Peloplaya: ¿cómo podríamos pasar el verano sin esta palabra?
La playa es mi mejor estado de ánimo. Ahí, al remojo, todo me importa un bledo. No hay más horizonte que la línea del mar, ni más meta que la toalla no tenga arena. Es la apoteosis del estar a gustico (así se llama a ese estado de plenitud, en lenguaje almeriense).