Carlos Gimeno, histórica plata en saltos de gran altura

Tan cerquita, tan al alcance, que a Carlos Gimeno se le hizo corta esa plata histórica en saltos de gran altura. Había destacado en la final durante cuatro saltos y al quinto, una entrada que no fue limpia, y el avance de los rivales, le impidieron subir a lo más alto del podio. Pero el español seguro que interpreta dentro de poco esta plata mundial en saltos de gran altura, pues lo mete de lleno en los libros de historia de la natación nacional, primero español en subir a un podio mundial en esta modalidad deportiva. Con una nota de 425,30, solo 3,60 puntos por detrás del estadounidense James Lichtenstein (428,90) y por delante del rumano Constantin Popovici (408,70). "Estoy triste, dolido, pero volveré», aseguraba nada más conocer las notas después de su cuádruple y medio atrás en posición encogida. Solo un poco más indicaba que se sentía «muy orgulloso» de quedarse subcampeón del mundo, a pesar de esos tres puntos de diferencia después de una final en la que lideró los otros cinco saltos en una disciplina que requiere concentración, flexibilidad, una gran capacidad de visualización, nada de vértigo, y en el que tampoco pueden entrar las dudas. Una disciplina que se introdujo en los campeonatos del mundo en Barcelona 2013 y en la que España había ido, poco a poco, añadiendo buenos referentes. El canario el primero, pues encendió la chispa en Kazán 2015, y luego seguirían Celia Fernández y Carlota González, hasta que en este 2025, y con 35 años, Gimeno, que fue sexto en Fukuoka 2023, pone un pie donde nunca antes había pisado en España. No había bajado del ocho en ninguno de sus saltos, y el cuarto lo había elevado por encima de todos los demás con cierta holgura, tres nueves y un nueve y medio. Pero Popovici aceleró en los últimos saltos y obligó a subir el nivel de todos los demás con un triple mortal y medio hacia atrás con tres tirabuzones que lo llevó a los 408,70 puntos. Lichstenstein clavó después un perfecto quíntuple salto mortal hacia atrás para superarlo y marcar el listón para Gimeno. Debía sumar algo más de 118 puntos par poder atrapar el oro, pero en su último salto, los pies se le fueron ligeramente hacia atrás en la entrada al agua y su nota final se quedó en 114,80 puntos. De ahí su frustración al salir del agua, manos a la cabeza y desconcierto porque pensó que le era suficiente. Pero no. Sin embargo, el canario, que ha tenido que costearse el viaje a Singapur casi de su bolsillo, con la ayuda de un patrocinador, pone su nombre en los libros de la natación nacional con una plata en saltos de gran altura, con la que consigue que haya un nombre nacional en todas las disciplinas mundiales de la natación y con la que suma la duodécima medalla para la delegación para redondear un Mundial que ya había sido histórico.