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«La vuelta al mundo en 64 días... ¡es una locura!»

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El ganador de la décima edición de la Vendée Globe, Charlie Dalin, ha entrado en la leyenda de la regata. Después de 64 días a un ritmo vertiginoso, el francés de 40 años tiene su nombre en el trofeo. Con una precisión notable, unas estrategias audaces pero cuidadosamente medidas y su rigor científico característico, Dalin ha conseguido una victoria increíble que le ha hecho rebajar en nueve días el récord de la circunnavegación en solitario . Tras su segundo puesto en la pasada edición, Charlie Dalin encarna la perseverancia, la resistencia y la incansable búsqueda de la perfección. —¿Cómo se siente después de esta victoria increíble? —Bueno, las emociones son indescriptibles. ¡Es el resultado de tanto trabajo! Estoy feliz de haber ganado esta Vendée Globe, este verdadero monumento de las regatas oceánicas, y de unirme a este club tan exclusivo de ganadores. Hace cuatro años estuve muy cerca, pero Yannick (Bestaven) ganó. Esta vez soy yo y es una victoria para todo el equipo Macif. ¡Es genial! Hoy soy el hombre más feliz del mundo, eso es seguro. Son emociones locas, nunca me había sentido así antes. Cruzar la línea de meta con la luz del amanecer brillando sobre un agua perfectamente tranquila, el barco deslizándose. Ha sido simplemente fabuloso. Una explosión de emociones en mi cabeza: una alegría inmensa. ¡Es, de lejos, el final más hermoso de toda mi carrera! —¿Qué sentimientos ha experimentado? —Es una mezcla de euforia, alegría inmensa y orgullo, sobre todo por el trabajo realizado por todo el equipo y el apoyo incondicional de Macif. Luchamos durante cuatro años por este proyecto. Desde el diseño del barco hasta su desarrollo, pasando por su optimización, es un esfuerzo colectivo. Me lo he pasado muy bien en el agua. He tenido mucha suerte en esta vuelta al mundo: el barco vuelve en perfecto estado. Sigue al 100% de su potencial, con sus dos foils, todas sus velas y sus sistemas funcionando. Por supuesto, he tenido algunos problemas, pero he conseguido repararlo o sustituirlo todo. Esto me ha permitido remontar el Atlántico en modo carrera. La competición era exactamente lo que buscaba en esta Vendée Globe. El enfrentamiento con Yoann (Richomme) ha sido excepcional. Entre nosotros, se ha decidido por muy poco, frente a Cabo Frío, un lugar donde los modelos meteorológicos son muy malos o incluso nulos. Al final he batido este récord gracias a él, porque nos hemos esforzado constantemente para dar lo mejor de nosotros mismos. Hasta el final, no se gana nada. Hemos navegado a toda máquina durante toda la vuelta al mundo, lo que nos ha obligado a mantener un ritmo increíble. Me siento como si hubiera salido anteayer. Esta victoria es, sobre todo, la de todo el equipo Macif. —¿Está sorprendido por las diferencias respeto a otros favoritos, como Thomas Ruyant, Jérémie Beoyou y otros? —Sí y no. Los barcos son muy rápidos cuando las condiciones son favorables y muy lentos cuando no lo son. Esta diferencia es dura para ellos. No es un reflejo de una diferencia de nivel entre nosotros. No tuvieron la misma suerte con la meteo en el océano Índico. Se encontraron un poco rezagados en un momento en el que no deberían haberlo estado. Para Yoann y para mí, todo siguió a partir de entonces de manera bastante virtuosa, mientras que para ellos siguió una espiral descendente bastante mala. No vivimos la misma Vendée Globe. En el Gran Sur nunca tuve más de 40 nudos. Realmente viví condiciones bastante excepcionales. Probablemente tuve el océano Austral más fácil de toda la flota. —El barco terminó en buenas condiciones, ¿y usted? —La única lesión que sufrí fue una aguja de reparar velas que me clavé profundamente en el pulgar mientras reparaba una vela cerca de Nueva Zelanda. Tenía miedo de que se me infectara, pero todo salió bien. A veces salía volando hacia delante debido a los movimientos del barco, pero nunca me lesioné gravemente. Incluso creo que estoy un poco menos cansado que hace cuatro años, sin duda gracias a la experiencia. Dicho esto, ¡la euforia actual probablemente enmascare mi verdadera fatiga! —¿Se imaginaba conseguir completar la vuelta al mundo en 64 días? —Batir el récord es la guinda del pastel. El objetivo principal siempre ha sido ganar. Sabía que los barcos eran capaces de dar la vuelta al mundo en menos de 70 días, pero ¿64? ¡Es una locura! Hemos conseguido unos promedios bastante fabulosos. Sin duda hemos marcado un nuevo nivel con estos barcos y es muy divertido jugar con los sistemas. Es un privilegio que antes estaba reservado a los multicascos. Esta nueva situación permite realmente que la Vendée Globe alcance una nueva dimensión. Además, las condiciones meteorológicas fueron muy favorables, sobre todo en el Sur y en la subida al Atlántico. Recordaré durante mucho tiempo esa enorme depresión en el océano Índico. Fue decisiva. Elegí surfearla para mantenerme en cabeza y dio sus frutos. Luego, la batalla con Yoann hasta la meta fue memorable. —¿Cuál ha sido su momento favorito? —El descenso del Atlántico sigue siendo un momento mágico. Navegar en solitario en este magnífico barco fue extraordinario. Otros momentos dejaron su huella en mí, como doblar el cabo de Hornos durante el día o lidiar con la gran depresión del océano Índico. Aunque fue agotador, fue fascinante. La batalla con Yoann en el Pacífico y en el Atlántico fue increíble, me recordó nuestros años en el Figaro. No faltaron los momentos difíciles, como reparar una vela crucial en condiciones extremas cerca de Nueva Zelanda o lidiar con una grieta de 1,50 metros en el casco, que requirió una reparación de composite. Afortunadamente, cada problema tuvo una solución y pude seguir atacando. —¿Cuándo se creyó que realmente iba a ganar? —Realmente en el último momento. Hace cuatro años, hasta la última tarde, pensé que ganaría, pero finalmente ganó Yannick. ¡Esta vez, solo me permití creerlo cuando crucé la línea de meta! —¿Volverá a la Vendée en cuatro años? —¿Por qué no? No lo descarto. Hace cuatro años, el deseo de volver fue inmediato, pero la dinámica fue diferente: me quedé a 2 horas y 30 minutos de la victoria. Esta vez, simplemente voy a disfrutar de la sensación de éxito. —¿Qué es lo siguiente? —En primer lugar, voy a dar la bienvenida a Yoann y Seb (Simon). Luego, probablemente la semana que viene, voy a disfrutar de poder descansar en mi sofá, aunque creo que pronto volveré a las oficinas de para informar sobre la regata y decidir las modificaciones que se harán al barco para que sea aún más eficiente para las próximas dos temporadas.

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