Si te gusta Lethal Company, necesitas este juego: Deadly Delivery arrasa en VR por su caos y precio
En Deadly Delivery tendrás que colaborar con otros tres goblins para entregar paquetes a los habitantes de las minas, criaturas extrañas y monstruos poco amigables.
El éxito de videojuegos como REPO y Peak está más que justificado. Como Phasmophobia o Lethal Company antes que ellos, han sabido aprovechar las tecnologías actuales para ofrecer una experiencia cooperativa en línea innovadora que combina el humor con formas de interactuar, con su mundo y con los demás jugadores, que sumergen al usuario en la partida y en la comedia. Deadly Delivery potencia todo eso al ser exclusivo de realidad virtual.
El videojuego de Flat Head Studio te convierte en un goblin que, junto a otros tres jugadores, debe entregar paquetes a los habitantes de las minas. Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Por un lado, las minas se generan procedimentalmente en cada partida, así que no hay manera de identificar el camino por sus enrevesados túneles. Por otro, entre los habitantes del lugar hay criaturas y monstruos poco amigables.
La premisa puede parecer derivativa de los juegos mencionados al principio, pero la realidad virtual le da una nueva dimensión gracias a que el mundo, los objetos y los personajes, aliados o antagonistas, están basados en físicas. Esto conlleva que ciertas acciones que haríamos fácilmente con un teclado y un ratón (o un mando) sean más difíciles, a la vez que potencia los momentos de tensión y las situaciones graciosas en compañía.
Como debemos cargar a mano las cajas que debemos entregar puerta por puerta, mientras lo hagamos no podemos usar la linterna, o utilizar los diferentes mecanismos que encontraremos, e incluso debemos esforzarnos, inclinando la cabeza, para ver lo que hay delante de nosotros si llevamos muchos paquetes. Si alguna de las muchas trampas de las cuevas nos alejan de nuestros compañeros, debemos llevarnos el walkie-talkie a la boca para hablar con ellos, lo que obliga a tener una mano libre.
Lo mismo ocurre para utilizar los diferentes dispositivos que hacen las veces de interfaz y de menú, y por supuesto, para interactuar con lo que nos rodea: abrir puertas, pulsar botones, extinguir incendios o tirar del cuerpo de nuestro compañero, que está siendo absorbido por un gusano dentado gigante que repentinamente ha salido por un agujero del techo.
En los túneles habitan criaturas procedentes del folclore austriaco y monstruos clásicos del terror cinematográfico e interactivo. Habrá que huir de demonios cornudos, evitar a criaturas que adoptan la forma de nuestros compañeros, tener cuidado al abrir puertas de las que pueden salir enormes terrores... A los que quizá podamos entretener si empujamos a nuestros amigos.
Son cosas que hemos hecho en otros juegos cooperativos, pero el chat de proximidad, el sonido espacial y las físicas le dan otra dimensión. Podemos aprovechar, por ejemplo, los paquetes que llevamos en la mano para abrir con cuidado una puerta; o una huida se puede poner cuesta arriba si para avanzar debemos usar una escalera de mano o saltar por un precipicio haciendo nosotros mismos los movimientos.
En cuanto a la estructura del juego, es similar a la de los títulos mencionados. Completar con éxito los encargos nos permite aumentar de nivel, mejorar nuestro equipamiento y comprar elementos estéticos con los que personalizar nuestro avatar o nuestra vivienda compartida, en la que podremos tener mascotas a las que acariciar.
Deadly Delivery se estrenó en Steam el 4 de diciembre, y hasta el día 18 de ese mes cuesta 8,77 euros (tiene un descuento del 10 %). También está disponible en Meta Quest 3 y 2, donde se ha colado entre los superventas de la plataforma, por 9,99
El éxito de videojuegos como REPO y Peak está más que justificado. Como Phasmophobia o Lethal Company antes que ellos, han sabido aprovechar las tecnologías actuales para ofrecer una experiencia cooperativa en línea innovadora que combina el humor con formas de interactuar, con su mundo y con los demás jugadores, que sumergen al usuario en la partida y en la comedia. Deadly Delivery potencia todo eso al ser exclusivo de realidad virtual.
El videojuego de Flat Head Studio te convierte en un goblin que, junto a otros tres jugadores, debe entregar paquetes a los habitantes de las minas. Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Por un lado, las minas se generan procedimentalmente en cada partida, así que no hay manera de identificar el camino por sus enrevesados túneles. Por otro, entre los habitantes del lugar hay criaturas y monstruos poco amigables.
La premisa puede parecer derivativa de los juegos mencionados al principio, pero la realidad virtual le da una nueva dimensión gracias a que el mundo, los objetos y los personajes, aliados o antagonistas, están basados en físicas. Esto conlleva que ciertas acciones que haríamos fácilmente con un teclado y un ratón (o un mando) sean más difíciles, a la vez que potencia los momentos de tensión y las situaciones graciosas en compañía.
Como debemos cargar a mano las cajas que debemos entregar puerta por puerta, mientras lo hagamos no podemos usar la linterna, o utilizar los diferentes mecanismos que encontraremos, e incluso debemos esforzarnos, inclinando la cabeza, para ver lo que hay delante de nosotros si llevamos muchos paquetes. Si alguna de las muchas trampas de las cuevas nos alejan de nuestros compañeros, debemos llevarnos el walkie-talkie a la boca para hablar con ellos, lo que obliga a tener una mano libre.
Lo mismo ocurre para utilizar los diferentes dispositivos que hacen las veces de interfaz y de menú, y por supuesto, para interactuar con lo que nos rodea: abrir puertas, pulsar botones, extinguir incendios o tirar del cuerpo de nuestro compañero, que está siendo absorbido por un gusano dentado gigante que repentinamente ha salido por un agujero del techo.
En los túneles habitan criaturas procedentes del folclore austriaco y monstruos clásicos del terror cinematográfico e interactivo. Habrá que huir de demonios cornudos, evitar a criaturas que adoptan la forma de nuestros compañeros, tener cuidado al abrir puertas de las que pueden salir enormes terrores... A los que quizá podamos entretener si empujamos a nuestros amigos.
Son cosas que hemos hecho en otros juegos cooperativos, pero el chat de proximidad, el sonido espacial y las físicas le dan otra dimensión. Podemos aprovechar, por ejemplo, los paquetes que llevamos en la mano para abrir con cuidado una puerta; o una huida se puede poner cuesta arriba si para avanzar debemos usar una escalera de mano o saltar por un precipicio haciendo nosotros mismos los movimientos.
En cuanto a la estructura del juego, es similar a la de los títulos mencionados. Completar con éxito los encargos nos permite aumentar de nivel, mejorar nuestro equipamiento y comprar elementos estéticos con los que personalizar nuestro avatar o nuestra vivienda compartida, en la que podremos tener mascotas a las que acariciar.
Disponible en Steam y Meta Quest por menos de 10 euros
Deadly Delivery se estrenó en Steam el 4 de diciembre, y hasta el día 18 de ese mes cuesta 8,77 euros (tiene un descuento del 10 %). También está disponible en Meta Quest 3 y 2, donde se ha colado entre los superventas de la plataforma, por 9,99

