That's not my Neighbor es un Papers, Please de ciencia ficción con monstruos y cuesta menos de 3 euros
En este videojuego para PC del desarrollador costarricense Nacho Sama somos los porteros de un bloque de apartamentos y debemos comprobar que los vecinos son quienes dicen ser.
Hace casi 12 años, el nombre de Lucas Pope quedó fijado en el radar de todos aquellos interesados en el desarrollo independiente del videojuego gracias a Papers, Please. Aquel título mezclaba el mensaje político con una dinámica de juego novedosa y satisfactoria: debíamos controlar un paso fronterizo revisando la documentación de aquellos que querían pasar, a la vez que atendíamos nuestros ingresos y nuestra moral.
That's not my Neighbor bebe del videojuego que llevó a la fama al creador de Return of the Obra Dinn, pero con un tono muy diferente que mezcla lo animado y lo cómico con lo inquietante. En el título de Nachosama Games debemos, en la piel de un portero de un bloque de apartamentos, determinar si el vecino que quiere entrar es un humano o uno de los malvados doppelgangers, lo que pondrá "a prueba su sentido de observación y atención al detalle", explica el desarrollador.
A golpe de ratón tenemos varias formas para comprobar su identidad al revisar documentos como su carnet de identidad, una ficha de fotografías de los vecinos, una carpeta con los datos de los apartamentos y unos formularios, además de un teléfono (de rueda, por supuesto, pues el videojuego se ambienta en 1995) y otros elementos interactivos.
De nuestros aciertos y fallos depende el final que obtendremos en su modo campaña, donde interpretamos el papel de un empleado del Departamento de Detección de Doppelgangers (D.D.D.). La historia, "con elementos de ciencia ficción y estética un poco espeluznante", nos pone en la tesitura de decidir quién entra al edificio o quién es capturado por el D.D.D.
Esos vecinos (o sus dopplegangers) son tan variados como inquietantes: hombres grises con más ojos en la cara de lo normal, muertos vivientes bien arreglados, brujas que han pasado por mejores momentos, repartidores de leche cuya sonrisa deja ver un abismo negro insondable, tipos que abren la boca demasiado o engominados encorbatados con bigotes decimonónicos, entre muchos otros.
La campaña dura aproximadamente un par de horas y es rejugable por sus diferentes finales, pero la historia es solo una parte del videojuego. Hay un modo arcade en el que pelearnos con nuestras puntuaciones, y un modo pesadilla cuya dificultad hace honor a su nombre, pues hay que revisar más datos de inquilinos que quizá puedan ser sus dobles. Además, existe un modo personalizado en el que los jugadores pueden diseñar sus propios inquilinos seleccionando su apariencia, nombre, ocupación, voz y otras variables.
En el momento de escribir estas líneas tiene más de 770 reseñas "muy positivas" en Steam, donde se puede comprar para PC-Windows por 2,99 euros. El desarrollador costarricense se comunica activa y sinceramente con la comunidad de la plataforma de Steam, abordando los errores que surgen, explicándolos y solucionándolos: desde el lanzamiento el 11 de marzo ha publicado cuatro actualizaciones para corregir bugs y pulir algunas partes de la dinámica de juego.
Además, es jugable en Steam Deck: el videojuego rinde perfectamente en el dispositivo de Valve y la interfaz y el texto es legible, pero a veces es necesario utilizar la pantalla táctil (para introducir texto o acceder a algunas funciones) y en ocasiones muestra iconos de botones que no son los de Deck.
En su itch.io, donde Nacho Sama publicó una versión temprana de este título que ya no está a la venta, tiene otros dos videojuegos: The Apartment Upstairs es un survival horror inspirado por Silent Hill y Unlikely es un juego de dados ejecutable desde el navegador en el que compites contra un payaso siniestro que también aparece en That's not my Neighbor.
Hace casi 12 años, el nombre de Lucas Pope quedó fijado en el radar de todos aquellos interesados en el desarrollo independiente del videojuego gracias a Papers, Please. Aquel título mezclaba el mensaje político con una dinámica de juego novedosa y satisfactoria: debíamos controlar un paso fronterizo revisando la documentación de aquellos que querían pasar, a la vez que atendíamos nuestros ingresos y nuestra moral.
That's not my Neighbor bebe del videojuego que llevó a la fama al creador de Return of the Obra Dinn, pero con un tono muy diferente que mezcla lo animado y lo cómico con lo inquietante. En el título de Nachosama Games debemos, en la piel de un portero de un bloque de apartamentos, determinar si el vecino que quiere entrar es un humano o uno de los malvados doppelgangers, lo que pondrá "a prueba su sentido de observación y atención al detalle", explica el desarrollador.
A golpe de ratón tenemos varias formas para comprobar su identidad al revisar documentos como su carnet de identidad, una ficha de fotografías de los vecinos, una carpeta con los datos de los apartamentos y unos formularios, además de un teléfono (de rueda, por supuesto, pues el videojuego se ambienta en 1995) y otros elementos interactivos.
De nuestros aciertos y fallos depende el final que obtendremos en su modo campaña, donde interpretamos el papel de un empleado del Departamento de Detección de Doppelgangers (D.D.D.). La historia, "con elementos de ciencia ficción y estética un poco espeluznante", nos pone en la tesitura de decidir quién entra al edificio o quién es capturado por el D.D.D.
Esos vecinos (o sus dopplegangers) son tan variados como inquietantes: hombres grises con más ojos en la cara de lo normal, muertos vivientes bien arreglados, brujas que han pasado por mejores momentos, repartidores de leche cuya sonrisa deja ver un abismo negro insondable, tipos que abren la boca demasiado o engominados encorbatados con bigotes decimonónicos, entre muchos otros.
Varios finales, modo arcade y creación de inquilinos
La campaña dura aproximadamente un par de horas y es rejugable por sus diferentes finales, pero la historia es solo una parte del videojuego. Hay un modo arcade en el que pelearnos con nuestras puntuaciones, y un modo pesadilla cuya dificultad hace honor a su nombre, pues hay que revisar más datos de inquilinos que quizá puedan ser sus dobles. Además, existe un modo personalizado en el que los jugadores pueden diseñar sus propios inquilinos seleccionando su apariencia, nombre, ocupación, voz y otras variables.
En el momento de escribir estas líneas tiene más de 770 reseñas "muy positivas" en Steam, donde se puede comprar para PC-Windows por 2,99 euros. El desarrollador costarricense se comunica activa y sinceramente con la comunidad de la plataforma de Steam, abordando los errores que surgen, explicándolos y solucionándolos: desde el lanzamiento el 11 de marzo ha publicado cuatro actualizaciones para corregir bugs y pulir algunas partes de la dinámica de juego.
Además, es jugable en Steam Deck: el videojuego rinde perfectamente en el dispositivo de Valve y la interfaz y el texto es legible, pero a veces es necesario utilizar la pantalla táctil (para introducir texto o acceder a algunas funciones) y en ocasiones muestra iconos de botones que no son los de Deck.
En su itch.io, donde Nacho Sama publicó una versión temprana de este título que ya no está a la venta, tiene otros dos videojuegos: The Apartment Upstairs es un survival horror inspirado por Silent Hill y Unlikely es un juego de dados ejecutable desde el navegador en el que compites contra un payaso siniestro que también aparece en That's not my Neighbor.