, con toda probabilidad interpretaría mal el GPS y acabó desorientado ( lo que me hace pensar que tendremos que hacer algo para solucionar esto) y no nos encontramos, nos mandó un mensaje desde el bar, que andaba esperando nuestra llegada, pero el infortunio se cebó con nosotros en esta ocasión haciendo imposible este reencuentro.
José H pinchó, paramos mientras se intentaba poner solución a esta situación, hinchando la rueda de nuevo y rezando para que el líquido sellante hiciera su trabajo. Ya en las cercanías de Santa Isabel Damián y Raúl se despidieron de nosotros, emplazándose para otra ocasión. La hora empezaba a echarse encima y creo que tomaron la decisión más oportuna. Es más , fue necesario tomar un ligero desvío del track, buscando un refugio, un lugar donde poder acabar de arreglar la rueda de José que andaba muy lejos de estar bien. Hasta siete pinchas se llegaron a contar, de esas que parecen uñas de gato, aferradas tanto a la banda de rodadura como al flanco que dieron al traste con nuestro cálculo de hora de llegada.
Así pues llegamos a capital, sabiendo que la ruta había estado muy bien , que lo importante es el modo de viaje, a actitud con la que enfrentas las cosas, no los destinos.
Gracias por tu tiempo , querido lector.
V.
Ruta 16/10/2021 San Cristobal/ cuesta del fraile.
El camino.
“Los caminos son modos de viaje, no destinos.” Chow Yun Fat , Rey Mongkut.
Ocho fueron los reunidos en esta ocasión, aunque es verdad que este no sería nuestro número final ya que siempre es el camino el que da y el que quita, el que te dice cómo, cuándo y quién va a llegar.
Caras habituales, de las de siempre. De esos que no fallan, de los que están ahí contra viento y marea como pueden ser Javier E, Alfredo, José H y yo mismo , se encontraban unos cuantos a los que siempre es agradable volver a encontrar. Oscar se unía a nosotros en esta ocasión , igual que Quintín que va poniéndose hombro contra hombro y haciendo su hueco en el pelotón. Mención especial a Leo, gran corazón y gran sonrisa, que esta vez venía cojo. Pero no, no te asustes lector, su cojera no era física. Era esa clase de cojera intangible, de esas en las que todo está bien pero que algo te falta, una cojera en la que pude ver cuanto amor llega a sentir por su hija que en esta jornada no nos acompaño. Un nuevo ciclista se presentaba en esta ocasión, respondía al nombre de Damián y por su complexión así como por su equipamiento, todo daba a pensar que llevaba ya unos buenos kilómetros a su espalda.
Comenzamos así a pedalear , siguiendo las indicaciones de nuestros GPS, dejamos enseguida atrás el andador del Gállego, ascendimos el puente del parque Entrerrios y enseguida giramos a la izquierda, buscando nuestro destino. El camino, ese sujeto tan importante que da sentido a nuestras salidas, se mostraba amable, si bien se ofrecía como un falso llano. Sabido es que en es dirección se va salvando un leve desnivel que , metro a metro , te situa un poco más arriba.
Enseguida Damián saludo a otro compañero ciclista. Le propuso unirse a nosotros y accedió, lo que elevó nuestro dígito en uno, llegando a la cantidad de nueve. La mañana se ofrecía fresca “cada vez más” pensé. El Verano ya es sólo un recuerdo y el Invierno se muestra un poco más cerca en cada ocasión. Un cielo azul claro cubría nuestras cabezas mientras todo marchaba bien.
Abandonamos las inmediaciones de Montañana. Así mismo del conocido como barrio de las Flores y apuntamos nuestros manillares hacia Peñaflor. En la distancia resonaba algún disparo ocasional, estamos en temporada de caza y ya hay quien ha salido a pegar algún tiro. Sus ecos tronaban en el campo como portazos tremendos en una habitación. Las charlas animadas se sucedían en el pelotón. Damián nos preguntaba sobre nuestra idiosincrasia, sobre nuestra forma de hacer las cosas , sobre cómo nos desarrollábamos y cómo quedábamos en cada ocasión. Oscar, acompañando el camino, incluso fue comentando que ya le había tocado recoger algún borracho con la ambulancia. Incluso una mujer de una edad ya importante y de otro que había llegado a estrellarse con su coche en un trayecto muy corto. Un poco más de sentido común es lo que hace falta señores. Alcohol y coche NUNCA juntos. Leo me contó que pronto marcharía para su tierra, pero que tenía ganas de volver, que esta ciudad, Zaragoza, le había gustado mucho y que Pao pronto cogería vacaciones y marcharía de visita para allá. Por lo que se ve tiene ganas de ver a su gente , algo que considero más que normal. También me dijo que probablemente para después de Navidad volviera por aquí. Como ves , querido lector , no guardo ningún secreto contigo.
