EL CLUB DE CAMPO SE CUELGA EL BRONCE EN LA COPA DEL REY MUNICH

Terrassa recibía la jornada final de la Copa del Rey MUNICH con la celebración del partido por el tercer puesto que levantaba el telón de un domingo soleado en Can Salas. El campo 2 del Atlétic Terrassa recibía al Junior FC y al Club de Campo que buscaban cerrar el año con el bronce copero.

Los madrileños, tras caer por shoot outs ante los anfitriones en semifinales, buscaba reconciliarse con la victoria tras comenzar la Copa ganando al FC Barcelona. Por su parte, los de Sant Cugat tampoco tuvieron suerte en la definición de lanzamientos y caían ante el RC Polo en otra semifinal de infarto.

Comenzaba así el partido por el tercer y cuarto puesto entre dos equipos que querían despedirse de Terrassa completando el podio. El inicio estuvo marcado por un Club de Campo que propuso la iniciativa de su juego pero se vio rápidamente contrarrestado por un consolidado bloque defensivo de un Junior peligroso al contragolpe.

Los minutos transcurrían y ningún equipo lograba crear oportunidades de peligro. Fueron contadas las ocasiones dentro del área durante una primera parte que dejó en evidencia el planteamiento de cada equipo que no querer arriesgar demasiado.

Tras el descanso, serían los madrileños quienes romperían con ese respeto recíproco de cada equipo en el área. Y lo hacía tras una excelente jugada colectiva, que al comienzo del tercer acto finalizaba con talento John Kinder.

Los de Joan Vidal intentaron reaccionar con variaciones en su esquema y adelantando sus líneas. Con un Marc Perellón liderando la primera línea y un Marc Serrahima distribuyendo el juego, el conjunto catalán parecía encontrar solución a la presión constante de la ‘V’.

Sin embargo, la defensa del Club ofrecía seguridad impulsada por un Bosco Pérez-Pla que, tras su regreso por lesión, demostró su gran capacidad para construir el muro en una primera línea en la que Enrique Zorita también puso las cosas difíciles a su rival.

Sería Eduardo González-Mesones el encargado de ampliar la renta goleadora con un disparo que desvanecía, a la postre, las esperanzas de los de Sant Cugat. El Junior, lejos de renunciar a la remontada, intentó por todas las vías posibles pero su rival logró controlar sus intenciones ofensivas para atar así el triunfo y lograr un esperado tercer puesto, tras haberlo obtenido por última vez hace tres años.