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Extranjeros en el staff

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Michael Cheika no es el primer entrenador extranjero que se acerca al rugby argentino. Desde que el sudafricano Izak Van Heerden compartió toda su experiencia del primer mundo rugbístico con la dupla Guastella- Camardón, son varios los coachs de las potencias que aportaron su conocimiento y dejaron su marca en el seleccionado argentino.

Alex Wyllie habla, Agustín Pichot escucha. Mundial 1999. Foto: Getty .

Varios de Los Pumas que todavía no eran pumas y que un par de meses después trajinarían las remotas canchas sudafricanas, jugaban al truco entre risotadas y tomaban un vermouth en el buffet de la sede Jorge Newbery de Gimnasia y Esgrima. La intensa llovizna que mojaba los vidrios de las ventanas les anunciaba que el entrenamiento estaba suspendido, sin embargo las risas se apagaron cuando se abrió la puerta del bar y apareció el hombre que la Unión sudafricana había enviado para ayudar al seleccionado argentino antes de la gira. Era la primera vez que lo veían y un par de horas después ya les había cambiado la cabeza para siempre.

Años después me di cuenta de que en esa noche lluviosa habíamos hecho el clic. Van Heerden nos sacó a la cancha y tuvimos un entrenamiento durísimo. Ahí fue cuando empezamos a construir el éxito de la gira del 65. Y con el tiempo terminamos adorando a ese sudafricano que nos había metido miedo en aquella noche de Jorge Newbery. Así recordaba la aparición de Izak Van Heerden el inolvidable Luis García Yañez. El entrenador formado en Nathal (Durban) se unió al seleccionado con una doble misión; colaborar en la preparación para la gira y también informar a sus compatriotas sobre la real capacidad competitiva del rugby argentino. Si bien Sudáfrica ya había concretado  la invitación, existían dudas entre la dirigencia de ese país. Podrían los argentinos soportar la calidad superlativa y la dureza con que se iban a encontrar en la tierra de los Springboks? 

Van Heerden nos enseñó que había que sacrificarse en el entrenamiento para jugar en el partido y no jugar en el entrenamiento para sacrificarse en el partido, dice el gran Ángel Guastella, de cuya partida ayer se cumplieron cuatro años, en el video que acompaña este texto.

Van Heerden cumplió sus dos misiones. Colaboró de manera decisiva con el equipo argentino y, luego de conocer a los jugadores en aquel entrenamiento disipó las dudas de sus compatriotas. Van a ganar mas partidos de los que uds creen les dijo a Guastella y Camardón aquella noche, mientras la lluvia seguía cayendo sobre el pasto raído de Jorge Newbery.

Diecisiete años después de la gira fundacional otro grupo de argentinos tomaría contacto con un entrenador sudafricano. Esa experiencia no tendría los formalismos ni la extensión  temporal de la colaboración de  Van Heerden, pero quedaría unida a otra hazaña histórica del rugby argentino.

Los hombres de Sudamerica XV masticaban la bronca del partido perdido en Pretoria ante los Springboks, luego de jugar de igual a igual hasta cerca del final, cuando el entrenador Michingo O’Reilly recibió un llamado inesperado. Del otro lado de la línea estaba Nelie Smith, que hasta unos meses antes había trabajado como head coach de los Springboks y había sido despedido de mala manera. Smith, despechado, se propuso ayudar a Los Pumas. Me invitó a su casa, fui con Mario Negri , vimos juntos el partido de Pretoria y Smith me dijo algo que también sirve para la vida. En el gran nivel una pelota mala siempre es mala y una pelota buena, atento a la presión que existe en esos partidos, también se puede convertir en mala, explicó Michingo años después. A partir de esa idea madre, los dos entrenadores revisaron el partido y comprobaron que se habían cometido muchos errores en la toma de decisiones. Se había arriesgado de mas, transformando pelotas buenas en malas. El sábado siguiente, jugando de acuerdo a las recomendaciones de Nelie Smith, quince argentinos con una camiseta colorida consumaron el histórico triunfo de Bloemfontain. Sudamérica XV 21- Srpingboks 12.

Una década después de aquella hazaña se inició la relación mas intensa y prolongada entre un entrenador extranjero y Los Pumas. A mediados de 1992 el neozelandés Alex Willie, que poco tiempo antes había dejado de entrenar a los All Blacks, viajó a Buenos Aires iniciando una relación que, con intermitencias, se extendería por varios años. En 1996, ya con José Luis Imhoff como entrenador de Los Pumas, la colaboración de Wyllie se intensificó, hasta que en la Copa del 99, por los desatinos organizativos del rugby argentino y casi a su pesar, terminó siendo el head coach. La premisa de Alex Wyllie era que los jugadores argentinos debían disciplinarse y confiar mas en ellos mismos. Se recuerdan algunas anécdotas entre pintorescas y estrafalarias, como cuando exigió que el equipo jugara con pantalones negros porque los blancos de siempre podían generar confusión en el maul o cuando decidió llegar a último momento en el test contra los All Blacks de Wellington 1997. El resultado: Argentina 8 – Nueva Zelanda 93, la peor derrota en la historia de Los Pumas.

