Tokio vía Lima
Triatlón, taekwondo, remo, raquetbol, pentatlón moderno, pelota vasca, levantamiento de pesas, gimnasia rítmica, gimnasia artística, esquí acuático, clavados, ciclismo de pista, ciclismo de montaña, canotaje y atletismo son los deportes panamericanos en los que México ganó la mayor cantidad de medallas: 37 de ellas fueron de oro. Otros 17 deportes: voleibol de playa, tiro con arco, tiro, squash, softbol, patinaje de velocidad, nado sincronizado, natación, lucha grecorromana, karate, judo, futbol, físicoculturismo, esgrima, ecuestres, box y boliche, completaron el medallero con algunas platas y bronces más.
Lima 2019 funcionó como una póliza del deporte mexicano: confirmamos disciplinas como taekwondo y clavados en las que seguiremos compitiendo por medallas en Tokio, lamentamos que raquetbol y pelota vasca con 15 medallas en total, no formen parte del programa olímpico; olvidamos el boxeo como antigua fortaleza, pero abrazamos el arco y la flecha; nos ilusionamos con el futuro del karate y sus 6 medallas panamericanas, porque será deporte de exhibición en 2020; recuperamos la esperanza en la natación y recordamos que en los deportes de conjunto seguimos sufriendo; encontramos en el fondo de la pista razones para seguir creyendo en la legendaria resistencia mexicana, y sabemos que hay talento en las pruebas campo adentro; estamos seguros que algo bueno pasa por los canales de remo y canotaje, mantuvimos la fe en la bicicleta como una de las herramientas más poderosas de nuestra sociedad y buscamos el rumbo de la vieja marcha mexicana.
A menos de un año de los Juegos Olímpicos, nuestro deporte no ha sido derrotado. Al contrario, volvió a demostrar que está hecho de un espíritu de lucha difícil de encontrar en cualquier parte del mundo. Por diferentes razones, los Panamericanos 2019 fueron los mejores en la historia de México. Más allá de la brillante actuación mexicana, Perú organizó unos Juegos con intensas cargas emocionales. La pasión de la juventud latinoamericana, el gran tesoro continental, da cuenta del futuro que tenemos. Sin grandes lujos pero con enorme calidad humana, Lima fue un documento de alegría para los turbulentos tiempos que vive la sociedad mundial. _