El final de una generación
El 25 de julio de 1999 el baloncesto español daba comienzo a una nueva era. La selección júnior derrotaba a Estados Unidos en la final y lograba su primer campeonato del mundo. Juan Carlos Navarro era uno de los que más llamaba la atención, ya había debutado en el primer equipo del Barcelona, pero no estaba solo. A su lado estaban Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raúl López, Felipe Reyes, Carlos Cabezas y Berni Rodríguez y faltaba, lesionado José Manuel Calderón. Todos ellos, menos Raúl, al que las lesiones ya habían comenzado a castigar, fueron campeones del mundo absoluto en 2006. Pero el tiempo va tachando nombres y a Gasol ya sólo le acompañan Felipe Reyes y Calderón en la élite.
El adiós de Navarro significa el cierre de la generación de oro del baloncesto español. Gasol y él se hicieron inseparables en la cantera azulgrana, aunque Pau necesitó más ayuda. Juan Carlos destacaba por su descaro y su facilidad para anotar. Pero a ninguno de los dos les gustaba el gimnasio. Hasta que Pepiño Casal, el preparador físico que se encargaba de ponerlos a la altura que exigía la élite les hizo ser conscientes de que el talento sin trabajo no daba para ser una estrella del baloncesto.
«Tantos años peleando juntos en la selección y en los clásicos. Unas veces rivales, otras compañeros y para siempre amigos. Se va ''La Bomba'', pero queda la leyenda», lo despedía ayer Felipe Reyes. «Siempre fuiste un ejemplo para todos. Todos hemos querido hacer ''la bomba'', pero nadie se acercaba a la de verdad. Un capitán de un grupo de amigos muy especial. Te echaremos de menos en las pistas, el baloncesto te echará de menos», aseguraba José Manuel Calderón, otro de sus compañeros desde la época de júniors.
Navarro ha sido una referencia para sus compañeros en la pista y fuera de ella. Y el verano pasado superó a Epi, otro mito de la selección y del baloncesto azulgrana al convertirse en el jugador con más internacionalidades. «Has sido, eres y serás una inspiración para cualquier jugador como lo fuiste para mí», asegura Rudy Fernández. «Exhibición tras exhibición. Muchas gracias por hacer que tantos nos engancháramos a esto», explica Ricky Rubio, ex compañero suyo en el Barça y en la selección.
Los jugadores son grandes por lo que hacen y por lo que dejan. Y Juan Carlos Navarro ha dejado mucho detrás de él. «La retirada de todo gran jugador es siempre un motivo de tristeza, pero la de Juan Carlos Navarro provoca muchísimos sentimientos más porque no sólo es un gran jugador sino, sobre todo, una persona clave en la historia del baloncesto, que no hubiera sido la misma sin él», dice el presidente de la Federación y ex compañero de Navarro Jorge Garbajosa.