Pero mas allá de esos tropiezos el balance de la relación entre Wyllie y Los Pumas es positivo, sobre todo por la experiencia del mundial de Gales. Wyllie se hizo cargo de una papa caliente y su aporte fue fundamental en la actuación de Los Pumas. Aún hoy los jugadores recuerdan el reto adornado de gritos e insultos de todo tipo que los despertó en el entretiempo del decisivo partido ante Samoa. Tampoco olvidan el momento de la despedida, cuando el duro granjero de Christchurch derramó una lágrimas de emoción que contagiaron a todos.

Francia 2007. Les Cusworth saluda a Horacio Agulla. Foto: Getty

Muchos años antes del mundial de Gales, en 1978, Los Pumas viajaron a las Islas Británicas con un plantel lleno de jóvenes entre los que se destacaba por su personalidad y apego al trabajo Marcelo Loffreda. En la escala de Birmingham el seleccionado jugó un partido muy caliente ante el combinado de North and Midlans. Las piñas volaron durante el choque pero, como siempre, la mala onda del pasto se disipó con la cerveza del tercer tiempo y ese fue el momento que eligió el Tano para acercarse a la figura de los rivales, el apertura Les Cusworth. En ese momento nació una relación que años después acercaría al inglés al rugby argentino. Cusworth es una leyenda de Leicester que suma 12 caps en el seleccionado inglés y fue parte del staff de la Rosa en el mundial de 1995. Cuando Los Pumas viajaron a la Islas Británicas en 2001, Loffreda convocó a su viejo amigo para colaborar con el staff argentino. La experiencia (y la gira) fue exitosa por eso la relación continuó y en 2006 la UAR contrató al inglés, casado con una argentina, para desarrollar un programa de alto rendimiento y sumarse al Staff de Loffreda. Desde ese entonces Cusworth se afincó en Hurlingham y está ligado al rugby argentino. Su aporte fue importante en la parte técnica y en el aspecto organizativo ya que, trabajando en silencio, tuvo mucha influencia en el desarrollo del PLADAR, del cual fue director hasta el año pasado. Hoy sigue dando charlas por todo el país como miembro de la Fundación Atlas.

Durante su etapa al frente de Los Pumas, Santiago Phelan, el entrenador que sucedió a Loffreda, contó con dos asesores extranjeros de lujo. En ambos casos, la influencia de Agustín Pichot, ya volcado a su papel de dirigente fue decisiva para acercarlos. Fabien Galthiè era entrenador de Stade Français con Pichot como capitán. Juntos habían ganado el Top 14 y aunque habían tenido mas de una pelea, se respetaban mutuamente.  A comienzos de 2009 se anunció la llegada de Galthié a Los Pumas. Su aporte fue importante como asesor técnico pero también apuntalando los primeros pasos del PLADAR. Sin embargo al terminar la ventana de junio 2010, luego del gran triunfo ante Francia, Galthiè dejó su lugar de asesor para volver a su país y dirigir a Montpellier.

Pumas- All Blacks en Hamilton, 2013. Graham Henry del lado argentino. Foto: Getty.

Contar con el aporte del Sr. Graham Henry nos permite ampliar la visión que tenemos sobre el rugby y a su vez perfeccionarnos, para brindarle a los jugadores, las mejores herramientas en post de seguir creciendo día a día. Con esas palabras Santiago Phelan, celebraba la contratación de Sir Graham Henry. Corría marzo de 2012 y el neozelandés, que unos meses antes había llevado a los All Blacks al título del mundo, llegaba a la Argentina para sumarse al proceso de integración de Los Pumas al Rugby Championship. El cargo formal era de Asesor Técnico del Área de Alto Rendimiento de la UAR.

El mayor reto de Los Pumas es hacer tries, fue el gran desafío que planteó Henry. Simple y directo pero insinuando un cambio de paradigma. Salir del clásico juego de fowards y defensa para hacer que la pelota vuele. La colaboración de Henry se extendió hasta fines de 2013. Con la salida de Phelan terminó su trabajo, pero su influencia en el juego de Los Pumas se reflejó en la etapa siguiente que culminó en el Mundial 2015.

Van Heerden, Smith (por un partido, pero qué partido!), Wyllie, Cusworth, Galthiè y Henry son los extranjeros prestigiosos que dejaron su huella en Los Pumas.

El Rugby Championship 2020 será el momento de Michael Cheika.

Daniel Dionisi

 

 

 

 

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