El príncipe, la poeta y la hijastra, tres modelos que rompen moldes

Tres décadas atrás, aquello de «mamá, quiero ser artista...» que entonara Concha Velasco se puso demodé. Las niñas soñaban con ser modelos y si le añadían el prefijo «súper», quedaba estupendo. Las pasarelas resultaban bastante más acogedoras que los escenarios y lo que parecía extraño y alternativo acabó enredándose en el mainstream, como tantas otras cosas, como aquello de ser de Gijón, estar en un grupo indie y cantar en inglés. La diferencia es que lo que antes asombraba –mujeres espectaculares cuyas medidas se ajustaban al 90-60-90–, ahora no ha llamado tanto la atención como el fichaje, para la agencia de modelos más poderosa del mundo, de una chavala con nombre de leyenda del jazz, vestida de croché, con las axilas sin depilar, un extraño corte de pelo y enormes gafas de miope: Ella Emhoff (21 años). Unos días antes, la misma agencia realizó otro contrato de relumbrón, el de la poeta y activista californiana Amanda Gorman (22), potente voz del nuevo feminismo y la diversidad, y cuya entrada en la nómina de IMG Models ha sido celebrada con entusiasmo por la mismísima Gigi Hadid . Y ahí están, codeándose con las tops más cotizadas –Bella Hadid, Giselle Bündcher, Karlie Kloss– y algunas supervivientes de la era de las supermodelos –Kate Moss, Karen Elson o Stephanie Seymour –. ¿Sus respectivos cachés? De momento son una incógnita, pero el impacto publicitario de ambos fichajes podría cuantificarse en millones. Ella, en una imagen de sus redes sociales - INSTAGRAM Ella Emhoff y Amanda Gorman fueron las protagonistas no políticas de la investidura de Joe Biden (78) como el 46 presidente de EE.UU. en las escalinatas del Capitolio, apenas quince días después del asalto de un descacharrante ejército de «trumpistas» a la sede de la soberanía nacional. Y Emma llamó más la atención por su bonito abrigo con gran cuello bebé de Miu Miu y su vestido de Batsheva Hay –que no eligió ella, sino los estilistas Jill Lincoln y Jordan Johnson– que por su condición de hijastra de la señora vicepresidenta, Kamala Harris (56), a quien se refiere como «Mamama». Kama Harris con su marido, Douglas Emhoff, y sus hijastros Ella y Cole - INSTAGRAM Hija del aguerrido abogado Douglas Emhoff y su primera esposa, Kerstin Mackin, y estudiante de último curso de Arte de la Escuela Parsons de Nueva York, los ejecutivos de IMG se fijaron en la nueva chica de moda meses antes de romper con su presencia la monotonía indumentaria de Washington D.C., el pasado 20 de enero. Ivan Bart, presidente de la agencia, ha asegurado a NBC que la conoció el verano pasado durante una recaudación de fondos políticos. En su opinión, es un «icono de nuestro tiempo», pues «comunica el presente. Transmite descaro y alegría». Tatuajes, ceráminca y ganchillo Emhoff, que como muchas adolescentes lidiaba con una baja autoestima, ha confesado a «The New York Times» que siempre se sintió «intimidada y aterrada en un mundo que está hiperconcentrado en el cuerpo». La preocupación de la nueva familia vicepresidencial por el rumbo que ha tomado la vida de la joven artista ha durado un suspiro: «Han visto que ese mundo (la moda) está cambiando y creo que están muy emocionados de poder formar parte de ello». Mientras tanto, su número de seguidores crece como la espuma en su cuenta de Instagram (la cifra se ha disparado hasta los 373.000), donde muestra sus habilidades como tejedora de pantalones multirayas, bolsos con piolines, gorros a lo Pussy Riots, biquinis, vestidos o jerseicitos para bebés. Todo ello, a la venta a través de una tienda on-line en la que figuran las tallas, aunque no los precios (www.ellaemhoff.com). Recientemente sorteó un par de pantalones a beneficio de For The Gworls, asociación que recauda dinero para personas trans negras. También pinta, tatúa y hace cerámica. Con la vicepresidenta guarda una