Gisela Pulido: «Necesitaba un cambio que me devolviera las ganas de competir»

Gisela Pulido (Barcelona 1994) ha dejado atrás sus diez mundiales para apostar por la Formula Kite. Su objetivo es recuperar las ganas por competir y experimentar nuevas sensaciones. Desde la Tarifa que tanto le ha dado habla de su nueva vida con menos repercusión, menos saltos, menos medallas, pero cargada de incentivos, sacrificios y metas. París 2024 queda aún lejos, antes quiere volver a ser campeona del mundo. Y si ella se lo propone, que tiene diez de esos títulos, es factible que pueda ocurrir. Mientras este año ha ganado la Formula Kite Spain Series en categoría femenina. ¿Uno es de dónde nace o de dónde pace? De donde pace, al 100%. Nací en Barcelona, pero me considero más andaluza y tarifeña. Es aquí donde tengo mis amigos, mi familia y mi hogar. Es aquí donde tengo mis raíces, aunque haya nacido ahí, me considero del Sur. Estoy más identificada con la forma de ser del Sur. Y soy hija predilecta de Cádiz y eso me enorgullece. ¿Qué le ha dado Tarifa? La verdad es que al principio me costó un poco integrarme porque pasar de Cataluña a Andalucía fue un cambio importante. Me costó integrarme en el colegio, no tenía muchos amigos y lo pasé mal, pero en el instituto empecé a encontrarme con gente que le gustaba los mismo que a mí: surf, kite, patinar y, al final, encontré mi grupo de amigos y un sitio que me encantaba con lo salvaje y bonito que es todo con las playas y las condiciones para el surf. La gente que vive en Tarifa tiene pasión por el deporte y vive para estas actividades. Se come bien, hay cultura de comida saludable, el yoga y eso va mucho con mi estilo de vida. Todo es un conjunto y lo que más me gusta es el entorno. Playa, campo y zonas salvajes, esto me encanta. Ha tenido mucha suerte usted de ir a vivir a un sitio por trabajo y encontrar su propio paraíso. He tenido mucha suerte, sí. De pequeña en Barcelona no podía casi entrenar porque se hacía de noche nada más salir del cole y no había viento. En Tarifa al principio fue difícil, pero luego al final acabas encontrando tu hueco aquí. He viajado mucho en mi vida para competir y por turismo y siempre digo que Tarifa es el lugar en el que quiero vivir. Creo que mi destino era venir aquí. Lo encontré a los diez años, mi padre y yo tomamos una decisión conjunta porque en Barcelona no podía entrenar. Mi padre también se ha hecho tarifeño, le encanta el lugar. Lo que lo diferencia es lo salvaje que es. Luego también es un rollo porque tienes que hacer dos horas de coche para llegar al primer aeropuerto posible: Sevilla o Málaga. Tarifa está al final de Europa sólo a quince kilómetros de África y eso es lo que la hace especial. ¿Hubiera sido usted la misma de no haber existido este lugar? 100% me ha moldeado. He ido cambiando, pero aquí es el culto al cuidado y a vivir rodeado de deporte. Un día normal en mi vida es hacer deporte: kite, bucear, patinar, bicicleta, senderismo por la montaña… Al final, todo el mundo vive en la ciudad, pero somos en cierto modo animales y necesitamos sentirnos parte de la naturaleza. Si me hubiera quedado en Barcelona sería una persona totalmente diferente. Hasta sus inversiones económicas también las ha hecho aquí… En 2008 creamos la escuela de kite y la tienda. Siempre mi padre ha estado pensando en mi futuro para tener un plan B por si no conseguía patrocinios o me lesionaba. Al final invertimos en Tarifa. Ahora hemos comprado viviendas para alquilar pensando en el futuro porque no voy a vivir siempre del kite. Tarifa es el lugar que merece que revierta aquí parte de lo que tengo. No me daría confianza invertir en otro sitio. Mis padres, además, me pueden ayudar cuando yo compito a cuidar de los negocios. «Me encanta no ser la mejor en algo, porque puedo llegar a serlo y me encanta el camino de esfuerzo para hacerlo. Lo disfruto». ¿Cómo es la vida de Gisela Pulido como ciudadana de Tarifa? Tengo muchos amigos tarifeños. Me gusta el hecho de integrarme de sentirme parte del pueblo. Cuando deje de competir ¿seguirá viviendo en este lugar? Sí, sin duda. Viajar me encanta y no puedo quedarme en Tarifa más de dos o tres meses seguidos, pero me encanta volver a Tarifa por la carretera de curvas y esa sensación de volver a casa, a mis playas, mis dunas, mis montañas... O ver el Atlas delante, siempre digo que soy una afortunada de vivir aquí. Tiene 26 años y un palmarés de leyenda. ¿Qué le sigue motivando para volver cada día al agua fría del Atlántico a entrenar? Pues buena pregunta porque llevo desde los 8 años haciendo kite y sigo igual de motivada que el primer día. Y eso se transmite en el agua. Para mí el cambio de Freestyle a Formula kite ha sido muy importante. Sentía que no me motivaba lo anterior y necesitaba un cambio que me devolviera las ganas de competir. En 2015 cuando gané el décimo título mundial mi equipo y yo decidimos que era el momento de parar y tomarme un respiro. Empecé a hacer otro tipo de cosas. Nunca alejada del reto, de enfrentarme a mí misma en aventuras, como conectar las ocho islas de Canarias o buscar las olas grandes en Hawái o Fiyi. Tras diez Mundiales ganados en Freestyle decide usted dar el salto a la Formula Kite. ¿Con lo ‘a gustito’ que estaba ahí ganando dinero y medallas? Al final yo creo que he salido de un momento complicado, porque con diez mundiales, con la vida resulta, con mis patrocinadores que he conservado, podría haber seguido vinculado a esta vida sin tener la presión de la competición, pero me gusta