Acoso y discriminación terminaron con sueño olímpico de Teresa Ixchel
Teresa Ixchel era una joven promesa del atletismo nacional, ganadora de decenas competiciones de nado artístico, pero la realidad envuelta en acoso, maltrato psicológico rompió su prometedor futuro y su sueño olímpico.
A sus 7 años decidió que su pasión sería la natación artística. Su dedicación y constancia rindieron frutos a sus 12 años cuando se volvió parte de la selección nacional de Natación Artística o Nado Sincronizado, en donde fue multimedallista, ganando competencias en los panamericanos de Toronto 2015 y Perú 2019, en los Juegos Centroamericanos 2018, en la serie mundial 2018 y 2019, entre otros eventos deportivos tanto nacionales, como internacionales.
Pese a su gran rendimiento como deportista, la ex nadadora artística, tuvo que sufrir el nepotismo, así como el abuso de poder de quien desde el 2017 fue su entrenadora Adriana Loftus, con quien tuvo que lidiar por varios años hasta que decidió alzar la voz para defender su integridad como persona y deportista.
En entrevista para MILENIO, Teresa Ixchel denunció ante las autoridades deportivas nacionales que durante todos esos años sufrió los comentarios ofensivos que realizaba hacia ella y sus compañeras, incluso llegó a recibir comentarios despectivos sobre su aspecto físico y hasta por su color de piel.
“Me empezó a agredir mucho con lo físico, a discriminar bastante, veía como discriminaba a compañeras hasta por su color de piel, a mí me decía ´tú no puedes ser parte del dueto, no alcanzas la estatura´, me hizo comentarios como ´brazo corto´, ´pierna corta´” comentó.
Durante dos años, la deportista tuvo que vivir esta situación para poder llegar a cumplir su sueños de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero la presión ejercida por Loftus fue demasiada y a principios de este año presentó una denuncia ante el Ministerio Público, lo que le resultó contraproducente porque fue vetada del equipo nacional de natación artística, causándole una gran depresión y trastornos alimenticios.
A su salida de la selección nacional, Teresa Ixchel tuvo que lidiar con problemas físicos y psicológicos, pero también con la impotencia de saber que no había resolución de su caso ni con las autoridades deportivas ni ministeriales, pese a que más atletas de su disciplina habían decidido alzar la voz.
Esto la orilló a la condena social y a través de redes decidió dar a conocer su caso, con la esperanza de ser escuchada y de ayudar a jóvenes deportistas a entender que el físico no define tu calidad como deportista, ni el rendimiento que puedes dar dentro de cualquier deporte.
“Los estereotipos no tienen nada que ver con tu talento y eso lo han demostrado muchísimos atletas, muchísimas personas como bailarines o también basquetbolistas", dijo.
Teresa Ixchel confió en regresar a la disciplina de sus amores, pero por ahora seguirá alzando la voz por las mujeres desprotegidas y violentadas para que se sepa que “el alto rendimiento, no es igual a sufrimiento”.