Baile de la Rosa 2025: De Carolina de Mónaco a Carlota Casiraghi, los vestidos más elegantes de la velada de lujo
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Este sábado 29 de marzo, la familia Grimaldi ha vuelto a dar la bienvenida a la primavera con su tradicional Baile de la Rosa que este hace celebra su 69ª edición. Un acontecimiento social que marca el inicio de la estación de las flores en el Principado de Mónaco y que preside la Familia real monegasca. Una de las citas más emblemáticas del Principado que en esta ocasión ha tenido lugar en la Salle des Étoiles del Sporting de Montecarlo , convertida en un paraíso tropical caribeño gracias al impecable trabajo del diseñador Christian Louboutin, quien ha ejercido como director artístico de la velada. Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi, Charlène de Mónaco, Alexandra de Hannover o Beatrice Borromeo, entre otros asistentes, han deslumbrado con sus diseños de alta costura en los que el color, los brillos y los tejidos vaporosos han sido grandes protagonistas. La elegancia de Carolina de Mónaco es siempre protagonista en esta comentada cita. Para esta ocasión, Carolina lució por un vestido blanco de hombro asimétrico perteneciente a la colección de Alta Costura de Chanel . Un estilismo que guardaba además un homenaje, pues optó por colocar una de sus joyas más recordadas que según medios especializados habría sido un regalo del fallecido Karl Lagerfeld a la princesa. Se trata de un broche en forma de ramillete de juncos que fue creada a finales del siglo XIX por la histórica joyería Chaumet . El ex director creativo de Chanel la habría comprado en una subasta en 1986 para regalársela a su gran amiga y musa, quien empezó a usarla en los noventa. En 1999, por ejemplo, se lo puso para el Baile de la Rosa de ese año, concebido por Lagerfeld como un homenaje a Raniero III por sus 50 años de reinado. Su hija, Carlota Casiraghi parece haber heredado tanto el elegante estilo de su madre como la pasión por la moda y las grandes firmas francesas. También vestida de Chanel , Carlota apostó por un diseño de satén negro con corsé enjoyado, uno de los más elegantes de la velada. Por otro lado, Alexandra de Hannover puso la nota de color a la noche con un Auténtico vestido de princesa, color rosa incluido. La hija pequeña de Carolina de Mónaco escogió para la ocasión un vestido en color rosa chicle de Giambattista Valli alta costura, con corsé ajustado y una falda etérea, un estilismo con el que parecía salida de un cuento. La joven, llevó además un exclusivo collar de diamantes de Cartier, se trata de un diseño en forma de lluvia con 492 diamantes montados sobre oro blanco cuyo valor supera los 350.000 euros . La princesa estuvo acompañada de su novio, el alemán Ben- Sylvester Strautmann , y posó al comienzo de la velada con todos sus hermanos excepto Pierre Casiraghi, quien este año fue el gran ausente del baile. Beatrice Borromeo , mujer de Pierre Casiraghi , el tercer hijo de la princesa Carolina de Mónaco , hizo su apuesta firme por el color rojo con un vestido de inspiración griega firmado por Dior . Se trata de un diseño de la colección de alta costura de primavera-verano 2020 de la firma que la aristócrata combinó con un llamativo juego de joyas de Tiffany & Co de Jean Schlumberger . Joyas que llevó también en su pelo, donde la italiana lució, prendido en la trenza, una de las creaciones más famosas del legendario joyero: el broche en forma de pájaro subido a una roca que Schlumberger diseñó en 1965 para el famoso Diamante Tiffany inspirándose en una cacatúa que avistó en su casa de Guadalupe. La princesa Charléne ha sido una de las que más ha cumplido con la temática de este año. La esposa del príncipe Alberto, que el año pasado también logró posicionarse como la mejor vestida de la noche con un mono de lentejuelas de estilo disco , apostó en esta ocasión por un vestido de terciopelo con escote palabra de honor en color negro y un sobrevestido tipo túnica con encajes y bordados florales en color verde de Dolce & Gabbana . Iniciado en los años 50 por la princesa Grace, el Baile de la Rosa sigue siendo uno de los eventos más esperados de la agenda social internacional. Más allá de la opulencia y el glamour, la gala mantiene su espíritu solidario, destinando los fondos recaudados a la Fundación Princesa Grace, que apoya a niños en situación vulnerable y financia programas humanitarios. Los más de 800 afortunados invitados llegados de todo el mundo pagan una entrada de unos 1.800 euros por persona y la lista de espera par acceder es muy larga. A lo largo de la noche, hay una rifa benéfica a favor de la Fundación Princesa Grace , a la que se han donado más de 30 millones de euros a lo largo de los años . Y entre los premios más codiciados de la noche, hubo u collar de diamantes Chanel, estancias en el Principado o accesorios Dior, Louis Vuitton y Louboutin, entre otros regalos.