Que no te engañe su estilo minimalista: si te gustan los RPG de 'grindear', este puede ser tu nuevo pozo
Dark Hunting Ground es un videojuego incremental, a medio camino entre los juegos estilo Diablo y Cookie Clicker, en el que no pararás de progresar, personalizar habilidades y conseguir equipo.
¿Te agobia que en Nioh te den decenas de armas nuevas cada poco rato? ¿Te parece excesivo el arsenal casi infinito de Borderlands? ¿Te abruma el árbol de habilidades de Path of Exile? ¿No le ves sentido a repetir veinte veces un jefe en un MMORPG para conseguir los mejores guanteletes para tu clase? Entonces, Dark Hunting Ground no es para ti. Pero si os gusta todo eso, el bucle casi inagotable para mejorar a tu personaje y la serotonina al ver los números crecer eternamente, este juego para PC (recién publicado en Steam) puede ser tu nuevo pozo.
El primer videojuego comercial del desarrollador independiente BingX se estrenó el 6 de septiembre tras casi un año en acceso anticipado, un periodo fundamental para ajustar las innumerables variables de un RPG de acción en el que hay cantidad de sistemas para mejorar, personalizar y equipar.
Las opiniones de quienes se sumaron al early access desde noviembre de 2024 han ajustado y equilibrado un bucle que tiene el objetivo de atraparte, como demuestran las reseñas "muy positivas" de Steam, donde hay usuarios que le han dedicado más de 70 horas, una cifra más que destacable para un título que cuesta en su estreno, con descuento del 30 %, 9 euros (a partir del 20 de septiembre costará 12,99 ).
El desarrollador BingX se vanagloria de que aquí no hay una historia que interrumpa la dinámica de combatir, mejorar y ver los numeritos crecer. Dice en la ficha de Steam que es un videojuego que va directo al grano: "No hay un argumento redundante, y la experiencia es limpia y concisa".
Dark Hunting Ground tiene elementos de Diablo, de Path of Exile y de Cookie Clicker, pero también de títulos como Loot Hero. Hay una parte de lo que el desarrollador denomina "cultivo" o "refinamiento".
Con las diferentes divisas que conseguimos tras las batallas y al derrotar jefes, avanzamos por árboles de habilidades, aprendemos talentos (se pueden reasignar en cualquier momento), realizamos compras en los mercaderes, ganamos habilidades para cada clase (que se pueden combinar), adherimos características a las armas, y transformamos de distintas maneras los objetos de mayor rareza.
Luego está la personalización de cómo nos comportamos en combate. Al modificar la reliquia variamos, por ejemplo, los diferentes efectos que pueden tener los poderes elementales. Cada habilidad (tenemos cuatro acciones en combate además de movernos) se puede personalizar con ocho modificadores simultáneos. Se desbloquean nuevos talentos durante las partidas y con los puntos de espíritu limitados alteramos estadísticas básicas como la regeneración de salud y el enfriamiento de las magias.
La cantidad de equipamiento de distinta rareza (lo habitual en el género: hay objetos verdes, morados, naranjas, etcétera) que se encuentra en las partidas tan solo es comparable a la cantidad de minucias de su comportamiento que se puede alterar: si crea áreas de efecto que nos rodean, si lanza bombas, si da espadazos, si son rayos que rebotan y muchas más cosas.
Trastear con todo ello será fundamental para repetir una y otra vez hasta conseguir derrotar a los cinco jefes finales, que protagonizan enfrentamientos donde el arte minimalista del título muestra su mejor versión (el contraste del color de las magias sobre el fondo negro) y que requieren aguzar nuestros reflejos. Pero tras vencerlos no se acaba la cosa, sino que empieza: hay un endgame repleto de opciones y nuevas mecánicas, sistemas de progresión y enfrentamientos contra enemigos inéditos, todo ello mientras el nivel de nuestro personaje aumenta hasta límites insospechados y los efectos en pantalla se hacen incomprensibles para los novatos.
Sabedor de que es una propuesta para un público concreto y que el estilo artístico puede echar para atrás a algunos, BingX ha publicado una demo en Steam para Windows y MacOS. Por cierto, el título está traducido al español y es "jugable" en Steam Deck: se ejecuta sin problemas, pero al estar pensado para teclado y ratón, se muestran esos botones y a veces hay que utilizar la pantalla táctil.
