General • ORBEA MONEGROS 2019
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ORBEA MONEGROS 2019
Polvo y viento.
La vida es algo complicada la mayoría de las veces. Probablemente nos la complicamos nosotros mismos con asuntos sin importancia pero, entre toda esta bruma hay ocasiones que se ve una pequeña luz. No es, por tanto, una locura asumir un reto aunque pueda venirte un poco grande y seguir esa luz contra viento y marea, contra todo y demostrarte que si que eres capaz.
Son muchas las cosas que se te juntan, tanto el entrenamiento de los días previos, las dudas que puedas albergar en tu cabeza, preparativos varios como la equipación o los geles, puesta a punto de la bici, recoger el dorsal y un sinfín de cosas que hacen que este día, el de la carrera, te sientas incluso un poco apabullado . Una cosa tras otra fueron pasando y , casi sin darme cuenta, me vi en la linea de salida , en el cajón Orbea para más señas. Un poco más de presión si cabe para mantener el estandarte que representa estar en ese puesto de carrera. Una mezcla de orgullo y terror se sumaba en mi corazón , vistiendo en esta ocasión con tres colores muy representativos el rojo, el negro y el blanco, todo ello rematado con una bandera de Aragón y un nombre escrito en ella Btt Zaragoza. Nuestros queridos Finishers en esta ocasión decidieron que aquella prueba la tenían ya muy trillada y se nos fueron a la Trotamons. Grandes ellos , no hay nada imposible para estas personas. No obstante nuestro querido grupo siguió teniendo representación, David “el mohi” , junto con su hermano (un Teamer al que no tengo el gusto de conocer pero que si es la mitad de buena persona que el citado David ya me sirve) y Oscar , gran tÍo y mejor persona que prometió dar cobertura a “el mohi” y que así fue durante toda la prueba. Esto en cuanto a la prueba larga se refiere, en la corta Vicente y yo, este primero haciendo su toma de contacto con la Orbea Monegros y yo con la intención de superar mi pasada marca.
Y arrancó la carrera y nos dieron la salida, como siempre y como no, prudencia al principio y sangre fria, hay mucha gente en el tramo de Sariñena y siempre tenemos al listillo que pretende ponerse el primero nada mas arrancar aunque luego te lo encuentres más adelante acalambrado, como si no hubiera kilómetros suficientes para atacar en otro momento. Marchaba pues con fluidez y a un ritmo bueno, el viento, todavía suave, nos daba apoyo . Sorpresa que enseguida Vicente me alcanzó, incluso antes de lo que yo esperaba, quiero decir, se que iba preparado de sobra y que tarde o temprano me rebasaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Me llegó como no puede ser de otra manera ya que salia en el cajón siguiente al mio, por detrás, sorpresivamente una voz me dice: “¿que tal vas?”. Yo le contesté que bien, que sin problemas, a mi ritmo, se ofreció para cubrirme un rato , para que yo me cogiera a su rueda, pero rechazé el ofrecimiento y le dije que siguiera, que gran hombre y que gran persona, incluso en las situaciones mas adversas no deja de venirse como un pro, como lo bueno que el es. Fue desapareciendo de mi vista mientras yo continuaba con mi ritmo. Arribé al primer avituallamiento y comprobé mi tiempo, vi que llevaba veinticuatro minutos de ventaja con respecto al año pasado, miel sobre hojuelas, esto me daba margen por si acaso, pero de momento no iba a bajar la guardia, tras un breve refrigerio que consistió en plátano , algo de beber y yo que , como se dice en esta tierra , soy dulcero, me metí entre pecho y espalda unos pastelitos de manzana con una pinta estupenda. Lo dicho, el tiempo justo y a seguir dándole.
Se me presentaba por delante la subida a Piedrafita, famosa ella, pero no le tuve miedo, ya he mirado a los ojos de esta fiera en otra ocasión y ya se a lo que me atengo, ya la vi una vez y la derroté , de echo estoy seguro que en las multiples salidas realizadas con El Ritmo hemos hecho cuestas mucho más difíciles que esta. Sin agobiarme, sin estrés ninguno, encontrando mi punto, mi sitio, ataqué aquella rampa dispuesto a coronar otra vez y voto a mil que lo conseguí. Arriba, donde se hallan los hinchables aquellos volví a comprobar mi tiempo, buenas noticias otra vez, lo había vuelto a mejorar. Esto se lo debo directamente a mis compañeros de Btt Zaragoza y en especial a José H que nos da castigo y amor a partes iguales y nos invita a unos retos dignos de los mejores, haciendo que nos superemos y que cada día estemos más fuertes. No paré en este punto, vi a mucha gente allí, tanto reponiendo fuerzas como haciendo fotos así como esperando a algún compañero rezagado, yo no, no paré insisto, no me hacía falta porque no había llegado a la reserva, conbinando fuerza en la subida como prudencia para no quemar todos los barcos.
