SIN APELLIDOS, SOLO COMPROMISO
Todos los fanáticos al béisbol desde niños hemos soñado con practicar ese deporte y jugar profesionalmente para nuestro equipo favorito, seguramente también has soñado con portar su casaca y que tu apellido luzca en la parte de atrás junto con el número elegido por ti.
Para algunos ese sueño se cumple, gracias a las oportunidades y al esfuerzo, lograron llegar a jugar en el mejor béisbol del mundo, portar el uniforme con su apellido en la parte posterior del jersey y de esa manera engrandecer su historia.
Es normal ver a los jugadores de MLB sentirse orgullosos por el nombre que llevan en su casaca, pero, ¿sabías que hay algunos jugadores que no pueden portar su apellido en su prenda?
El conjunto de New York Yankees es uno de los equipos más más populares de toda la MLB, conocidos incluso a nivel internacional, cuentan con millones de fanáticos alrededor del mundo, y es un equipo con el que todo amante de la pelota desearía jugar. Sin embargo, esta organización tiene una costumbre muy marcada que viene desde años atrás.
Este equipo no permite a sus jugadores portar su nombre o apellido en su ropa de juego, llevando a los jugadores solamente lucir su número en la parte trasera de su espalda.
Hay dos teorías sobre este suceso, la primera de ellas dice que en la década de los 60´S, las franquicias de las grandes ligas eligieron plasmar los apellidos de los jugadores en las prendas, esto con el motivo de ubicar mejor a quienes se encontraban dentro del diamante. Se dice que los del bronxs se negaron a esto con la explicación de que portar el apellido no era necesario para reconocer a los peloteros, únicamente con el número en la espalda bastaba.
La otra teoría que existe dice que al pertenecer a la organización más popular y ganadora de toda la historia de la MLB tu deber es ver por el equipo, juegas por y para el nombre que portas en el pecho y no en la parte de atrás. De esta manera se busca que los jugadores que vistan los colores de los de la gran manzana lo den todo por el equipo, por estadísticas y records grupales, no individuales.
Esta costumbre se ha mantenido por muchos años y seguramente así continuará, manentiendo el enfoque de defender con todo el compromiso y con toda la garra el nombre de New York.