Ilaix Moriba, la educación por delante del fútbol

Uno de los grandes activos de Ronald Koeman cuando el Barcelona se decidió a ficharle era su apuesta desacomplejada por los jóvenes valores. El holandés lo ha demostrado, acuciado en algunas ocasiones por las necesidades, con Pedri (18 años), Araujo (22), Dest (20), Mingueza (21), Trincao (21), Ansu Fati (18), Riqui Puig (21), Konrad (19) e Ilaix Moriba. Precisamente, el guineano (Conakry, 2003) ha sido el último en dar el salto y parece haberse ganado la confianza del neerlandés, que le ha dado minutos en los últimos cuatro partidos, en los que el Barça se jugaba la Liga (en el Pizjuán y el Sadar), la Copa (ante el Sevilla) y la Champions (en París). Portento físico sobre el terreno de juego y comparado por Paul Pogba por su fisonomía y creatividad, desde la Masía se asegura que la clave de su éxito está en su entorno familiar, que le mantiene con los pies en el suelo y prioriza una educación rica en valores por delante de su carrera deportiva. Solo así se explica que su familia rechazara una convocatoria de la selección de Guinea en 2017 para integrarse en la sub-16 al considerar que aún era demasiado pronto. La reverencia con la que agradeció a Koeman la oportunidad brindada en el Sánchez Pizjuán es otro ejemplo su marcada educación. El técnico se quedó de piedra al ver cómo Moriba se inclinaba ante él al salir del terreno de juego. «Gracias a Dios Leo me dio un pase de gol y no sé cómo recorté y chuté con la izquierda, y gracias a Dios entró. Esto no lo olvidaré nunca y me lo llevaré a la tumba», explicaba con pasmosa humildad tras anotar el segundo gol del Barcelona en El Sadar, mismo escenario en el que Ansu Fati se estrenó como goleador azulgrana. Un 'signo divino' que también sirve para poner de relieve la fe musulmana del centrocampista, que recibió el nombre de Ilaix Moriba como reconocimiento a su abuelo, que había realizado el camino de peregrinación a la Meca y había recibido el nombre de Ilaix, que es un acompañante del nombre y como se conoce a todos los que regresan tras el 'hajj'. Moriba tiene muchos números para participar en el partido de esta noche ante el Huesca, en el que el Barcelona podría recortar a cuatro puntos la distancia con el Atlético de Madrid, que volvió a tropezar este fin de semana (empató en Getafe). La llegada del guineano ha liberado a Koeman de buscar un centrocampista en el mercado para la próxima temporada, medalla que se pueden colgar Éric Abidal (secretario técnico) y José Mari Bakero (responsable del fútbol formativo). Los dos exfutbolistas fueron los artífices de desactivar la tentación de aceptar las mareantes ofertas, en lo económico y en lo deportivo, que Chelsea, Manchester City, Juventus y Borussia Dortmund le hicieron llegar en 2019, cuando Ilaix Moriba aún era cadete. Jonathan Barrett, el mismo agente que representa a Gareth Bale, se frotaba las manos, pero Mamady Kourouma, padre del futbolista, acudió un día solo a la Ciudad Deportiva para desencallar las negociaciones. «Yo dije que quería que mi hijo se quedara en el Barça. Les dije que me encantaba el Barça pero que debían hacer un esfuerzo para que Ilaix se quedara, no queríamos irnos. Dinero ganábamos mucho más fuera. Sabía que los entrenadores de la Masía lo querían y nos queríamos quedar. Fue una situación difícil», recuerda el progenitor, que mantuvo más de una reunión con Txiki Begiristain, director deportivo del City. Al final, medio millón de euros por temporada (tenía 15 años y militaba en el Juvenil) sirvieron para convencerle. No obstante, la nueva secretaría técnica que formalizará Joan Laporta en los próximos días puede encontrarse con un problema similar, ya que el contrato de Moriba expira en 2022 y su cláusula es de 100 millones de euros. «Solo puedo estar agradecido de que Messi me diera un pase», aseguraba con la ojos húmedos tras su gol ante Osasuna. El rosarino ya era su ídolo cuando Moriba jugaba en el Espanyol (se formó en cantera blanquiazul y emigró al máximo rival en 2010, con siete años). «Debutar con el primer equipo ha sido un sueño cumplido. Me dijeron que jugaría el día anterior y no pude dormir en toda la noche. Se estaba cumpliendo el sueño por el que durante tantos años he trabajado. Aquellos 80 minutos valieron la pena por todo lo que llevaba trabajado», señala Moriba rememorando el partido ante el Alavés, cuando debutó oficialmente en Liga en el Camp Nou, donde acudía regularmente «a ver jugar al primer equipo». «Poder jugar en este estadio y con estos jugadores es un sueño increíble, aunque mi objetivo es intentar ayudar al Barça B a ascender de categoría», reconoce. Lo que está claro es que Ilaix Moriba es uno de los futbolistas en los que Koeman basa su argumento para convencer a Messi para que se quede. «Messi no puede tener dudas con el futuro de este equipo», asegura el técnico pensando en Moriba, Fati, Pedri, Araújo, Riqui Puig, Mingueza, Trincao...