competir y lo he echado de menos estos tres años parada. Volver a la competición con la Formula Kite Spain Series es lo que me ha dado las ganas de seguir luchando. Es complicado cambiar del free a las regatas y es algo que es un gran reto. Al final encontré a Alex Chibizov en Tarifa y me dijo que le encantaría entrenar como proyecto personal y ahora él está conmigo con el equipo ruso. Me encanta competir y lo echaba de menos. Me gusta salir de mi zona de confort. En el campeonato de Europa quedé octava y no me fue bien, pero me motiva ver que hay chicas como Julia Damasiewicz o Ellie Aldridge a las que quiero coger. No le da la sensación de que ha pasado de ser la estrella a una más… Pues sí, la verdad es que sí… Pero la estrella es la que gana, obviamente cualquier otra chica como las que están arriba van a ser más estrellas que yo y se lleva la repercusión. Todo esto para mi es motivación. Y, además, me encanta la disciplina y disfruto entrenando y compitiendo. Ayer por ejemplo quería seguir entrenando tras tres horas en el agua. Me dolía la espalda y quería seguir ahí mejorando con las rivales que estaban entrenando en Tarifa. Me encanta no ser la mejor en algo, porque puedo llegar a serlo y me encanta el camino de esfuerzo para hacerlo. Lo disfruto. «Creo que la modalidad de relevo tiene su encanto porque pienso también en el hecho de poder compartir una victoria con alguien. ¡Debe ser algo muy grande!» Muchas de sus rivales en Formula Kite son menores de edad. ¿Cree que la edad es un hándicap en esta especialidad? Yo creo que no. Al final yo creo que la Formula Kite es una disciplina en la que no sólo hace falta la habilidad, sino la experiencia en competición en regatas es lo principal. Sé competir y no tengo tanta experiencia en regatas, pero sé trabajar muy bien bajo presión. Y a una chavala que es muy buena le puede faltar esta experiencia. Así, como en Freestyle ya me tendría que retirar, yo creo que en Formula Kite puedes competir siendo más mayor. No es tan agresiva para el cuerpo, hay menos lesiones y es menos traumático. Ha hecho la temporada completa de las Formula Kite Spain Series en 2020 y la ha ganado en la categoría femenina. Se le ve muy cómoda y contenta en esta especialidad. ¿Es cierta la sensación? Sí, eso me gustaría destacar. En el Freestyle no sentía que fuéramos todos uno, sino que había una competencia más insana. Aquí fuera del agua quedamos con los rivales para entrenar y en allí cada uno iba más a su rollo. En cambio aquí los equipos vienen a Tarifa y nos juntamos a entrenar juntos. Compito con ellas en el agua, pero compartimos todo fuera del agua. Denis Taradin y Axel Mazella, dos de los mejores del mundo, entrenan juntos y son amigos. Yo entreno con las mejores y me parece súper sano que en esta disciplina la comunidad sea tan abierta. Quedamos todos a tomar algo, a hacer deporte... ¿No cree que con el crecimiento de la clase esta amistad puede cambiar ante la llegada de más dinero y patrocinios o ayudas? Sí, pero tampoco es eso. Yo siempre he sido así de competitiva y de buen rollo. Me encanta poder quedar con la gente con la que estoy compitiendo. En el agua no hay amigos, pero fuera sí. Hay que tener autoestima y confianza y sacar lo bueno de este comportamiento. Somos seres sociales, nos gusta estar con gente. Te encanta lo que haces y lo lógico es compartirlo con las personas que hacen lo mismo. Espero que siga siendo así y que esto no cambie. En 2020 ha ganado el circuito de las Formula Kite Spain Series en categoría femenina. Nos ha ayudado mucho esta competición en España porque es una regata estable y consistente con una muy buena organización que ha hecho posible hacer todo el calendario pese a los problemas con el Covid. Competir en la FKSS es como un gran entrenamiento. Estas competiciones no sirven como preparación para coger experiencia de cara a los grandes retos mundiales y este año han venido algunos de los mejores regatistas del mundo. ¿Considera que la Formula Kite es un deporte virgen? Le queda mucho por desarrollar, pero no lo veo tan virgen. Muchas cosas relacionadas con las regatas vienen de la vela, de cómo navegamos, los trimados. Y como muchas cosas vienen de la vela y eso está todo casi inventado. Hay evolución, pero ya hay un nivel técnico bastante alto. ¿Su sueño tiene fecha y lugar: París 2024? La verdad es que antes de París 2024 quiero ser Campeona del Mundo de la Formula Kite y el segundo será los Juegos Olímpicos. ¿Qué le falta por aprender para llegar a esa cita preparada al 100%? Entrenar más, competir más, más tiempo en el agua. Esforzarme un montón y, al final, creo que los resultados llegarán. Cada vez estoy más cerca de las número uno y eso llegará. Estamos cruzando la meta muy juntas y eso es superimportante. ¿Cómo es entrenar una disciplina olímpica mixta por relevos en la que la mitad del resultado lo tiene que dar otra persona? Sabiendo que el 50% del éxito o el fracaso no depende de usted… La verdad es que siempre he competido en individual y este año todo menos el Europeo mixto ha sido también en modo individual. Creo que el relevo tiene su encanto porque si tienes un mal día tu compañero puede tirar de ti. Si tienes un compañero compenetrado puede ser superbonito competir en mixto. Y pienso también en el hecho de poder compartir esa victoria con alguien. ¡Debe ser algo muy grande! Por ejemplo en el Europeo con Alejandro Climent llegamos a la final y la sensación de celebrarlo juntos en el agua fue muy guay. ¡Me gusta mucho el formato!