Seguí marcha pues cresteando hacia el punto donde nos juntaríamos con los de “la larga” , un terreno rompe piernas e incluso con algún tramo plagado de pedruscos que hacen algo incómoda la marcha, allí arriba el viento ya empezaba a notarse, en ocasiones de lado , en otras de frente, implacable pero todavía llevadero. En el mismo punto donde empieza la bajada y nos juntábamos con los de la maratón, atento para incorporarme a este tramo y no provocar ningún incidente.
Comencé la bajada, trepidante. Tengo que decir que , como ya he comentado en otras ocasiones ando de talento un poco justo, me tiré cuesta abajo como un kamikaze, adelantando hasta a los más potentes que probablemente pensarían, este hombre está loco. El suelo es de grava suelta , por tanto no puedes despistarte un segundo, acuchillando las curvas y con toda la técnica de la que soy capaz, pero ya sabes querido lector que bajar no lo hago nada mal. Recordé las palabras de Paco Ines que en una ocasión dijo : “ yo bajando, cuando mejor me lo he pasado es con la de tres platos, plato grande y a pedalear”. Que demonios, si el pudo yo también, plato grande y pies para que os quiero, llegé a ver velocidades más que considerables en mi marcador, pero insisto, bajé como si me persiquiera la parca. Sin mayor inconveniente alcancé mi último avituallamiento, el de la Ermita de San Miguel, el ambiente en este último es muy distinto y se puede apreciar rapidamente, tanto por la música que ponen (que claro está que anima) como el echo de saber que el asunto se está acabando, que ya no quedan más allá de diecisiete kilómetros . De esta forma lo reflejan las caras y actitudes de los allí presentes, ya se pueden oir frases de ánimo y caras felices, sonrisas doquiera que miras y la frase que más me gusto, vamos que ya queda poco para la cerveza.
A partir de ahí comenzó mi calvario, yo había llamado a mi familia diciéndoles que ya me quedaba poco, pero lo que no sabía era lo duro que se me iba a hacer. Salí de la Ermita, dispuesto, contento, de repente un viento fuerte, de mas de cincuenta kilómetros por hora según las previsiones e insisto que esta vez no se equivocaron, paraba mi marcha, bueno, la mia y la de los demás. Caras de sufrimiento, cabreos, todo el mundo intentado buscar una rueda a la que agarrarse y de frente una maldita pared. Bajé la cabeza y encorvé mi figura para ofrecer menos resistencia, pero mis esfuerzos daban al traste contra aquel muro imposible. Los demás en la misma postura, nadie hablaba nada, los dientes y los puños prietos, en tensión, haciendo un último esfuerzo sobrehumano y un solo pensamiento en la cabeza, vamos que esto se acaba. Se me hizo interminable, eterno, una lucha contra el Cierzo y contra mi propia cabeza. Llegué a la zona de asfalto, albricias pensé, me queda un kilómetro y medio, pero la meta seguía sin aparecer, poco más adelante pude oir la música, vamos que esto ya está, ahora si, ya está y se acabó. Enfilé la última curva ya con un calambre en mi pierna izquierda, vi el arco de llegada, la gente aplaudiendo y entre todo aquel bullicio de repente mi oasis, una voz gritándome, no se cómo, pero la reconocí, se que era a mi y a nadie más. Unas voces que decían,VENGA PAPÁ QUE YA ESTÁS, VENGA CAMPEÓN. Automáticamente en mi cara se dibujó una sonrisa y les lancé un beso, pasé la linea de meta sintiéndome un héroe y con los brazos en alto, salí del recinto y me dirigí a donde se encontraban mi mujer y mis hijos.
No puedo evitarlo, soy sensible, el echo de ver sus caras, de verlos corriendo hacia mi con los brazos en alto, sus expresiones y yo allí sucio y cansado... mis ojos se cubrieron de lágrimas y se me quebró la voz, suerte de las gafas de espejo que no me vieron, y los abracé de la única manera que se les puede abrazar, con infinito amor, sintiéndome pleno.
Quiero daros las gracias a todos, mis compañeros de Btt Zaragoza y en especial a los del Ritmo ya que comparto con ellos la mayoría de salidas, José H, Paco Ines, Pascual, Javier, Consuelo, David, Luis, Miguelón... no se , a todos, es para mi un orgullo rodar con vosotros, pocas veces soy capaz de expresar tanta sinceridad, gracias de todo corazón y unas muy especiales a Vicente, sabes que ocupas un rinconcito muy especial. Es para mi un placer y un orgullo vestir estos colores, vestir esta equipación de Btt Zaragoza, haberla llevado pese a la gran cantidad de polvo y de viento hasta la meta y hacer este grupo visible para todo el mundo.
Gracias.
V.
