“Los Trapos del Nacionalismo”
El hecho: Las boxeadoras olímpicas mexicanas, Brianda Cruz y Esmeralda Falcón, hallaron uniformes del equipo de sóftbol femenino mexicano en bolsas de basura dentro de la villa olímpica. Los subieron a redes sociales.
El grito patriótico: vemos a Brianda envuelta en la raída bandera de Juan Escutia, pero con logos de McDonalds, Coca Cola y Pizza Hut.
El himno nacional suena de fondo con arreglos de reguetón y autoría de Daddy Yankee. Brianda imagina ser Rose -la personaje del Titanic -parada en la proa, con los brazos abiertos para decir:
“Este uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas.
Todos los deportistas mexicanos anhelamos portarlo dignamente, y hoy tristemente el equipo mexicano de sóftbol lo dejó todo en la basura de las villas olímpicas”.
La pugna: “Nos valen madre las excusas, gritaron los más. ¡Todo el peso de la ley sobre estas traidoras!”
El resultado: ¿Cómo sintieron las 14 de las 15 integrantes del equipo de sóftbol - de origen México americano- los epítetos racistas y clasistas que sepultaron cualquier explicación racional de lo ocurrido? ¿Cómo explicarles que ganó la víscera nacionalista y olvidamos que varias de ellas optaron por jugar con México en lugar de EU; llevaron al equipo al 5º lugar del ranking mundial y obtuvieron el 4º lugar en las olimpíadas?
¿Cómo decirles que con uniformes en la basura o no, su amor y orgullo por México es inferior al nuestro?
El olvido selectivo: Ellas son descendientes de mexicanos que expulsamos del país so pena de condenarlos a vivir en el círculo de la pobreza eterna.
Si, son los paisanos que maltratamos y abusamos cuando regresan a visitar sus parientes en México.
Son, también, los que nos envían remesas por 40 mil 600 millones de dólares anuales para paliar la pobreza de México y superar lo que recibimos por inversión extranjera directa y venta del petróleo crudo.
El aprendizaje: estos trapos olvidados en la basura explicitan las tendencias violentas, racistas y clasistas del nacionalismo. Cuidado.