Los creadores de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 no querían que se llamara así, pero Paradox se negó
Dan Pinchbeck, el anterior guionista y director creativo de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 ha admitido que batalló con Paradox para cambiarle el nombre al juego.
Tras una espera larguísima y un reinicio del proyecto, Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 por fin llegó a las tiendas el pasado mes de octubre, ofreciéndonos una nueva aventura de rol con toques de simulador inmersivo que, lamentablemente, no ha conseguido convencer ni a la crítica ni al público. El veredicto habitual es que no está a la altura de su legendario predecesor, todo un clasicazo de culto, y ahora el antiguo director creativo del juego ha desvelado que batalló con Paradox para cambiarle el nombre al título y que no tuviese la coletilla de Bloodlines 2.
Al principio, el título estaba siendo desarrollado por Hardsuit Labs y tenía su lanzamiento previsto para 2020, aunque tras unos cuantos retrasos, el proyecto pasó a manos de The Chinese Room, la compañía que ha creado el juego que hoy tenemos entre manos.
Dan Pinchbeck, el cofundador de The Chinese Room, fue su guionista y director creativo al inicio de este reinicio, y ahora ha explicado lo siguiente en una entrevista: "Desde el principio, me solía sentar con uno de los productores de Paradox que ahora está en otra editora y teníamos sesiones de planificación para intentar convencerlos de que no llamáramos Bloodlines 2 al juego".
"Eso nos parecía lo más importante de todo porque esto no es Bloodlines 2. No puedes hacer Bloodlines 2. No hay suficiente tiempo. No hay suficiente dinero. Bloodlines 1 salió en una época muy interesante del desarrollo de videojuegos, al mismo tiempo que juegos como STALKER o Shenmue, cuando podías lanzar un juego realmente ambicioso lleno de bugs y agujeros, pero que la ambición hacía que fueran muy emocionantes".
"Muchos de estos juegos, juegos de culto ahora, realmente no eran muy buenos cuando los diseccionabas y analizabas por partes. Tenían grandes ideas, ideas maravillosas que los jugadores adoraban. Pero ahora no basta con eso".
"Así que intentar recrear esa magia en un entorno tan diferente como el actual está mal. Nadie sería feliz. No harías feliz a la gente que amó Bloodlines 1 y no harías feliz a la gente que no conoció Bloodlines 1 porque nunca van a poder tener Bloodlines 2, pues siempre serán juegos fallidos, hechos con prisas y sin el suficiente dinero".
"Les dije 'no podemos hacer Bloodlines 2, no podemos hacer Skyrim, pero podemos hacer Dishonored'", afirmó. Según Pinchbeck, la historia que escribió originalmente para el juego considera que era muy buena y que se lo pasó realmente bien escribiéndola, ya que la ambientación de Mundo de Tinieblas le abría montones de posibilidades para explorar, aunque Paradox se negó a cambiar el nombre y finalmente acabó por desvincularse del proyecto ante el desencanto con el rumbo que estaba tomando el título durante su desarrollo.
Tras una espera larguísima y un reinicio del proyecto, Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 por fin llegó a las tiendas el pasado mes de octubre, ofreciéndonos una nueva aventura de rol con toques de simulador inmersivo que, lamentablemente, no ha conseguido convencer ni a la crítica ni al público. El veredicto habitual es que no está a la altura de su legendario predecesor, todo un clasicazo de culto, y ahora el antiguo director creativo del juego ha desvelado que batalló con Paradox para cambiarle el nombre al título y que no tuviese la coletilla de Bloodlines 2.
El problema de intentar hacer la secuela de un juego de culto
Al principio, el título estaba siendo desarrollado por Hardsuit Labs y tenía su lanzamiento previsto para 2020, aunque tras unos cuantos retrasos, el proyecto pasó a manos de The Chinese Room, la compañía que ha creado el juego que hoy tenemos entre manos.
Dan Pinchbeck, el cofundador de The Chinese Room, fue su guionista y director creativo al inicio de este reinicio, y ahora ha explicado lo siguiente en una entrevista: "Desde el principio, me solía sentar con uno de los productores de Paradox que ahora está en otra editora y teníamos sesiones de planificación para intentar convencerlos de que no llamáramos Bloodlines 2 al juego".
"Eso nos parecía lo más importante de todo porque esto no es Bloodlines 2. No puedes hacer Bloodlines 2. No hay suficiente tiempo. No hay suficiente dinero. Bloodlines 1 salió en una época muy interesante del desarrollo de videojuegos, al mismo tiempo que juegos como STALKER o Shenmue, cuando podías lanzar un juego realmente ambicioso lleno de bugs y agujeros, pero que la ambición hacía que fueran muy emocionantes".
"Muchos de estos juegos, juegos de culto ahora, realmente no eran muy buenos cuando los diseccionabas y analizabas por partes. Tenían grandes ideas, ideas maravillosas que los jugadores adoraban. Pero ahora no basta con eso".
"Así que intentar recrear esa magia en un entorno tan diferente como el actual está mal. Nadie sería feliz. No harías feliz a la gente que amó Bloodlines 1 y no harías feliz a la gente que no conoció Bloodlines 1 porque nunca van a poder tener Bloodlines 2, pues siempre serán juegos fallidos, hechos con prisas y sin el suficiente dinero".
"Les dije 'no podemos hacer Bloodlines 2, no podemos hacer Skyrim, pero podemos hacer Dishonored'", afirmó. Según Pinchbeck, la historia que escribió originalmente para el juego considera que era muy buena y que se lo pasó realmente bien escribiéndola, ya que la ambientación de Mundo de Tinieblas le abría montones de posibilidades para explorar, aunque Paradox se negó a cambiar el nombre y finalmente acabó por desvincularse del proyecto ante el desencanto con el rumbo que estaba tomando el título durante su desarrollo.