Jérémie Beyou, «cada vez estoy más enamorado de la Vendée Globe»

Con la mar llana y un viento del norte de 12-13 nudos de intensidad, aparecía en el horizonte el espectro negro del «Charal» rumbo a la llegada, que acabaría cruzando la línea en el decimotercera posición de la novena edición de la vuelta al mundo a vela en solitario sin paradas ni ayuda externa Vendée Globe 2020-2021; iniciada el pasado 8 de noviembre de 2020 con una participación de 33 navegantes, de los que han quedado 25 en regata, faltando por entrar diez cuando es sábado 6 de enero de 2021.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/v-MLHGLZVGw" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe> “Psicológicamente, no fue fácil. Preparas toda una campaña y por una vez, con Charal, con este equipo, con este barco, podría haber tenido una oportunidad. No puedes borrar eso de tu memoria. Tuve que gestionarlo lo mejor posible, para que no se apoderara de mí y me impidiera seguir manteniendo el barco en movimiento. Los pensamientos positivos finalmente se apoderaron de mí. Y al final, sabes que la historia es así y simplemente disfrutas del momento. Es una experiencia larga, se pasa por todos los estados en una Vendée Globe. Y hoy estoy en mucha mejor forma que hace 80 días cuando me puse en marcha de nuevo”. <iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/dJnoO5g4Pnw" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe> Jérémie Beyou ha pasado por una montaña rusa durante toda la regata, tal como lo hemos comentado en el artículo: Mañana se espera la llegada de Jérémie Beyou y Romain Attanasio (abc.es) Antes de partir el pasado 8 de noviembre, comentaba el patrón del «Charal»: "Un día me gustaría ganar esta regata. Si no es esta vez, será otra"; pues al no haber sido en esta edición esperemos que lo logré dentro de cuatro años. Las estadísticas de su participación arrojan los siguientes datos. Una velocidad media de 11,31 nudos sobre un recorrido teórico de 24.365,74 millas. Respecto al fondo ha recorrido 29.728,45 millas a una velocidad media de 13,80 nudos. Y ha sido líder de la flota entre los días 8 y 9 de noviembre durante 13 horas, el día 10 durante 7 horas. El IMOCA «Charal» es diseño netamente de los arquitectos navales VPLP, que fue construido por los astilleros CDK en Port La Foret en 2018, puesto en el agua ese mismo año el 20 de agosto y uno de los favoritos a la victoria final de la Vendée Globe. Un barco que ha tenido un periodo largo de optimización debido a su alto potencial como así lo ha demostrado Jérémie Beyuo ganando la Fastnet y el Défi Azimut y finalizar tercero en la Transat Jacques Vabre durante la temporada de 2019. Y meses antes del inicio de la vuelta al mundo en solitario paso un tiempo en el astillero para optimizar su rendimiento al trazado de esta regata en la que el 80% es con vientos de rumbos abiertos y portantes. Ganar o perder una Vendée Globe no es algo extraño para Beyou. Antes de ganar La Solitaire Du Figaro participó en nueve ediciones de esta regata, así que no sabe cuándo ganará una vuelta al mundo en solitario. Ha participado en cuatro ediciones Vendée Globe: en 2008-2009 con el «Delta Dore» que tuvo que abandonar por rotura de crucetas en el mástil, en 2012-2013 con el «Maître CoQ» abandono por avería en la quilla, en 2016-2017 finalizó en tercera posición «Maître CoQ 2», y en 2020-2021 en el puesto 13 «Charal». “Esa es mi historia, pero hay otras regatas que llegaron más fácilmente. No hay reglas. Al ver el podio de hoy, sin ofender a nadie, no creo que mucha gente hubiera apostado por ello. Por experiencia, me cuesta mucho soltarme antes de llegar, así que, si hay que hacer nueve ediciones, quizá llegue dentro de mucho tiempo. Espero estar en la próxima edición. A la hora de partir, podría haber estado disgustado porque la experiencia no fue fácil de gestionar. Fui con mucha humildad y descubrí el orgullo de jugar pequeñas batallas cotidianas. Esto me hizo estar un poco más enamorado de esta regata. Y con la pequeña frustración en la clasificación, me dan más ganas de volver la próxima vez. En anteriores regatas de la Vendée Globe, apenas me comunicaba con mis rivales. Cuando compites en la parte delantera, hay un aspecto psicológico, un poco de intoxicación. Si hablas con los patrones de al lado, puedes mostrar tus debilidades, así que prefieres cerrar las escotillas. Cuando estás en la parte de atrás, hay menos presión. Quería intercambiar, ver su forma de ver las cosas, entender lo que hacían. Mi ídolo es ex – jugador de baloncesto Michael Jordan (En la actualidad es propietario del equipo de la NBA los Charlotte Hornets. Es considerado por la mayoría de los aficionados y especialistas como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos), que siempre juega a ganar, si no, no juega. Fue entonces cuando descubrí que se puede jugar, no para ganar, sino para seguir con tu proyecto, tus ideas, tus convicciones, para seguir contigo mismo. Para eso están estos patrones”. Se podría pensar que Jérémie Beyuo estaba cometiendo un error cuando tuvo la avería en el «Charal» volviendo a puerto y nueves días más tarde partir de Le Sables de´Olonne cuando los últimos de la flota estaban a 1.300 millas de distancia y el primero a 2.670 millas. La realidad es que la hizo porque tenía que saber si todas las mejoras que se hicieron al barco funcionarían durante toda una vuelta al mundo. Y más de tres meses más tarde ha podido comprobar que los foils de tercera generación y la estructura del barco no se ha movido: “Con estos grandes foils, el barco tiene que estar correctamente estructurado, hay que equilibrar las masas, gestionar las cargas, el piloto automático... Hay todo un desarrollo que hace que funcione y este es el caso, fuimos los dos barcos más rápidos junto al «Occitane en Provence». Cuando encuentras el ángulo correcto, los ajustes adecuados, ¡es mágico! Fue una oportunidad para probar cosas. Por eso era importante dar esta vuelta al mundo”. Todos los patrones que han participado en esta vuelta al mundo con foils en sus veleros han comentado lo difícil que ha sido mantener una velocidad media estable en los mares australes, especialmente con olas y vientos fuertes. Beyou también lo confirma, lo complejo que es mantener un equilibrio con veleros tan rápidos durante el mayor tiempo posible. Tienen que toparse con las condiciones adecuadas para poder pasar los frentes a toda velocidad, cuando lo logran es un momento de plenitud para los marinos. Por ahora quedan cuatro IMOCAS con foils por cruzar la línea de llegada, están situados en la zona de las Azores. Y el que también ha finalizado tras el «Charal» es el «PURE - Best Western Hotels & Resorts®» de Romain Attanasio, velero que no lleva “foils”. Dentro de unos meses, o antes, la Clase IMOCA y la propia Organización de la Vendée Globe tendrán que empezar a posicionarse sobre cual será el futuro de este OPEN 60. La dicotomía entre máxima libertad en el diseño y construcción de los barcos (ahora ya tiene limitaciones respecto al mástil y la quilla pendular), o que aparezcan más limitaciones para que las diferencias entre los que utilizan foils y los que llevan derivas rectas no sea más dispar. El aviso ya lo lanzó Jean Le Cam con el precio desorbitado de 7 millones de euros para un IMOCA nuevo.