Polvo y viento.
La vida es algo complicada la mayoría de las veces. Probablemente nos la complicamos nosotros mismos con asuntos sin importancia pero, entre toda esta bruma hay ocasiones que se ve una pequeña luz. No es, por tanto, una locura asumir un reto aunque pueda venirte un poco grande y seguir esa luz contra viento y marea, contra todo y demostrarte que si que eres capaz.
Son muchas las cosas que se te juntan, tanto el entrenamiento de los días previos, las dudas que puedas albergar en tu cabeza, preparativos varios como la equipación o los geles, puesta a punto de la bici, recoger el dorsal y un sinfín de cosas que hacen que este día, el de la carrera, te sientas incluso un poco apabullado . Una cosa tras otra fueron pasando y , casi sin darme cuenta, me vi en la linea de salida , en el cajón Orbea para más señas. Un poco más de presión si cabe para mantener el estandarte que representa estar en ese puesto de carrera. Una mezcla de orgullo y terror se sumaba en mi corazón , vistiendo en esta ocasión con tres colores muy representativos el rojo, el negro y el blanco, todo ello rematado con una bandera de Aragón y un nombre escrito en ella Btt Zaragoza. Nuestros queridos Finishers en esta ocasión decidieron que aquella prueba la tenían ya muy trillada y se nos fueron a la Trotamons. Grandes ellos , no hay nada imposible para estas personas. No obstante nuestro querido grupo siguió teniendo representación, David “el mohi” , junto con su hermano (un Teamer al que no tengo el gusto de conocer pero que si es la mitad de buena persona que el citado David ya me sirve) y Oscar , gran tÍo y mejor persona que prometió dar cobertura a “el mohi” y que así fue durante toda la prueba. Esto en cuanto a la prueba larga se refiere, en la corta Vicente y yo, este primero haciendo su toma de contacto con la Orbea Monegros y yo con la intención de superar mi pasada marca.
Y arrancó la carrera y nos dieron la salida, como siempre y como no, prudencia al principio y sangre fria, hay mucha gente en el tramo de Sariñena y siempre tenemos al listillo que pretende ponerse el primero nada mas arrancar aunque luego te lo encuentres más adelante acalambrado, como si no hubiera kilómetros suficientes para atacar en otro momento. Marchaba pues con fluidez y a un ritmo bueno, el viento, todavía suave, nos daba apoyo . Sorpresa que enseguida Vicente me alcanzó, incluso antes de lo que yo esperaba, quiero decir, se que iba preparado de sobra y que tarde o temprano me rebasaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Me llegó como no puede ser de otra manera ya que salia en el cajón siguiente al mio, por detrás, sorpresivamente una voz me dice: “¿que tal vas?”. Yo le contesté que bien, que sin problemas, a mi ritmo, se ofreció para cubrirme un rato , para que yo me cogiera a su rueda, pero rechazé el ofrecimiento y le dije que siguiera, que gran hombre y que gran persona, incluso en las situaciones mas adversas no deja de venirse como un pro, como lo bueno que el es. Fue desapareciendo de mi vista mientras yo continuaba con mi ritmo. Arribé al primer avituallamiento y comprobé mi tiempo, vi que llevaba veinticuatro minutos de ventaja con respecto al año pasado, miel sobre hojuelas, esto me daba margen por si acaso, pero de momento no iba a bajar la guardia, tras un breve refrigerio que consistió en plátano , algo de beber y yo que , como se dice en esta tierra , soy dulcero, me metí entre pecho y espalda unos pastelitos de manzana con una pinta estupenda. Lo dicho, el tiempo justo y a seguir dándole.
Se me presentaba por delante la subida a Piedrafita, famosa ella, pero no le tuve miedo, ya he mirado a los ojos de esta fiera en otra ocasión y ya se a lo que me atengo, ya la vi una vez y la derroté , de echo estoy seguro que en las multiples salidas realizadas con El Ritmo hemos hecho cuestas mucho más difíciles que esta. Sin agobiarme, sin estrés ninguno, encontrando mi punto, mi sitio, ataqué aquella rampa dispuesto a coronar otra vez y voto a mil que lo conseguí. Arriba, donde se hallan los hinchables aquellos volví a comprobar mi tiempo, buenas noticias otra vez, lo había vuelto a mejorar. Esto se lo debo directamente a mis compañeros de Btt Zaragoza y en especial a José H que nos da castigo y amor a partes iguales y nos invita a unos retos dignos de los mejores, haciendo que nos superemos y que cada día estemos más fuertes. No paré en este punto, vi a mucha gente allí, tanto reponiendo fuerzas como haciendo fotos así como esperando a algún compañero rezagado, yo no, no paré insisto, no me hacía falta porque no había llegado a la reserva, conbinando fuerza en la subida como prudencia para no quemar todos los barcos.
