El futbolista llamado a ser la joya del Herediano encontró su desahogo en la comida caribeña y el atletismo
Jean Scott firmó su primer contrato profesional con 15 años. Él era la joya con la que Herediano quería nuevamente poner sus divisiones menores en el escenario. Jean era indiscutible en los procesos de selección menor y Jafet Soto creía muchísimo en él, al punto que lo trató más que como jugador, como un hijo.
Scott, hoy con 30 años, encontró lejos del fútbol una felicidad que él veía como impensada. No obstante, unas experiencias en la Liga de Ascenso lo hicieron entender que podía encontrar vida más allá del balón. Aunque no descarta un regreso al balompié, el exjugador vio cómo el atletismo comenzó a tener un rol protagónico en su vida. También se dedicó a crear negocios, se convirtió en un personal shopper (viaja constantemente a Estados Unidos a traer encargos) y tiene un trabajo fijo en una ventanita de comida caribeña, la cual es propiedad de su tío.
“Ya he hecho dos medias maratones y varias carreras de 10 kilómetros. Al principio, lo del atletismo comenzó como la manera de ponerme en forma porque me había descuidado un poco, pero luego le agarré el gusto y ahora tengo la meta de correr una maratón, seguramente la de Cartago”, pronunció.
Una década después exlegionario aún no supera ver cómo se comían un pescado vivo en Tailandia
Scott pertenece al equipo Santo Domingo Runners, donde le dan un plan de entrenamiento semanal. Por otro lado, sus fuentes de ingreso son la venta de comida caribeña y traer artículos tecnológicos y tenis de Norteamérica.
“El patí ha estado conmigo toda la vida, es la carta secreta para generar un extra. Mi tío abrió una ventana en Zapote. Martes y viernes tenemos rice and beans, el resto de días tenemos todos los productos tradicionales como Patí, Pan de Negro, Agua de Sapo... Todo ese tipo de cosas. Estoy en la ventana desde las 10 a. m. a las 5 p. m.”, acotó.
Al consultarle por su carrera, Jean es enfático en aceptar que mucho de lo que logró se lo debe a Jafet Soto, hoy presidente del Herediano.
“Yo con Jafet solo agradecimiento, a los 15 años me dio mi primer contrato. Él siempre se preocupó mucho por mí, yo pasé una mini crisis cuando mi abuela falleció y él me llevó a la psicóloga, me obligó prácticamente a terminar el bachillerato porque un día me dijo: ‘O estudia o no hay más Primera División’. También me dio beca en la universidad. A veces me da risa lo que la gente dice sobre él porque no lo conocen...”, expresó.
Jean valoró que sus inicios no fueron fáciles, porque aunque él nunca lo vio como una presión, siempre supo que había una fuerte expectativa sobre su nombre.
Exjugador de Saprissa arruinó su carrera por las fiestas y sufrió depresión
“Llegó un punto que no me asesoré de la mejor manera. En algún momento tomé un par de decisiones que no eran debía tomar, hay cosas que uno se arrepiente, pero no dejo de agradecer lo que viví. Cuando salí de Herediano, ellos no querían finiquitarme sino mandarme a préstamo, pero una persona me dijo que finiquitara y que me conseguiría equipo y yo no debí hacer eso. Tenía que quedarme en Herediano, pero bueno, así pasó”, finalizó.
Jean Scott no descarta volver al fútbol si un proyecto llamativo lo seduce.
“Yo hacía goles feos, pero los hacía, eso no se pierde”, concluyó entre risas. Aunque no esconde que su vida lo tiene muy contento, ya que disfruta todavía del deporte, continúa vendiendo comida caribeña y disfruta de su hijo, Tyler Scott, quien con siete años ya hace sus primeras armas como futbolista.