El peleador sordomudo que se comunica a través del boxeo
Gerardo Castillo sólo tiene una forma de expresarse: a golpes y cuando llega a su esquina, ahí las cosas deben de cambiar un poco, pues a diferencia de otros boxeadores no puede asimilar una plática motivacional de un minuto o agachar la cabeza cuando lo regañan por no seguir las órdenes.