Un juez rechaza mantener los veladores de La Campana

Primer fallo de los tribunales sevillanos en el pleito emprendido por los hosteleros contra la reordenación del espacio público que implicaba una importante reducción de veladores en La Campana, la avenida de la Constitución y la calle San Fernando.

El juzgado de lo contencioso administrativo número 13 de Sevilla ha dictado recientemente un auto en el que desestima la petición de la confitería La Campana para que se suspendiese de forma cautelar y se autorizase la prórroga de la licencia para disponer de veladores en los términos establecidos en la licencia que tenía de 11 mesas y 44 sillas hasta que se resolviese el recurso.

Esto supone el primer pronunciamiento, aunque sea sobre medidas cautelares, de un juzgado sobre el conflicto de los veladores ya que tanto la asociación empresarial de hosteleros de Sevilla como los propios establecimentos afectados por los recortes de manera individual han llevado el asunto a los tribunales.

Sin embargo el auto firmado por el juez al que ha tenido acceso ABC y que, según fuentes judiciales, ha sido recurrido, rechaza suspender el recorte de veladores alegando que la suspensión que solicitaban los empresarios podría suponer «anticipar el eventual sentido estimatorio del fallo» y permitiendo que durante el proceso se realice una actividad para la que el establecimiento en cuestión «carece de licencia».

Además ante la petición del recurso, que alegaba que la supresión de los veladores en la histórica confitería estaba su poniendo perjuicios económicos de índole económica, el juez lo rechaza. Primero porque, según recuerda, ya ha concluido la campaña de Navidad y, en segundo lugar porque el juzgado asegura que no hay prueba contable «que acredite la disminución de ingresos que se alegan y que pretenden acreditar con un listado de facturas y una relación de los trabajadores».

En este sentido el auto del juez explica que es algo que se dilucidará durante el proceso principal aunque deja claro que el objeto del juicio no es el perjuicio económico sino la procedencia de conceder o no licencia para los veladores. Además el juzgado recuerda que el establecimiento ha sido autorizado a desplegar los veladores en otro emplazamiento: concretamente en las calles Santa María de Gracia y Rafael Padura.

Además el juez insiste en que «el interés general no permite que se adopte la medida solicitada» porque habrá que permitir el uso del espacio publico «aumentando de forma improcedente la ocupación del espacio urbano, en detrimento de los peatones que protege la Ley». En este sentido el auto se refiere tanto a la Ley de Bienes de las Entidades Locales como la Ordenanza Reguladora de las Terrazas «y más cuando la Campana es zona de alta ocupación y por ello incluida en los planes de coordinación para su seguridad y evacuación en Navidad y Semana Santa. Por todo ello el juzgado ha decidido desestimar la solicitud de La Campana y no adoptar la medida cautelar.

La confitería recurre

El abogado de la confitería, José Luis García González, aseguró que el fallo supone «un palo» y se mostró en desacuerdo con los argumentos del juzgado cuando asegura que conceder las medidas cautelares sería un anticipo del fallo. El letrado ha recurrido ante la sala de lo contencioso administrativa del TSJA. Según explicó, se basa en que su solicitud es para que continúe la prórroga de la licencia, que mantenía desde el año 2000, para mantener los veladores mientras se produce el pronunciamiento final.

El recurso se basa en que el Ayuntamiento lo que ha hecho es prorrogar esa licencia desde el año 2000, incluso hasta el 2017. Además afirma que del auto «se puede leer entre líneas la preferencia del juez por el tránsito peatonal» frente a otros usos comerciales aunque, a su juicio, «carece de argumentación jurídica».

«La Campana ha cumplido escrupulosamente las normas y tenía concedida la prórroga de la licencia también para 2017», dice el abogado que afirma que el caso está «en una especie de halo nebuloso». El recurso se demorará aunque no paraliza el procedimiento. Un año después de la retirada de mesas, la batalla judicial de los veladores será larga.