Sin darnos cuenta comenzó la subida. Ascendíamos por el camino recto, sin dar rodeos ya que existe otro trayecto que se llega a la cumbre describiendo unos hermosos y mucho más fáciles circulos por el monte en el que está albergada la ermita. Rectos como una bala, como digo, llegamos a la cumbre, unos antes otros un poco después, como siempre en este grupo, como se debe hacer, todos juntos .
A los pies de la ermita de San Cristóbal, patrón de los conductores., tomamos un refrigerio , unas fotos de grupo y un pequeño descanso para seguir marcha, como siempre por nuestro camino.
Avanzamos por un terreno zigzagueante hacia la conocida como la cuesta del fraile. Este se nos ofrecía en un constante sube y baja que , rodeado de pinos , lo hacía parecer un paraje exótico . Un lugar inexplorado en un mundo mucho más allá de Zaragoza, el llamado de la aventura que siempre nos guia. De esos paisajes que de niños soñábamos descubrir como si fuéramos exploradores .
La vegetación cubría el cielo y proporcionaba un aroma que en ninguna otra parte puedes encontrar. Hay que reconocer que nuestra panorámica es ya otoñal. Los ocres se suceden en campo abierto, junto a tonos tostados y las ramas desnudas de los árboles de hoja perenne. Pero en esa zona el aroma es todavía inconmensurable.
Es lo que el camino nos regala.
Luisete nos había mandado un mensaje al punto de la mañana. No podía salir a la hora acordada y lo haría más tarde, en contra dirección con la esperanza de encontrarnos, Javier T andaba en una tesitura similar y se apuntó a la idea. Yo albergaba mis dudas, tengo que decir la verdad, cualquier pequeña variación en el track, el más mínimo error o negligencia podría hacer que nuestros caminos no se cruzaran y acabáramos cada uno por un lado. Fue así sólo a medias, quiero decir , si nos encontramos a Luisete , fue todo un placer, anda ocupado con exámenes y cursos y no dispone de todo el tiempo que podría hacer falta. Pero si, nos hallamos de cara, como cuando dos amigos se tropiezan por la calle después de mucho tiempo. Con Javier no hubo tanta suerte, con toda probabilidad interpretaría mal el GPS y acabó desorientado ( lo que me hace pensar que tendremos que hacer algo para solucionar esto) y no nos encontramos, nos mandó un mensaje desde el bar, que andaba esperando nuestra llegada, pero el infortunio se cebó con nosotros en esta ocasión haciendo imposible este reencuentro.
José H pinchó, paramos mientras se intentaba poner solución a esta situación, hinchando la rueda de nuevo y rezando para que el líquido sellante hiciera su trabajo. Ya en las cercanías de Santa Isabel Damián y Raúl se despidieron de nosotros, emplazándose para otra ocasión. La hora empezaba a echarse encima y creo que tomaron la decisión más oportuna. Es más , fue necesario tomar un ligero desvío del track, buscando un refugio, un lugar donde poder acabar de arreglar la rueda de José que andaba muy lejos de estar bien. Hasta siete pinchas se llegaron a contar, de esas que parecen uñas de gato, aferradas tanto a la banda de rodadura como al flanco que dieron al traste con nuestro cálculo de hora de llegada.
Así pues llegamos a capital, sabiendo que la ruta había estado muy bien , que lo importante es el modo de viaje, a actitud con la que enfrentas las cosas, no los destinos.
Gracias por tu tiempo , querido lector.
V.
Estadísticas: Publicado por Jose H — Mar Oct 19, 2021 3:26 pm