Alfonso X y el legado del ajedrez que sigue vivo en Toledo
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El 23 de noviembre de 1221 nacía en Toledo Alfonso X El Sabio , una efeméride de la que este domingo se cumplen 804 años. Ocho siglos después, la ciudad continúa mirando hacia su figura con orgullo donde, este sábado, el Museo de Santa Cruz ha querido rendirle un homenaje con un guiño muy especial: la organización de un torneo gratuito de ajedrez organizado por el Club Ajedrez Toledo. El gesto no es casual. El ajedrez ocupó un lugar destacado en la visión intelectual y humanista del monarca. «No se centró únicamente en el juego, sino en todo lo que aporta: su dimensión artística, histórica y filosófica », recuerda Ángel Sánchez, árbitro y monitor del club toledano. Alfonso X integró el ajedrez en varias disciplinas y lo mantuvo vivo, reforzando su importancia en España y Europa. Su gran contribución quedó plasmada en el siglo XIII con la redacción del 'Libro del ajedrez, dados y tablas '. Sánchez subraya que Alfonso X tenía «una visión muy holística del ajedrez, casi cosmogónica» donde « en él no existe el azar ». Además veía en el juego una forma de conectar con «lo más profundo» del ser humano: la calma, la reflexión y la importancia de no tomar decisiones a la ligera . Para el rey sabio, el ajedrez generaba una «felicidad intelectual» que lo diferenciaba del resto de entretenimientos de su época. Entre las contribuciones históricas del monarca al juego, el monitor resalta el protagonismo que otorgó a la figura femenina dentro del tablero . «Transformó la pieza del alférez, feminizándola, y de ahí deriva la dama actual. Más tarde, en el siglo XV, fueron los españoles quienes le dieron aún más poder, convirtiéndola en la pieza más fuerte del juego». 'El Libro del ajedrez, dados y tablas' tardó diez años en redactarse y recogió más de un centenar de problemas de ajedrez. «En una época en la que las partidas eran extremadamente lentas, reproducirlas era poco práctico. Alfonso X optó por seleccionar posiciones de gran belleza, explicarlas e ilustrarlas cuidadosamente». Además estas ilustraciones, añade Sánchez, muestran la convivencia cultural de la época : musulmanes, judíos y cristianos compartiendo tablero. También aparece la mujer, que en la Edad Media tenía un papel activo en el juego y lo practicaba como símbolo de nobleza. «Incluso servía como una excusa socialmente aceptada para visitar a una dama», apunta. En el torneo celebrado este sábado participan una veintena de jugadores, todos hombres. Una imagen que contrasta con la presencia femenina en el ajedrez medieval. Actualmente, el porcentaje de mujeres ajedrecistas ronda apenas el 20%, según Sánchez. Esta realidad, explica, puede deberse a factores sociales y familiares. «En nuestros clubes se inscriben niños y niñas, pero la continuidad varía. Cada persona evoluciona de forma distinta y la adolescencia marca diferencias en sus intereses. Yo siempre digo que la creatividad no tiene sexo, ni ideología ni raza». El monitor recalca que el ajedrez no exige fuerza física, sino capacidad intelectual y recuerda que existen torneos mixtos, y también campeonatos mundiales masculinos y femeninos para «ofrecer visibilidad y protagonismo a las jugadoras». Como ejemplo, cita que la ciudad de Toledo cuenta con «referentes» como Tania Marina Indrei, campeona provincial y una de las grandes promesas de Castilla-La Mancha. Las habilidades que el ajedrez desarrolla en las personas trascienden el tablero. « Es un juego que te enfrenta contigo mismo. Te muestra tus límites, te obliga a mantener la calma cuando cometes un error y te empuja a sacar lo mejor de ti para analizar la posición y recuperarte», explica Sánchez. Además, enseña a identificar «fortalezas y debilidades propias y ajenas», una capacidad útil también en otros ámbitos de la vida. También, recalca, su valor como herramienta para entender el trabajo en equipo. «Si ves el tablero como un conjunto de piezas con funciones distintas, comprendes que cada una necesita a las demás para desplegar su potencial. Un caballo no puede ganar solo, pero con la ayuda de un peón puede convertirse en decisivo. Lo mismo ocurre en cualquier equipo humano». Otro de los beneficios clave es la concentración o, como él prefiere llamarlo, « la recuperación del dominio de la atención ». Una habilidad que hoy, advierte, se está perdiendo por la influencia de las nuevas tecnologías y la cultura de la inmediatez. «La calidad del juego mejora cuando estamos dispuestos a profundizar. En un mundo tan superficial, detenerse es un valor. Como los árboles: cuanto más profundas son sus raíces, más alto crecen». La utilidad del ajedrez como herramienta educativa es evidente. De hecho, en la localidad de Illescas (Toledo) ya lo ha incorporado al currículo oficial y también lo ofrece como actividad extraescolar. «Cada vez más centros lo incluyen, y yo animo a que siga creciendo, pero siempre con sentido. Es importante que padres y monitores tengan claros los objetivos educativos. Cuando los monitores dominan la materia y la conectan con otras asignaturas, el beneficio es enorme », explica Sánchez. «A mis alumnas les digo que r ecuperar la atención no solo reduce errores en la partida : también les ayuda a escuchar mejor en clase. En edades tempranas, con prestar atención al profesor es casi suficiente para aprobar sin estudiar demasiado. Más adelante se necesita disciplina, pero la base es la misma». El torneo celebrado en el Museo de Santa Cruz no solo rinde homenaje a un monarca que entendió el ajedrez como una «herramienta cultural, intelectual y humanista», sino que también pone sobre el tablero los valores de un juego capaz de educar, unir y transformar, Recordando que ocho siglos después del nacimiento de Alfonso X El Sabio, su huella sigue viva en Toledo.

