«Tronquito» Magdaleno, goles para el golf madrileño

Enrique «Tronquito» Magdaleno es uno de los candidatos electos que representará a los más de 80.000 federados, tras haber conseguido el respaldo de las urnas en las pasadas elecciones de la Federación de Golf de Madrid. El exfutbolista resultó uno de los más votados por los federados de golf madrileños y forma parte de la candidatura liderada por Jaime Anabitarte que obtuvo un 30% más de votos que sus rivales. Formado futbolísticamente en la cantera del Real Madrid, Enrique Magdaleno (4 de noviembre 1955) nunca jugó en el equipo grande, quizá por su corazón atlético o porque con apenas 21 años fue fichado por el Levante en 1976, el club donde debutó como profesional. Lo que nunca olvidará fueron las enseñanzas de blanco en aquella escuela de la vida («El horno de Malbo») que marcó su carrera futbolística y que le hizo crecer como persona, ganándose el respeto y el cariño de sus amigos y hasta de los rivales en el terreno de juego. «El fútbol base del Real Madrid, o ‘La Fábrica’, era una escuela de la vida. Yo era un crío de 17 años, cuando Miguel Malbo dirigía la cantera y recuerdo en un partido de juveniles marcar 6 goles. Entonces me llamó el famoso periodista deportivo Miguel Ors para invitarme el lunes al programa de Estudio Estadio ¡y hasta quería mandarme un coche a casa! Pero yo me fui con un amigo a los estudios de RTVE con mi mejor camisa y un jersey de cuello pico y bueno, me hizo la entrevista. Al día siguiente llego a la Ciudad Deportiva y me comentan que Malbo me estaba buscando y me bajo a su despacho pensando que me iban a dar una medalla, poco menos. Pero no, cuando entre en el despacho sólo me dijo: "Magdaleno", que sea la última vez que un jugador del Real Madrid va a una entrevista en Televisión Española sin una corbata». Me dejó planchado, pero me enseñó la grandeza de pertenecer a un gran club». Levante (1976), Burgos CF (1979), Sevilla (1981) y por fin Mallorca (1985), donde estuvo tres temporadas, fueron sus escalas futbolísticas y fue precisamente en la isla donde tuvo su primer contacto con el golf. «Es curioso porque pese a estar en Mallorca ninguno de mis compañeros jugaba al golf. A mí me gustan todos los deportes y en aquellos años 80 era cuando Ballesteros estaba en su apogeo, ganando grandes y torneos por todo el mundo. Y gracias a Isidoro San José pisé un campo de golf por primera vez y me enganchó casi desde el minuto 1. En cualquier deporte puedes tener una mala racha o una buena y marcar goles todas las semanas; pero en el golf no te puedes fiar nunca. Hoy sabes jugar y te salen bien todos los golpes y al día siguiente eres incapaz de dar una bola buena. Eso es lo que engancha de este deporte». «Tronquito», como se le conocía en el mundo del fútbol, jugaba casi a escondidas porque en aquellos tiempos los entrenadores prohibían a los futbolistas en activo jugar al golf (o cualquier otro deporte) por ser incompatible con su profesión, por eso su golf es “muy autodidacta” como él lo define. «A veces los mejor del golf son los amigos que haces, las charlas entre hoyo y hoyo, pasear por escenarios maravillosos, y si además das un buen golpe, la felicidad es completa». Y precisamente esa relación con los demás es lo le ha llevado a una segunda etapa en su vida: presentarse como candidato a la Asamblea de la Federación de Golf de Madrid con la candidatura de «Madrileños por el Golf» que preside Jaime Anabitarte dentro del estamentos de Deportistas. Después de cuatro mandatos del actual equipo gestor, comandado por Nacho Guerras, fue todo un logro para ellos conseguir una épica victoria por 22 a 12 en las pasadas elecciones del 29 de octubre. El primer paso está dado y ahora serán los clubes sociales los que decidirán, junto con los 34 miembros electos el próximo 16 de noviembre, quién es el próximo presidente y si su etapa como directivo sigue adelante. «Esto es una aventura nueva para mí. Conocí a Jaime a través de mi amigo Nacho González, del club Nueva Cartuja y el proyecto de su candidatura me convenció por la ilusión con la que me fue contando los detalles de su programa: apoyar a los profesores de golf y a los campos sociales que tan mal lo están pasando en esta pandemia; cambiar también la forma de voto en la elecciones para que todos los que pagan su cuota puedan votar y, sobre todo, su idea para el golf de base. Hay que implicar más a los jóvenes, que son el futuro de éste y cualquier deporte. Hay que potenciar las escuelas de golf porque, aunque en España salen grandes golfistas porque lo llevan en el ADN, si potenciamos más desde abajo tendremos muchos más jugadores de élite. Además, el golf tiene unos valores que otros no tienen y te ayudan a ser mejor persona». Su experiencia como deportista profesional le hace no lanzar todavía las campanas al vuelo, pero se le nota especialmente ilusionado con la idea de poder acceder definitivamente a los despachos federativos. «Hemos dado un paso de gigante al ganar las elecciones con el estamento que representa a los más de 80.000 federados madrileños; pero falta rematar la faena y poner en marcha todas estas nuevas ideas en beneficio del golf en Madrid».