Noticias

Felipe, el artesano que vende juegues tradicionales en La Laguna

0 13

								Felipe, el artesano que vende juegues tradicionales en La Laguna

El balero, el trompo y el yoyo agilizan la coordinación motriz fina. La pelota y la cuerda fortalecen los músculos de las piernas, en tanto que el bebeleche, avioncito o rayuela, es motivo de saltos y risas acompañados del ejercicio de la memoria. Se trata de juegos y juguetes que impulsan el ejercicio y el trabajo en equipo, pero que hoy son desplazados en todo México por los videojuegos, mismos que mantienen inmóviles a los niños.

“Esos son juguetes de ejercicio, es terapia. Un yoyo usted lo baila y es terapia, un trompo lo baila y es terapia, un balero que esté jugando es terapia para todo el cuerpo pero todo eso se está perdiendo porque ahora todo el juego es electrónico. Los niños están gordos porque no se mueven y están tristes. Sin movimiento no les hace digestión la comida y eso pasa porque no juegan”, afirma Felipe Esparza López.

A sus 72 años y con una enorme sonrisa se reconoce artesano. Con un chaleco verde neón cruza la ciudad en su triciclo para vender avioncitos de cartón que insiste, estimulan la motricidad de los niños, reconocidos hoy como juguetes laguneros en peligro de extinción.

“Soy un artesano lagunero. Nací en El Compás, Durango. Yo hago los avioncitos, es el único juguete que hago aquí porque no lo ve usted en venta ni en Torreón ni en Lerdo, mis hermanos ya no lo trabajan. Pero yo sí y lo vendo principalmente en Gómez, desde niño”.

Felipe recuerda que cuando era un “chamaco” su papá le enseñó a hacer las vaciladoras, los gallitos de pelea, los cirqueros, los rehiletes que se elevan al cielo y las chalupitas.

“Soy artesano lagunero de juguetería por tradición, para eso yo nada más quedo. Les quiero enseñar a mis sobrinos terceros y me dicen: ´No, tío’. Y mejor andan maestrillos. Llegará la edad en que ya no van a poder con el trabajo duro, porque yo también trabajé en la obra y en esos tiempos era más dura porque la cal caliente la tenía que quemar uno, cribarla y todo eso”.

Con las fuerzas extintas, Felipe decidió volver al trabajo que le enseñaron sus antepasados, mismo que hoy le permite subsistir. Porque si bien además afirma que fue fierrero en la construcción cuando se estaba erigiendo el Centro de Abastos de Torreón, ahora de abuelo debe tomarse la vida con calma y gozarla a un ritmo más pausado.

“Este es un oficio muy bueno y se trabaja por su cuenta. Creo que soy el último artesano que queda aquí en La Laguna, que hago toda clase de juguetes. El avioncito antes mi padre lo hacía pero no existía la cartulina fosforescente, lo hacíamos de cartoncillo. Hacíamos gorros para las ferias, los carnavales, gorritos de enfermeras de cartón o cartoncillo; gorras texanas”.

Con la pandemia y por sus años, Felipe asegura que esos juguetes de cartonería, que son más frágiles, decidió dejarlos suspendidos en su venta. Pero sigue haciendo pelotitas vaciladoras de aserrín.

“Aquí me paro el sábado y domingo ya de las diez u once. Si hacen sus fiestecitas ya les doy más barato el juguete, como la pelotita que las doy en cinco pesos pero yo se las dejo en cuatro pesos a la gente que me compra unas 30 ó 40 para algún festival o una fiestecita”.
“Ahorita se está perdiendo mucho la juguetería, antes los niños jugaban con sus troquitas, había troquitas de lámina y mi padre las hacía, jeeps y todo eso, ahorita el niño ya no tiene mucha terapia ni juguete mexicano, aunque todo eso le hace falta para su cuerpo, para su desarrollo y macicez de sus huesos, yo veo que mucho niño ya no juega, si acaso a la pelota, la tradición de jugar se está perdiendo en México”

Felipe dice que se puede jugar incluso con una cápsula. Se le saca el medicamento y se le coloca únicamente un balín o munición con una gota de aceite y bailará. En La Laguna les llaman Pachucos vaciladores pero en otras regiones como Guadalajara les llaman bailarines.

Felipe vende el avioncito en 10 pesos. Sus clientes lo conocen desde que él era un chiquillo, y siendo ellos abuelos, le compran para los nietos pequeños que tienen ganas de desenredar el hilo y hacer volar el avión.

AARP

Загрузка...

Comments

Комментарии для сайта Cackle
Загрузка...

More news:

Read on Sportsweek.org:

Otros deportes

Sponsored