relación muy estrecha. Cuando cursaba Secundaria, su padre presentó a la nueva vicepresidenta a Ella y a su hermano Cole. Kamala Harris no se ha perdido los partidos de baloncesto o las competiciones de natación de sus hijastros y no resultaba extraño verla en la grada junto a Kerstin, madre biológica de los chicos. Según «The Washingtonian», hasta el estallido de la pandemia los domingos por la noche estaban reservados a las cenas familiares: Kamala se ponía al frente de los fogones y a Ella le dejaban preparar el postre. Ahora, siguen la rutina vía Zoom, cada uno desde su casa. Amanda Gorman recita su poema en la inauguración de la presidencia de Biden - INSTAGRAM A Amanda Gorman, primera Poeta Juvenil Laureada Nacional de Estados Unidos en 2017 y graduaba en Sociología con honores por la Universidad de Harvard, le bastaron cinco minutos para convertirse en un icono no solo por recitar durante la ceremonia de inauguración de la presidencia su poema «The hill we climb» («La colina que escalamos»), sino también por su abrigo amarillo de Prada que, por cierto, no estrenó en tan solemne ocasión: el pasado 1 de octubre, la activista agradecía a la marca italiana, desde sus redes sociales, el regalazo con un posado y por haber «dando a esta pequeña escritora encerrada algún incentivo para pavonearse». Gorman psando con su abrigo de Prada - INSTAGRAM Su nuevo momentazo será en la final de la Super Bowl, el 7 de febrero en el Estadio Raymond James de Tampa (Florida), donde recitará un poema escrito en homenaje a los tres capitanes honorarios que abrirán el lance entre los Tampa Bay Bucaneer y los Kansas City Chiefs: una maestra, una enfermera y un marine jubilado. Hace tres años, Amanda expresó su voluntad de presentarse a la presidencia de EE.UU. en 2036. Para entonces, tendrá 38 años. Nicolás de Dinamarca en el último desfile de Dior Homme en París - DIOR En la vieja Europa, las agencias de moda también se han abierto a la diversidad no solo en los que respecta a las tallas, edades o género. También en la cuna. Porque nacer en el seno de una dinastía real (la Casa de Glücksburg, fundada en 1825) y lucir un título nobiliario no parecen casar con los desfiles o las sesiones de fotos. Pero el Príncipe Nicolás (21), conde de Monpezat, nieto de Margarita de Dinamarca y octavo en la sucesión al Trono danés se toma muy en serio su condición de modelo. Cuando debutó en la Semana de la Moda de Londres de 2018 en la pasarela de Burberry, por empeño del diseñador Christopher Bailey, más de uno apostó a que no resistiría un desfile. Pero ahí sigue, con un estupendo portfolio en la agencia danesa Scoop Models, donde figuran sus desfiles para Dior, sus portadas para Vogue o sus publicidades para Louis Vuitton. Mide 1,89 metros y su patrimonio neto supera de largo el millón de euros. Nicolás con su padre, el Príncipe Joaquín, y su madrastra la Princesa Marie - GTRES Nicolás de Dinamarca tenía 6 años (su hermano Félix, 3) cuando sus padres, el Príncipe Joaquín y la hongkonesa Alexandra Manley, se divorciaron. Aunque la ruptura fue una sorpresa y acaparó titulares que añadieron tensión en la corte danesa, la Reina Margarita decidió que su exnuera conservara el título de Alteza Real mientras siguiera soltera. Manley, con su nueva boda en 2007 con un fotógrafo 15 años más joven que ella, Martin Jorgersen, perdió el título título de princesa y ganó el de condesa de Frederiksborb, mientras que Joaquín de Dinamarca se casaba con la francesa Marie Odile, con quien ha tenido otros dos hijos. Ahora Joaquín de Dinemarca vive en París, tras superar un derrame cerebral en junio de 2020. Su hijo Nicolás, quien además de modelo se ha graduado en la Escuela de Nogocios de Copenhague, ha dedicido permanecer en su país natal, donde comparte piso con su novia de siempre, Benedikte Thoustrup, hija del presidente de Sydbank, uno de los mayores bancos de Dinamarca.