7th-Serie Amistosa Anual Internacional de Béisbol Cuba vs USA: La noche dominante de Drew Parrish en La Habana
LA HABANA -- Era la noche del zurdo Drew Parrish en el estadio Latinoamericano.
Después de escucharse la voz de playball en la noche de este martes para la apertura de la 17th-Serie Amistosa Anual de Béisbol entre Cuba y Estados Unidos, Parrish encabezó una magistral secuencia de pitcheo para abrumar a la selección de casa, lanzando un juego perfecto de 13-outs consecutivos hasta el inicio del 5th-inning.
Más tarde, a las 10:37 pm, Alexander Ayala abanicó sin suerte una bola rápida -- a 94 mph -- del cerrador zurdo Matt Cronin, y la nave cubana que participará próximamente en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, Colombia, salía perdiendo por 5-1 frente al team Nacional Colegial de Estados Unidos.
LHP @Drewppp8 (@FSUBaseball) retired the first 13 batters he faced en route to five shutout innings to earn the win.
Adley Rutschman (@BeaverBaseball) led a 13-hit offensive attack, going 3-for-5 on the night with two doubles. pic.twitter.com/9SdCvznozw
— USA Baseball CNT (@USABaseballCNT) July 11, 2018
Con la victoria, los estadounidenses siguen delante (ahora por 17-14) desde que se reanudaron los matchs anuales en 2012, aunque en la serie histórica aún están lejos de Cuba, con balance perdedor de 38-45. Vale señalar, que los norteños han sido efectivos en los inicios de serie, marcando récord de 6-1 en las siete decisiones más recientes: 4-3, 2-1, (derrota en 2014 por 4-3), 2-0 (no-hitter en Carolina del Norte), 3-1, 5-4 y 5-1, luego del triunfo de este martes.
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#TeamUSA beat #TeamCuba 5-1 in game one of the five game series. Game two tomorrow at 7:15 at Latinoamericano Stadium in Havana.#SerieUSACuba pic.twitter.com/OM0cY2e2wU
— Ray Otero (@baseballdecuba) July 11, 2018
Drew Parrish, “King”. El zurdo de 20 años y 5’11 de estatura, estudiante de Florida State School, mezcló sus lanzamientos con elegancia, una bola rápida máxima de 89 mph, slider electrizante, curva y cambio de velocidad, lanzó cinco innings sin admitir carreras para Estados Unidos, mientras su ofensiva lo apoyaba marcando un 3-0 en la primera mitad del partido.
He aquí tres puntos que podemos saborear de su dominio desplegado en el Juego 1:
1. ¡Gran energía, muchos strikes! Me encantaron los movimientos de Parrish en el montículo. Es paciente, se mueve poco en el box y está centrado todo el tiempo en cada uno de sus pitcheos, llevando el conteo con gran balance. Tiene una acuciosa manera de sostener el comando de cada lanzamiento, y esa fue la razón principal para poder recrearse en el montículo. A sus primeros 16 rivales le abrió con strike, y mantuvo la bola baja gran parte del tiempo, rematando a base de sliders rápidos en conteo favorable.
Mira, es fascinante: De sus primeros 14 oponentes, a 12 los montó en la cuerda de los dos strikes, y ya sabes que sacó esos primeros 13-out de manera consecutiva. Por cierto, admitió el primer hit a la altura de su matchup No. 14, luego de ceder en una bola rápida baja de 87 mph contra Yordanis Samón, un especialista en golpear pelotas fuera de la zona de strike. No hay problema, Parrish siguió su secuencia y eliminó a Yosvany Alarcón en elevado al cátcher, viéndolo balancearse al 1st-pitch con una pelota lenta de 76 mph.
2. ¡Qué control, hombre! Fueron 16 bateadores enfrentados y solo tres conducidos hasta las tres bolas, todos en la cuenta máxima de 3-2. ¿Cómo se podría valorar esa actuación? ¡Es genial! El leadoff Roel Santos fue el único en tomarle al menos 10-pitcheos en dos enfrentamientos, donde terminó con 0-for-2: bounce a segunda y un elevado al left-field. El otro bateador que alcanzó las tres bolas (3-2 count) fue Carlos Benítez, que fue ponchado por una apreciación del árbitro Jorge Nieblas, quien decretó strike una curva que parecía bastante lejos de la zona de strike (vertical afuera). Sabes, ese fue el rival No. 15 de Parrish, su quinto-strikeout de la noche.
