Vuelve la guerra al ajedrez tras el escándalo de las perlas anales: Niemann acusa de tramposo a Carlsen
Cuando Magnus Carlsen y Hans Niemann se enfrentaron en la tercera ronda de la Copa Sinquefield de ajedrez, pocos podrían haber imaginado el caos que se desataría. El estadounidense Niemann, y el jugador peor clasificado del torneo, se enfrentaba al hombre que dominaba el ajedrez desde hace una década.
Magnus Carlsen, se retiró del torneo después de su inesperada derrota. Carlsen anunció su retirada en un enigmático tuit con un video que daba a entender que Niemann había hecho trampa. El tuit iba acompañado de un video del técnico portugués, José Mourinho, que decía: “Realmente prefiero no hablar. Si hablo, estoy en un gran problema”. A partir de aquí las acusaciones entre unos y otros se desataron. El escándalo de las supuestas perlas anales como método de hacer trampas en el ajedrez generó una gran debate con todas las miradas apuntando hacia Hans Niemman. Un asunto que incluso llegaría a los tribunales.
Ahora, la guerra en el ajedrez vuelve a ser protagonista tras la última treta de Carlsen para convertirse en campeón mundial.
Un título compartido
El noruego Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi acordaron compartir el título mundial de ajedrez de partidas rápidas tras llegar a un acuerdo para interrumpir la partida de desempate por el oro. Carlsen, vigente campeón de esta modalidad, comenzó la jornada con una derrota ante el estadounidense Hans Niemann, pero luego lo superó y derrotó al polaco Jan-Krzystof Duda para alcanzar la final. En el otro lado del cuadro, Ian Nepomniachtchi derrotó al ruso Volodar Murzin y al estadounidense de origen filipino Wesley So en un tenso desempate de semifinales.
En la final, Carlsen estuvo al borde de la victoria tras adelantarse por 2-0 en una partida al mejor de cuatro. Nepomniachtchi, sin embargo, protagonizó una espectacular remontada y ganó las dos siguientes partidas para igualar la contienda. En los posteriores desempates se produjeron tres intensas batallas en las que ninguno de los dos jugadores fue capaz de lograr una ventaja decisiva.
En ese momento, Carlsen se levantó y sugirió públicamente a su rival repartirse la corona. Tras pensárselo, Nepomniachtchi aceptó. Los dos se acercaron al árbitro principal y le explicaron su punto de vista, argumentando que ambos estaban cansados y habían demostrado estar igualados, según comunicó la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
La respuesta de Niemann no se ha hecho esperar y apunta directamente a la FIDE. “Esto es motivo de investigación por parte del Comité de Ética de la FIDE. No me puedo creer que dos jugadores que me acusaron maliciosamente y trataron de arruinar mi carrera infrinjan abiertamente las reglas. La ironía no puede ser peor”, publicó el maestro en su perfil de "X".
Pero su denuncia no ha quedado ahí. "Rompiste las reglas ante las cámaras, sólo pensaste que aceptarían tu propuesta porque abandonaste el blitz e hiciste demandas ridículas. Espero que la FIDE se pronuncie y nos recuerde a todos que ningún jugador está por encima del juego. No te hicieron responsable cuando intentaste arruinarme la vida, espero que hayan aprendido la lección. No olvidemos que Dubov y Nepo fueron DOBLEMENTE SANCIONADOS por preacordar unas tablas. Magnus aplaudió la decisión de la FIDE y ahora le pillan haciendo cosas aún peores y le premian con un campeonato del mundo en vez de castigarle. Que tenga sentido...", añade en dos mensajes posteriores.
Y aún hay más. El gran maestro ha publicado un vídeo que deja en evidencia al campeón mundial. En el se ve a Carlsen compartiendo comentarios técnicos -algo prohibido- con un amigo gran maestro durante un torneo on-line con premios en metálico.
"Por si alguien lo ha olvidado aquí hay un clip de nuestro nuevo campeón del mundo "compartido" recibiendo consejos de su amigo gran maestro durante un torneo con premios. Parece que algunas personas están simplemente por encima de la ley", sentencia en el mensaje que acompaña a la grabación.
La guerra entre los archienemigos del ajedrez continúa.