¿Te agobia que en Nioh te den decenas de armas nuevas cada poco rato? ¿Te parece excesivo el arsenal casi infinito de Borderlands? ¿Te abruma el árbol de habilidades de Path of Exile? ¿No le ves sentido a repetir veinte veces un jefe en un MMORPG para conseguir los mejores guanteletes para tu clase? Entonces, Dark Hunting Ground no es para ti. Pero si os gusta todo eso, el bucle casi inagotable para mejorar a tu personaje y la serotonina al ver los números crecer eternamente, este juego para PC (recién publicado en Steam) puede ser tu nuevo pozo.
El primer videojuego comercial del desarrollador independiente BingX se estrenó el 6 de septiembre tras casi un año en acceso anticipado, un periodo fundamental para ajustar las innumerables variables de un RPG de acción en el que hay cantidad de sistemas para mejorar, personalizar y equipar.
Las opiniones de quienes se sumaron al early access desde noviembre de 2024 han ajustado y equilibrado un bucle que tiene el objetivo de atraparte, como demuestran las reseñas "muy positivas" de Steam, donde hay usuarios que le han dedicado más de 70 horas, una cifra más que destacable para un título que cuesta en su estreno, con descuento del 30 %, 9 euros (a partir del 20 de septiembre costará 12,99 ).
El desarrollador BingX se vanagloria de que aquí no hay una historia que interrumpa la dinámica de combatir, mejorar y ver los numeritos crecer. Dice en la ficha de Steam que es un videojuego que va directo al grano: "No hay un argumento redundante, y la experiencia es limpia y concisa".
Dark Hunting Ground tiene elementos de Diablo, de Path of Exile y de Cookie Clicker, pero también de títulos como Loot Hero. Hay una parte de lo que el desarrollador denomina "cultivo" o "refinamiento".
Con las diferentes divisas que conseguimos tras las batallas y al derrotar jefes, avanzamos por árboles de habilidades, aprendemos talentos (se pueden reasignar en cualquier momento), realizamos compras en los mercaderes, ganamos habilidades para cada clase (que se pueden combinar), adherimos características a las armas, y transformamos de distintas maneras los objetos de mayor rareza.
Luego está la personalización de cómo nos comportamos en combate. Al modificar la reliquia variamos, por ejemplo, los diferentes efectos que pueden tener los poderes elementales. Cada habilidad (tenemos cuatro acciones en combate además de movernos) se puede personalizar con ocho modificadores simultáneos. Se desbloquean nuevos talentos durante las partidas y con los puntos de espíritu limitados alteramos estadísticas básicas como la regeneración de salud y el enfriamiento de las magias.
La cantidad de equipamiento de distinta rareza (lo habitual en el género: hay objetos verdes, morados, naranjas, etcétera) que se encuentra en las partidas tan solo es comparable a la cantidad de minucias de su comportamiento que se puede alterar: si crea áreas de efecto que nos rodean, si lanza bombas, si da espadazos, si son rayos que rebotan y muchas más cosas.
Trastear con todo ello será fundamental para repetir una y otra vez hasta conseguir derrotar a los cinco jefes finales, que protagonizan enfrentamientos donde el arte minimalista del título muestra su mejor versión (el contraste del color de las magias sobre el fondo negro) y que requieren aguzar nuestros reflejos. Pero tras vencerlos no se acaba la cosa, sino que empieza: hay un endgame repleto de opciones y nuevas mecánicas, sistemas de progresión y enfrentamientos contra enemigos inéditos, todo ello mientras el nivel de nuestro personaje aumenta hasta límites insospechados y los efectos en pantalla se hacen incomprensibles para los novatos.
Tiene demo en Steam para Windows y Mac
Sabedor de que es una propuesta para un público concreto y que el estilo artístico puede echar para atrás a algunos, BingX ha publicado una demo en Steam para Windows y MacOS. Por cierto, el título está traducido al español y es "jugable" en Steam Deck: se ejecuta sin problemas, pero al estar pensado para teclado y ratón, se muestran esos botones y a veces hay que utilizar la pantalla táctil.