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Hace exactamente 87 años, el 9 de mayo de 1937 , se jugó el primer CASI – SIC. Esa tarde nacía una rivalidad que fue creciendo con el paso del tiempo y en cada nueva edición hace vibrar a todo el rugby argentino. En los rincones de San Isidro suena el eco de miles de anécdotas que llenaron de mística a un duelo que, lejos de alejar, une a los dos grandes equipos de la ciudad.

El primer choque es de 1937 pero la rivalidad se gestó dos años antes, exactamente en el anochecer del 14 de julio de 1935 cuando, luego del partido entre CASI y Gimnasia y Esgrima, se produjo el incidente que dio nacimiento al club zanjero. La tensión venía de antes porque los jugadores de la primera del CASI estaban en conflicto con Julio Urien, presidente en aquel momento y, varios de ellos que cargaban algunas copas de mas, se bajaron los pantalones en el tercer tiempo de ese partido. El severo Urien decidió suspender a los escandalosos y estos hicieron causa común para irse del club y fundar, seis meses después, el San Isidro Club. El CASI quedó desmantelado, solo Adolfo Guido Lavalle, Horacio Savino y Roberto Durrieu se quedaron a defender la camiseta blanquinegra. El gran Arturo Rodríguez Jurado, que recientemente celebró sus 80 años, conoce bien la historia: ” Yo soy hijo de un socio fundador y hay muchas cosas que sé por el relato de mi padre. Hubo hermanos separados. Uno se vino al SIC y otro se quedó en el CASI. Con los Travaglini pasó eso“. El presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, también cuenta la historia: ” Mi abuelo había jugado en la primera entre 1920 y 1930, esos años el CASI ganó todos los campeonatos, y cuando vino la separación él se fue al SIC, pero mi abuelo ya estaba retirado del deporte y le había agarrado el gusto a las cartas y a los dados. Y en el SIC no tenía donde jugarlos. Así que se vino de vuelta al CASI y cuando empezaron a aparecer mis tíos y mis primos, Carlos Travaglini que jugó en la primera y también en el seleccionado y después Alejandro y después yo, ya todos nos quedamos acá. Yo siempre les digo a los del SIC que si hubiesen tenido una sala de dados, por ahí yo terminaba jugando en el SIC.”

En ese primer clásico ganó el SIC por 3 a 0 en un domingo de lluvia, con la tribuna del CASI colmada. El pack de fowards, con la actuación destacada de los veteranos desertores del CASI Zocchi, Abelleyra y Cilley fue decisivo. Los tres puntos los aportó Meyer Arana, con un penal al comienzo del partido. Nacía una historia que, en estos 87 años, suma muchos sucesos legendarios.

A pesar del traspié inaugural, en las primeras décadas el CASI dominó el historial del clásico. Son años de gloria para la Academia que sumó muchos campeonatos. En las décadas del 50 y el 60 CASI ganó nueve títulos, mientras su rival peleaba los puestos de abajo de la tabla. Lo recuerda Arturito: “Antes de que yo jugara en primera el SIC peleaba el descenso y a mi me tocan varios años en los que arañábamos puntos para no descender“. Nicanor González del Solar se agranda cuando recuerda aquellos años: “Nunca perdí con el SIC. Del 61 al 69 jugué 10 temporadas y nunca perdí con ellos”.  En esos años tenía mas categoría de clásico CASI – Belgrano o CASI – CUBA porque eran los equipos que peleaban los campeonatos. El gran cambio lo provocó la llegada de Francisco Ocampo a la zanja. Catamarca, ex entrenador del CASI entre otros equipos, produjo una revolución fundada en el scrum y la disciplina que convirtió al San Isidro Club en el club ganador que es hasta el día de hoy, por eso la historia del clásico cambió a partir de 1970. Entre ese año y 1988 los grandes rivales se repartieron los campeonatos de Buenos Aires (Banco se coló en el 86), el clásico estalló y San Isidro se convirtió en la Capital del rugby argentino. Son muchos los partidos que se recuerdan de esos años y explotan en los corazones de los protagonistas. Como aquél de fines de 1971 que se definió con un penal de Marcelo Rodríguez Jurado, crack y hermano de Arturo. Un par de meses después, en la medianoche de año nuevo un accidente automovilístico se llevó la vida de Marcelo y de Julito Walther, abriendo una herida para el rugby de San Isidro que tardó mucho en cicatrizar.

Rafa Madero en un clásico de fines de los 80. Foto: Archivo Leyendas del Rugby

Diego Pietranera, uno de los líderes del SIC en este siglo, entiende por donde va la rivalidad: “La verdad que es una rivalidad muy linda, muy sana, porque en definitiva compartimos amigos, familia, mucha historia de club”. Pietranera jugó para el SIC los dos partidos mas trascendentes de la últimas décadas, las dos finales jugadas en el estadio de Biei en 2003 y 2005. La primera se la quedó el SIC por 20 a 9 y la segunda significó la última conquista del CASI en el rugby de Buenos Aires, con el recordado penal de Federico Thoman la Academia ganó 18 a 17 sobre la hora.

El historial marca 70 triunfos del CASI, 56 del SIC y 10 empates y el próximo choque será el 1º de junio por la 8º fecha del Top 12.

Hoy el clásico cumple 87 años de triunfos y derrotas, alegrías y dolores, rivalidad y amistad.

CASI – SIC, un sello distintivo de San Isidro y todo el rugby de Buenos Aires..

Daniel Dionisi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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