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Nadal sufre ante Pella para alcanzar las semifinales

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Para explicar lo que significa Rafael Nadal en tierra batida, valdría de ejemplo el primer set contra Guido Pella. El argentino hizo todo y más para ganarle: sacó el mejor tenis de su vida, impactó golpes que podrían llevar la propia marca del balear, presionó al rival al resto, le rompió el saque cuatro veces, llegó a ponerse 4-1. Y aún así, perdió. Ni jugando mejor que nunca contra un Nadal espeso, con demasiadas grietas con el saque, con poca contundencia con sus golpes ganadores tienes todas las papeletas para ganar. Con que solo tenga una el español, es suficiente. Lo normal, en tierra, es que pierdas contra Nadal. Nadal/@RafaelNadal /(????@TennisTV ) #RolexMCMasters pic.twitter.com/k9acy2IMC4— doublefault28 (@doublefault28) April 19, 2019Después de tener dos rondas plácidas, ante Roberto Bautista y Grigor Dimitrov, Nadal se encaró con un Guido Pella con muy buenas sensaciones, pero que se había dejado mucho desgasta para alcanzar la ronda de cuartos. Sin embargo, el argentino no acusó el cansancio y brindó un auténtico recital de golpes ganadores que atosigaron al español en los primeros compases de partido. En los tres primeros juegos, tres roturas consecutivas, y la sensación de que a Nada se le torcía el gesto con más frecuencia, señal de que su tenis no iba tan fino como en rondas anteriores. Así se evidenció en el marcador. Pella pegaba a su gusto, alegre, despreocupado, muy sólido y con un juego muy parecido al del español, pero con más mordiente y efectividad. A Nadal se le atascó el saque y la derecha; no supo mandar en los puntos y se vio con un peligroso y atípico 1-4. Sobre todo si se tiene en cuenta que el año pasado solo se dejó 21 juegos para levantar el título. Pero ante Nadal, si no compras todas las papeletas, te arriesgas a que todo cambie en un solo golpe. Pella tuvo dos bolas de break para hacerse con el 5-1 y saque. Pero Nadal sacó la bravura con la que se ha ganado los títulos y el respeto del planeta tenis para apagar el peligro. Y si no acabas con él, el balear acaba contigo. Don Rafael Nadal Parera, capítulo... ¿alguien lleva la cuenta?pic.twitter.com/hvpmhpDWEI— Angel Gª Muñiz (@agarciamuniz) April 19, 2019De ese casi 1-5, Nadal comenzó a pegar con corazón y más entereza. Por fin el revés lideraba los puntos. Por fin el saque respondió. Por fin la derecha hacía daño. Por fin su rival se echó medio pasito hacia atrás. A partir de ahí, peldaño a peldaño, el número 2 del mundo empezó su remontada particular. Con juegos que superaron los ocho minutos de duración y continuos vaivenes de ventajas a favor y en contra, ese casi 1-5 se convirtió en 5-5. Pella incluso tuvo la opción de llevarse el set con su saque, pues volvió a doblegar el servicio de Nadal y ponerse 6-5. Pero cuesta ganar al número 2 del mundo y llegó el tie break. Y ahí, la experiencia del balear aplastó al argentino. Pella entendió contra quién estaba jugando. Y el segundo set, aunque siguió deslumbrando a la parroquia, entusiasmada con el partidazo, ya no tuvo la efectividad del primero. Nadal, que ya no quiso pasar más apuros, se lo impidió con un juego más profundo y directo, con más rabia y muchas más piernas. Que el servicio es algo que todavía no ha adaptado a la tierra se comprobó con 5-2. A Nadal se le volvió a atascar ese primer golpe, concedió dos dobles faltas seguidas y tuvo que esperar al siguiente juego, al resto, para atrapar las semifinales. El desgaste está ahí: dos horas y veinte de batalla. Pero el premio, también: penúltima ronda y sin Novak Djokovic en el horizonte, apeado por Daniil Medvedev. El sábado, Coric o Fognini.
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