Ni Half-Life ni Portal: El juego fantasma de Valve que Google apenas logra encontrar
La compañía de Half-Life y Steam lanzó a principios de los 2000 un estrafalario multijugador para demostrar las capacidades de 'modding' de su flamante FPS.
Valve está de actualidad. La compañía de Steam sorprendió hace unas semanas con el anuncio de hardware más importante de los últimos años. A la vez, tras más de un año de informaciones no oficiales con base y dos décadas de rumores y especulaciones, parece que Half-Life 3 es más que una ilusión.
Son motivos más que suficientes para recordar uno de sus juegos multijugador. No, no hablamos del exitoso Counter-Strike, ni del divertidísimo Deathmatch de Half-Life, ni de Team Fortress 2 y sus sombreros. Nos referimos al raro y olvidado Ricochet.
No os preocupéis si al leer Ricochet pensáis que hablamos del sistema antitrampas de Call of Duty. Ni siquiera Google se acuerda mucho del juego. Una búsqueda de "ricochet valve" en el buscador nos sacó en primera página extrañas válvulas de presión aunque sí que aparecía la ficha de Steam y algún vídeo, pero no muchos.
Más allá de la sonrisa que nos arrancó este hecho, fue la confirmación de que Ricochet es un poquito menos conocido que Left 4 Dead o Portal. Es uno de esos casos en los que la experiencia personal enturbia tu concepción del mundo general: recordamos jugar a Ricochet. En el cíber, con uno o dos amigos mientras esperábamos que llegara el resto para jugar una partida, o mil, de Counter-Strike. Nos lo pasábamos bien. Creemos. Recordamos.
Lo cierto es que después de ver gameplays no lo tenemos tan claro. No parece un juego especialmente divertido, pero se aprecia, rebuscando en su tosquedad, unas mecánicas interesantes, aunque lejos de estar afinadas.
Ricochet es un juego multijugador en primera persona, pero aquí no se disparan armas, sino discos. El objetivo es empujar a los oponentes (tiene tres mapas, uno todos contra todos y dos por equipos) con los discos para echarlos de sus plataformas, que caigan al vacío y que sumes puntos, mientras tratas de evitar que hagan lo mismo contigo.
Al contrario que en la mayoría de juegos creados con las herramientas de Half-Life, aquí no podías saltar ni agacharte, así que esquivar los discos requería de cierta habilidad. Concretamente, la de moverte entre plataformas con destreza: en el borde de las mismas hay flechas amarillas que te impulsan hacia otras plataformas, pero si un disco te golpea en el aire, adiós y muy buenas.
Pero Ricochet es, también, un juego poco atractivo a la vista. Los escenarios, parece, se inspiraban en la estética de Tron, 18 años después del estreno de la cinta de Steven Lisberger, y más fea todavía. Los personajes vestían un uniforme que parece salido de los atuendos de Rollerboll. El videojuego no tenía banda sonora, solo los efectos de sonido de los discos, de los propulsores y de los avatares golpeados.
Con todo, tenía su chicha. Era muy satisfactorio cuando conseguías que el disco rebotara por las barras amarillas del escenario para después matar a alguien, obteniendo más puntos. Si lanzabas los tres discos a la vez e impactabas en otro jugador, lo ejecutabas directamente y la simple interfaz mostraba el mensaje: "¡Decapitación!" También tenía su intríngulis aprovechar los discos con poderes especiales que se recogían por el escenario. Algo tenía, al menos, para matar el tiempo ante la esperada partida de DoTA o de CS.
La cosa es que su presentación austera tiene su explicación. El objetivo de Valve no era lanzarlo como un juego comercial, sino que se incluyó como mod en una actualización del primer Half-Life lanzada en 2002 como ejemplo de las posibilidades del GoldScr, las herramientas de modding del rompedor FPS de la compañía. Lo creó en tres meses Robin Walker, uno de los veteranos del estudio y quien previamente había creado un asombroso mod para Quake: Team Fortress.
Nadie le hizo mucho caso cuando Valve lanzó Steam en 2004 y Ricochet se vendió como producto independiente junto a Counter-Strike y Half-Life 2 y otros títulos de la compañía. Según la base de datos SteamDB, su mayor pico de jugadores concurrentes es de 353. Y eso pasó hace unos meses, cuando en el April Fool's Day de 2025 la comunidad de aficionados LambdaGeneration quiso aupar el juego en Steam a modo de chiste.
Pero que eso no os quite las ganas de probarlo. Ricochet está en Steam por menos de cinco euros, y lo mismo tenéis la suerte de coincidir en un servidor con las otras dos personas que hay conectadas en el momento de escribir esta noticia (en las últimas 24 horas, el pico de usuarios es: 10). Tras sacarlo del olvido, lo que todos nos preguntamos ahora es: ¿Aprovechará Valve el lanzamiento de la Steam Machine (o mejor aún, ¡el de Steam Frame!) para darnos los que todos queremos? Crucemos los dedos por Ricochet 2.
