Boris Spassky

«Creo que el Campeón del Mundo debería intentar defender la calidad de su juego más que nadie.»

Como décimo campeón del mundo, el campeón vivo de mayor edad y protagonista de algunas de las partidas más emocionantes de la historia del ajedrez, resulta un tanto triste que el increíble legado de Spassky a veces se vea eclipsado por el hecho de que perdió una partida extremadamente tensa contra Bobby Fischer. Su flexible y brutal «estilo universal» lo llevó a la victoria contra muchos de los mejores jugadores de la historia.

Spassky nació en Leningrado y, como resultado, vivió de primera mano gran parte de la agitación en Rusia en aquella época, teniendo que evacuar a Leningrado de niño durante el asedio. Sin embargo, nada de esto mermó su genio como ajedrecista, y rápidamente ascendió en las filas de los jugadores soviéticos. El profundo amor de Spassky por su país ha sido y sigue siendo un tema recurrente en las entrevistas con él.

Estilo de juego
Spassky era un jugador versátil, capaz de jugar posiciones agudas y tranquilas con una precisión devastadora. Esto fue lo que lo hizo tan difícil de vencer para sus contemporáneos en su mejor momento: Spassky siempre podía jugar el tipo de partida con la que uno no se sentía cómodo. También tenía una visión táctica muy aguda y un ojo para las combinaciones de medio juego. Curiosamente, Spassky no era conocido como un gran abridor ni un maestro de la teoría; en cambio, vencía a rivales en el medio juego y el final gracias a su habilidad y adaptabilidad.

Spassky – Bronstein 1960. ¡Las blancas sacrifican su torre con 15.Cd6! Las variantes se complican enormemente, pero la conclusión es que la captura de la torre por parte de las negras simplemente no importa. Tras 15…Cf8, que impide el jaque mate, las blancas sacrifican de nuevo con 16.Cxf7! y su ataque es imparable. Esta partida apareció en la película de James Bond «Desde Rusia con amor».