Plakks, el juego de mesa deportivo, ahora también para los amantes del golf

Cada uno de los jugadores lanza la pelota hacia la portería, si sus dedos son tan habilidosos como para marcar gol, el rival tiene que quitarse uno de sus «futbolistas de campo», representados con pivotes de madera. Así hasta que uno de los dos se queda sin jugadores. Así de sencilla es la dinámica de Plakks. Así de sencilla, de manual, de atractiva y de acabar pegado a este estadio de madera durante horas. Hace un año fue el jugador Antoine Griezmann quien disfrutaba de este juego de mesa y así lo demostraba en sus redes sociales. Hoy, la empresa Plakks, creada por Haritz Múgica y Jordi Domínguez se consolida en España, crece en el extranjero y sigue soñando con más proyectos que reúnan a la familia en torno a un concepto tradicional de juego, fácil de usar por todos y que tenga al deporte como vínculo. Dinámica de juego de Plakks, versión fútbol - Plakks «Tenemos unos parámetros muy claros: para todas las edades, que se jugaran con los dedos, muy fáciles de aprender... el de fútbol surgió porque somos unos enamorados y queríamos trasladar nuestra pasión a un juego. Preguntamos a amigos que nos sirvieron de cobayas hasta que, con prueba y error, dimos con el tipo de mecánica que nos gustaba a todos. Lanzar un juego nuevo es como una empresa nueva. Si no nos sentimos cómodos, mal», explica Domínguez. «Nunca hemos tenido miedo, creíamos que íbamos a hacer lo correcto. Si nos metíamos en este proyecto teníamos que hacer algo que no existiera, divertido, adictivo. Desde el minuto uno, con los primeros prototipos, a la gente le gustaba y había un vicio. Horas de juego a una dinámica sencilla», corrobora Múgica. Se embarcaron en la industria juguetera a través del micromecenazgo. Y ha funcionado tan bien, con un año 2020 en el que la pandemia ha multiplicado las horas de estar en casa, que desde hace un mes tienen en marcha su segundo juego, Pitch& Plakks. Esta vez, de golf. Jordi Domínguez y Haritz Múgica, creadores de Plakks - Plakks «Queríamos seguir la línea de fútbol: madera y dedo. Y tenía bastante sentido hacerlo de minigolf. Y mucha gente lo pedía», indica Múgica. «Desgraciadamente el confinamiento para todos fue una mala noticia, pero los juegos de mesa han crecido mucho. Nos hemos tenido que quedar en casa y necesitábamos distracciones. Nuestros juegos tienen esa característica de que este para todas las edades. Con el mismo juego se lo puede pasar bien todo el mundo en casa», señala Domínguez. Esa necesidad de ver la cara al contrario, de interactuar con las manos, es otra de las claves del éxito de estos juegos. Una vuelta al juguete tradicional que parece tan necesario en estos tiempos. «Ya están tan instauradas en nuestro día a día, y dependemos tanto de ellas, que las pantallas no se van a abandonar, pero nuestro objetivo es dar ese momento de desconexión y de tiempo de calidad con nuestra familia y amigos, interactuando cara a cara», explica a este diario Múgica. Y como el juego del fútbol, el del golf también tiene esa cara que mira hacia el origen de los juguetes, de madera y fácil de montar y de entender: «Buscamos que sean sostenibles. No conseguimos el 100 por 100 porque unas partes tienen que ser plástico. Pero la madera es mejor para la jugabilidad y durabilidad. De ahí que el precio, a algunas personas, les pueda parecer alto, pero si lo comparas con grandes marcas, la mayoría rondan los 50 euros y es todo de plástico. Nosotros somos unos diez euros más, pero de madera», explica Domínguez. También de economía sostenible y colaborativa. El micromecenazgo que lanzaron para el juego de golf llevó a 1.800 compradores a interesarse por él, con un 40 % con destino a Estados Unidos. «Nos diferenciamos de las grandes marcas también en esto. Le damos mucha importancia a la comunidad de gente que ya nos conoce, nos pone cara y eso da confianza. Gente que puede pensar: 'prefiero apoyar a estos dos chicos que a una gran corporación'», incide Múgica. Dinámica del juego Pithc&Plakks - Plakks También como pasó con el juego del fútbol y Griezmann, les encantaría que algún golfista profesional probara su nuevo proyecto. Es la forma de que Plakks siga creciendo y apuntando a esos objetivos que cada vez Múgica y Domínguez tienen más cercanos: «Estamos trabajando en un tercer juego, añadir nuevos componentes, expandirnos por Alemania y Francia. Y que haya una figura referente ayudaría, por supuesto. Estamos muy contentos con el proyecto y con una tasa de repetición de compra del 10 %. Es decir, gente que nos conoce, conoce el juego, le gusta y lo recompra para regalar», observa Domínguez. Así, del boca a boca Plakks crece y llena las casas de horas de diversión tradicional, manual y de calidad.