No es un escenario cualquiera, sino una invitación al peligro. En Arabia Saudí se celebra Fórmula 1 sobre hielo y alambres. Calles muy peligrosas que entregan un accidente pavoroso, que deja sin aliento a los aficionados de este deporte: el golpe tremendo de Mick Schumacher, el hijo de la célebre leyenda que quedó postrado por un accidente de esquí, que pudo tener consecuencias fatales y se quedó en susto. Lo deportivo también deja noticias. La primera pole de Checo Pérez, el piloto mexicano de red Bull que nunca va de comparsa aunque a su lado tenga al campeón Max Verstappen. Y ruina total para Hamilton, eliminado en la Q1 el eterno campeón de todo. carlos Sainz, que dominó las dos Q, consiguió el tercer puesto. Y Fernando Alonso escaló hacia la séptima posición.
La sensación fatalista de Mercedes respecto a la temporada se plasma en un hecho irrefutable. Hamilton cayó eliminado en la Q1. Primera ronda de la clasificación que ha franqueado con el brazo en la ventanilla durante los últimos ocho años y que ha invertido la tendencia en esta edición. El siete veces campeón del mundo lo intentó dos veces, a la desesperada en el último tramo de la tanda y ni él ni el Mercedes respondieron. Seis décimas peor que su compañero Russell, Hamilton solo atinó a pedir disculpas a su equipo. Síntoma de humildad y deportividad. «Lo siento, chicos», dijo a su garaje. Saldrá decimosexto, sin errores ni incidentes ni nada extraño. El motivo, falta de velocidad.
Es la evidencia de un retroceso en los motores Mercedes, a los que les ha sentado de pena el cambio normativo. Casi todos los coches con propulsor alemán se tambalean y navegan por la parte baja de la tabla, el McLaren se arrastra, el Williams no remonta, el Aston Martin no avanza.
Por contra los motores Ferrari se salen. El coche rojo pata negra de Leclerc y Sainz, el impresionante Bottas con el Alfa Romeo y los Haas de Magnussen y Schumacher que son solventes. También los propulsores Honda se han revitalizado, puntero el Red Bull y siempre veloz el AlphaTauri de Gasly y Tsunoda.
En zona neutral se encuentra el motor Renault del Alpine. Solo la escudería francesa monta este propulsor, sin más referencias ni pruebas, y Fernando Alonso transita por la zona media.
La Q2 depara el mismo resultado que la Q1, mejor tiempo de Carlos Sainz, sobresaliente cada vez que monta neumáticos rojos, los más rápidos. Consigue el mejor registro del fin de semana en ese momento (1.28:686) por delante de su compañero Leclerc, de nuevo los Ferrari al mando como en Bahréin.
Magnífica vuelta de Fernando Alonso en ese sector (a seis décimas de Sainz), quinto mejor tiempo solo por detrás de los dos Ferraris y los dos Red Bull.
El último tramo espera con los brazos abiertos a Carlos Sainz, que prefiere neumáticos usados rojos a nuevos. «Me he sentido mejor con neumático usado, me ha resultado más difícil gestionar el neumático nuevo». El español no consigue redondear la vuelta perfecta que sí da en las anteriores rondas y se queda tercero.
Le supera primero Leclerc, un rayo en los trámites de una vuelta, y, sorpresa, también el mexicano Checo Pérez, que se marca el giro de su vida y se regala la primera pole de su vida. «Puedo hacer mil vueltas, que nunca me saldrá una tan buena como ésta», dijo el mexicano.
