Naufraga la Barcelona World Race
Nuevo jarro de agua fría para la proyección internacional de la capital catalana. Con el «procés» como telón de fondo, el torneo de vela Barcelona World Race de 2019 ha quedado suspendido. Tras el anunció, todos los partidos catalanes aprovecharon para cargar los unos contra los otros. Sin embargo, extremos tan opuestos como el PP y el PDeCat se pusieron de acuerdo en señalar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como responsable último de la cancelación que, a su vez, culpa al Gobierno. Y en este intercambio de reproches, el patronato de la Fundación Navegación Oceánica de Barcelona (FNOB) explicó que las dificultades para encontrar patrocinios y la inestabilidad política han hecho imposible la organización del evento.
La Barcelona World Race, en cualquier caso, es una regata de vuelta al mundo a vela con dos tripulantes y con salida y llegada en Barcelona. Según la organización, el pasado 22 de marzo por común acuerdo en una reunión del patronato, constituido por el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio de Barcelona, el Puerto de Barcelona y la Fira de Barcelona se tomó la decisión. «Una serie de circunstancias desfavorables han propiciado que el patronato haya tenido que tomar esta dolorosa decisión», indicó la organización. El FNOB añadió que «Los patrocinadores potenciales han manifestado su desconfianza al no poder estar seguros de contar con el apoyo institucional que necesariamente debe garantizar un evento deportivo de estas dimensiones, que requiere una fuerte inversión en patrocinio privado, y que es, en definitiva, la única fuente de financiación de la regata». Explican, además, que la consideración de la Barcelona World Race como evento de excepcional interés público en los Presupuestos Generales del Estado, solicitada en 2015, se ha visto retrasada a causa de la prórroga de las cuentas y la convocatoria de nuevas elecciones. Barcelona, en cualquier caso, pierde un impacto económico de unos 23 millones de euros mientras pone su mirada en la siguiente edición de la regata prevista para 2022-23.
Los organizadores del evento lamentan tener que recurrir a la suspensión de la regata ya que, según afirman, ésta prometía contar con una interesante participación internacional. De hecho, siete equipos habían confirmado ya su participación y disponían del presupuesto necesario para hacerlo, y otros once equipos se encontraban en el proceso final de captación de recursos. Así, la fundación insiste en que la suspensión no se debe a la falta de interés de equipos participantes, ni de patrocinadores interesados, ni de apoyo internacional, «sino a la imposibilidad de concretar el patrocinio en los plazos estipulados».
Tras conocerse la noticia, comenzó el intercambio de golpes. Al fin y al cabo, falta apenas un año para las elecciones municipales. La concejal del PDeCat, Maite Fandos, responsabilizó tanto al Gobierno como al Ayuntamiento. «Ha habido dejadez y falta de voluntad por parte del Estado para apostar por este evento», aseguró Fandos, quien, además, aseguró que el Gobierno no apuesta por nada que se haga en Cataluña. La concejal afirmó, a su vez, que el gobierno de Colau debería haber apretado más para organizar una comisión municipal y analizar del tema. El presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, atribuyó el aplazamiento de la Barcelona World Race a «la inestabilidad, fruto del proceso independentista, y a Colau», y emplazó al gobierno municipal a trabajar para que «se reconsidere la decisión». «La inestabilidad política, que tanto perjudica a sectores económicos y turísticos de la ciudad, también alcanza la organización de eventos internacionales que proyectan Barcelona en el mundo, como es el caso de la World Race», lamentó el edil.
El presidente del grupo municipal de ERC, Alfred Bosch, cree que el Ayuntamiento debe dar facilidades a la World Race sin que la ciudad salga perjudicada económicamente. Criticó, por lo tanto, que se dedique dinero a campañas publicitarias de la ciudad y luego se suspendan eventos que son, en si mismas, campañas que dan la vuelta al mundo. Desde Ciudadanos, Carina Mejías lamentó «otra oportunidad perdida para Barcelona por la inestabilidad del proceso». El PSC, ex socio de gobierno de Colau, tampoco quiso ser menos y señaló que «la alcaldesa da un paso más para desmantelar la promoción económica internacional dejando perder la Barcelona World Race».
Mientras, la FNOB ha comenzado a trabajar para encontrar una alternativa a esta decisión. Aunque aún no se ha aprobado ninguna decisión oficial, fuentes del patronato explicaron que una de las posibilidades posponer definitivamente la cuarta edición de la Barcelona World Race al año 2022, cuando estaba previsto que se celebrara la quinta edición de la competición. Otra posibilidad es celebrar una regata durante 2019 más corta y que no dé la vuelta al mundo.