3. Magia para evitar el contacto sólido. De los 15-outs obtenidos por el zurdo de Rockledge, no hubo muchos contactos ruidosos. Detrás de los cinco ponches, Cuba cedió en tres rodados al infield y siete flyballs, ninguno en zona de peligro. Fue un trabajo especial de comando enviado a la mascota del cátcher Shea Langeliers, algo así como cuando observas cada flecha romper el centro de la diana una y otra vez.
Cuando vez que Parrish traía un sorprendente pedigrí con Florida State, avalado por ese récord de 5-1, 2.52 ERA y 128 strikeouts con apenas 37 paseos en 107 innings, puedes apreciar que él tiene una energía superior cuando se sube al montículo. Olvídate de los numeritos y ese montón de ponches: Su verdadera habilidad de pitcheo está en el comando y gestión de pensamiento avanzado que posee. ¿Dónde lo veremos en 2019? No sé, pero, ¡gracias por este clic para conocer tu talento!
¿Qué apreciamos en el Juego 1?... ¿Solo un tercio de la peor gestión de pitcheo de Dachel Duquesne? Fueron cuatro innings llenos de complicaciones, donde el derecho avileño estuvo demasiado distante del control, su gran virtud, para luego generar la confusión frente a los bateadores con sus pitcheos secundarios y variación de velocidades. En una apertura de 20-oponentes enfrentados, salió debajo en el conteo contra 12 de ellos, todo un plan de pitcheo en sentido contrario.
Para ser honesto, pensé que los estadounidenses desatarían un rally más holgado de carreras, pero dejaron a cinco corredores en las bases. Le anotaron solo tres carreras en cuatro innings, con ocho hits y tres dobles -- dos de ellos de Adley Rutschman, aunque el segundo fue una bondad de la mala comunicación entre Frederich Cepeda (left), Alexander Ayala (short) y Raúl González (tercera base).
No creo que Dachel Duquesne sea el pitcher No. 1 ideal de este team cubano -- al parecer utilizado por la falta de otros lanzadores de rango --, y luego de ver su decadente velocidad de apenas 84 mph como máxima en su bola rápida, posiblemente sus próximas apariciones sean de acomodador en el bullpen. El manager Carlos Martí y el entrenador de pitcheo José Elosegui tendrán las valoraciones correspondientes, pero esta muestra se ve demasiado pobre.
Jugada del día: Tenemos un collage de Bryson Stott en el campo corto, mostrando su habilidad de manos, la potencia de su brazo y fascinante mecánica de tiro…
Sí, lo siento Bryson Stott, esta vez te tocó perder: ¡Ahí está el guante de Roel Santos!
¡Genial captura en bandeja!, y una cara de frustración al instante. De cualquier manera, produjiste un SAC/Fly, así que tendrás otra remolcada en el resumen final, “Big Bryson”.
Diversión en números. Fue otra noche donde los bateadores cubanos parecían indefensos en el home plate, cayendo debajo en la cuenta durante 20 de sus 35 PAs en todo el juego.
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Baseball Vintage. Es apasionante revivir un poco de historia: Hace 25 años y una semana, el 4 de julio de 1993, Cuba derrotó 9-4 a Estados Unidos en la discusión de la Medalla de Oro de la Copa Intercontinental de Italia. Fue un gran juego de béisbol que Cuba remató con tres rallys de 3-carreras en el 3rd, 4th y 7th, un puñado de 13 hits y destaque ofensivo para José Estrada y Antonio Pacheco, quienes golpearon 3-for-4 y 1-for-4, con tres anotadas y tres impulsadas, respectivamente. Qué ofensiva aquella, ¿verdad? ¿Y qué pitcheo? Lázaro Valle y el zurdo Omar Ajete se unieron para mantener la ventaja desde el montículo, aunque Todd Helton y Todd Walker provocaban dolores de cabeza en el centro del lineup de Estados Unidos: Batearon 4-for-7, con doble, jonrón (Walker vs Ajete en el 8th), 3-RBIs y 3-Runs.
¡Eso es!: ¿Alguien ha dicho que la rivalidad entre Cuba y USA se detiene?
¡Te adoramos, béisbol!
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