Seguí marcha pues cresteando hacia el punto donde nos juntaríamos con los de “la larga” , un terreno rompe piernas e incluso con algún tramo plagado de pedruscos que hacen algo incómoda la marcha, allí arriba el viento ya empezaba a notarse, en ocasiones de lado , en otras de frente, implacable pero todavía llevadero. En el mismo punto donde empieza la bajada y nos juntábamos con los de la maratón, atento para incorporarme a este tramo y no provocar ningún incidente.
Comencé la bajada, trepidante. Tengo que decir que , como ya he comentado en otras ocasiones ando de talento un poco justo, me tiré cuesta abajo como un kamikaze, adelantando hasta a los más potentes que probablemente pensarían, este hombre está loco. El suelo es de grava suelta , por tanto no puedes despistarte un segundo, acuchillando las curvas y con toda la técnica de la que soy capaz, pero ya sabes querido lector que bajar no lo hago nada mal. Recordé las palabras de Paco Ines que en una ocasión dijo : “ yo bajando, cuando mejor me lo he pasado es con la de tres platos, plato grande y a pedalear”. Que demonios, si el pudo yo también, plato grande y pies para que os quiero, llegé a ver velocidades más que considerables en mi marcador, pero insisto, bajé como si me persiquiera la parca. Sin mayor inconveniente alcancé mi último avituallamiento, el de la Ermita de San Miguel, el ambiente en este último es muy distinto y se puede apreciar rapidamente, tanto por la música que ponen (que claro está que anima) como el echo de saber que el asunto se está acabando, que ya no quedan más allá de diecisiete kilómetros . De esta forma lo reflejan las caras y actitudes de los allí presentes, ya se pueden oir frases de ánimo y caras felices, sonrisas doquiera que miras y la frase que más me gusto, vamos que ya queda poco para la cerveza.
A partir de ahí comenzó mi calvario, yo había llamado a mi familia diciéndoles que ya me quedaba poco, pero lo que no sabía era lo duro que se me iba a hacer. Salí de la Ermita, dispuesto, contento, de repente un viento fuerte, de mas de cincuenta kilómetros por hora según las previsiones e insisto que esta vez no se equivocaron, paraba mi marcha, bueno, la mia y la de los demás. Caras de sufrimiento, cabreos, todo el mundo intentado buscar una rueda a la que agarrarse y de frente una maldita pared. Bajé la cabeza y encorvé mi figura para ofrecer menos resistencia, pero mis esfuerzos daban al traste contra aquel muro imposible. Los demás en la misma postura, nadie hablaba nada, los dientes y los puños prietos, en tensión, haciendo un último esfuerzo sobrehumano y un solo pensamiento en la cabeza, vamos que esto se acaba. Se me hizo interminable, eterno, una lucha contra el Cierzo y contra mi propia cabeza. Llegué a la zona de asfalto, albricias pensé, me queda un kilómetro y medio, pero la meta seguía sin aparecer, poco más adelante pude oir la música, vamos que esto ya está, ahora si, ya está y se acabó. Enfilé la última curva ya con un calambre en mi pierna izquierda, vi el arco de llegada, la gente aplaudiendo y entre todo aquel bullicio de repente mi oasis, una voz gritándome, no se cómo, pero la reconocí, se que era a mi y a nadie más. Unas voces que decían,VENGA PAPÁ QUE YA ESTÁS, VENGA CAMPEÓN. Automáticamente en mi cara se dibujó una sonrisa y les lancé un beso, pasé la linea de meta sintiéndome un héroe y con los brazos en alto, salí del recinto y me dirigí a donde se encontraban mi mujer y mis hijos.
No puedo evitarlo, soy sensible, el echo de ver sus caras, de verlos corriendo hacia mi con los brazos en alto, sus expresiones y yo allí sucio y cansado... mis ojos se cubrieron de lágrimas y se me quebró la voz, suerte de las gafas de espejo que no me vieron, y los abracé de la única manera que se les puede abrazar, con infinito amor, sintiéndome pleno.
Quiero daros las gracias a todos, mis compañeros de Btt Zaragoza y en especial a los del Ritmo ya que comparto con ellos la mayoría de salidas, José H, Paco Ines, Pascual, Javier, Consuelo, David, Luis, Miguelón... no se , a todos, es para mi un orgullo rodar con vosotros, pocas veces soy capaz de expresar tanta sinceridad, gracias de todo corazón y unas muy especiales a Vicente, sabes que ocupas un rinconcito muy especial. Es para mi un placer y un orgullo vestir estos colores, vestir esta equipación de Btt Zaragoza, haberla llevado pese a la gran cantidad de polvo y de viento hasta la meta y hacer este grupo visible para todo el mundo.
Gracias.
V.
Estadísticas: Publicado por Valetix — Lun Abr 29, 2019 2:07 pm