Valve está de actualidad. La compañía de Steam sorprendió hace unas semanas con el anuncio de hardware más importante de los últimos años. A la vez, tras más de un año de informaciones no oficiales con base y dos décadas de rumores y especulaciones, parece que Half-Life 3 es más que una ilusión.
Son motivos más que suficientes para recordar uno de sus juegos multijugador. No, no hablamos del exitoso Counter-Strike, ni del divertidísimo Deathmatch de Half-Life, ni de Team Fortress 2 y sus sombreros. Nos referimos al raro y olvidado Ricochet.
No os preocupéis si al leer Ricochet pensáis que hablamos del sistema antitrampas de Call of Duty. Ni siquiera Google se acuerda mucho del juego. Una búsqueda de "ricochet valve" en el buscador nos sacó en primera página extrañas válvulas de presión aunque sí que aparecía la ficha de Steam y algún vídeo, pero no muchos.
Más allá de la sonrisa que nos arrancó este hecho, fue la confirmación de que Ricochet es un poquito menos conocido que Left 4 Dead o Portal. Es uno de esos casos en los que la experiencia personal enturbia tu concepción del mundo general: recordamos jugar a Ricochet. En el cíber, con uno o dos amigos mientras esperábamos que llegara el resto para jugar una partida, o mil, de Counter-Strike. Nos lo pasábamos bien. Creemos. Recordamos.
Lo cierto es que después de ver gameplays no lo tenemos tan claro. No parece un juego especialmente divertido, pero se aprecia, rebuscando en su tosquedad, unas mecánicas interesantes, aunque lejos de estar afinadas.
Ricochet es un juego multijugador en primera persona, pero aquí no se disparan armas, sino discos. El objetivo es empujar a los oponentes (tiene tres mapas, uno todos contra todos y dos por equipos) con los discos para echarlos de sus plataformas, que caigan al vacío y que sumes puntos, mientras tratas de evitar que hagan lo mismo contigo.
Al contrario que en la mayoría de juegos creados con las herramientas de Half-Life, aquí no podías saltar ni agacharte, así que esquivar los discos requería de cierta habilidad. Concretamente, la de moverte entre plataformas con destreza: en el borde de las mismas hay flechas amarillas que te impulsan hacia otras plataformas, pero si un disco te golpea en el aire, adiós y muy buenas.
Pero Ricochet es, también, un juego poco atractivo a la vista. Los escenarios, parece, se inspiraban en la estética de Tron, 18 años después del estreno de la cinta de Steven Lisberger, y más fea todavía. Los personajes vestían un uniforme que parece salido de los atuendos de Rollerboll. El videojuego no tenía banda sonora, solo los efectos de sonido de los discos, de los propulsores y de los avatares golpeados.
Con todo, tenía su chicha. Era muy satisfactorio cuando conseguías que el disco rebotara por las barras amarillas del escenario para después matar a alguien, obteniendo más puntos. Si lanzabas los tres discos a la vez e impactabas en otro jugador, lo ejecutabas directamente y la simple interfaz mostraba el mensaje: "¡Decapitación!" También tenía su intríngulis aprovechar los discos con poderes especiales que se recogían por el escenario. Algo tenía, al menos, para matar el tiempo ante la esperada partida de DoTA o de CS.
El origen de Ricochet
La cosa es que su presentación austera tiene su explicación. El objetivo de Valve no era lanzarlo como un juego comercial, sino que se incluyó como mod en una actualización del primer Half-Life lanzada en 2002 como ejemplo de las posibilidades del GoldScr, las herramientas de modding del rompedor FPS de la compañía. Lo creó en tres meses Robin Walker, uno de los veteranos del estudio y quien previamente había creado un asombroso mod para Quake: Team Fortress.
Nadie le hizo mucho caso cuando Valve lanzó Steam en 2004 y Ricochet se vendió como producto independiente junto a Counter-Strike y Half-Life 2 y otros títulos de la compañía. Según la base de datos SteamDB, su mayor pico de jugadores concurrentes es de 353. Y eso pasó hace unos meses, cuando en el April Fool's Day de 2025 la comunidad de aficionados LambdaGeneration quiso aupar el juego en Steam a modo de chiste.
Pero que eso no os quite las ganas de probarlo. Ricochet está en Steam por menos de cinco euros, y lo mismo tenéis la suerte de coincidir en un servidor con las otras dos personas que hay conectadas en el momento de escribir esta noticia (en las últimas 24 horas, el pico de usuarios es: 10). Tras sacarlo del olvido, lo que todos nos preguntamos ahora es: ¿Aprovechará Valve el lanzamiento de la Steam Machine (o mejor aún, ¡el de Steam Frame!) para darnos los que todos queremos? Crucemos los dedos por Ricochet 2.