Assassin's Creed Shadows no es el único: otros juegos que tuvieron que cambiar por la presión de varios países
El parche para 'censurar' la destrucción de santuarios en Assassin's Creed Shadows se une a una larga lista de juegos que sufrieron cambios o fueron prohibidos en diversos países.
Aunque el estreno deAssassin's Creed Shadows está recibiendo alabanzas de todo tipo (podéis consultar nuestro análisis aquí, si queréis saber nuestra opinión o nuestra guía si ya tenéis alguna duda); lo cierto es que ha contado con una pequeña polémica que ha llevado a un parche con cierto nivel de censura debido a las quejas de Japón. Esto no está impidiendo su gran éxito en Steam, pero nos hace recordar inevitablemente otros problemas que muchos videojuegos tuvieron en diversos países.
Desde que se convirtieran en una forma de entretenimiento generalizada, los videojuegos se han enfrentado a multitudes de polémicas y quejas por todo el mundo. Desde censura de versiones específicas a prohibiciones completas de ventas, reinvención de los sistemas de calificación por edades... hasta multarte por llevar una GameBoy.
Alemania y su lista de productos prohibidos para los jóvenes
Empezamos con uno de los países (con permiso de Australia y China) que más restricciones ha aplicado durante muchos años a los videojuegos. Alemania cuenta con una agencia federal para la protección de los jóvenes en los medios de comunicación que elaboró una lista de juegos prohibidos originalmente en el territorio nacional. El USK, el sistema de calificación por edades alemán, ha sido implacable durante muchos años desde su creación en 1994.
Si bien se han relajado bastante y han sacado varios juegos de la lista de títulos prohibidos, hay unas cuantas menciones especiales recientes imposibles de olvidar. ¿La más obvia? La saga Wolfenstein, que siempre ha tenido problemas. Si bien desde 2019 se pueden comprar las versiones internacionales de manera completamente legal en tiendas, aún existen las versiones alemanas censuradas que incluyen desde la eliminación de iconografía nazi hasta cadáveres en crematorios, el bigote de Hitler...
Además de esto, Alemania siempre ha impuesto restricciones severas a las representaciones de violencia gráfica, centradas en muchas de estas ocasiones en el daño a formas humanas y en concreto desmembramientos. Así nos encontramos con problemas en los estrenos de Dead Space 2 o Dead Island 2. En el caso del primero la cosa terminó con eliminar el fuego amigo en el multijugador (que en la versión alemana solamente permitía jugar con quienes tuvieran la misma versión).
Fallout 3 cabreó a un montón de países
El estreno de Fallout 3 tuvo varias polémicas y problemas en diferentes países. Por ejemplo, originalmente el Med-X era morfina. Tras pasar por el sistema de calificación australiano, Bethesda decidió cambiarle el nombre e implementar esto en todas las versiones del juego. Pero los problemas serios vinieron con Japón y la India (y otra vez Alemania, en menor medida porque simplemente bajaron un poco el nivel de violencia).
En el caso de la India, su lanzamiento fue prohibido. El motivo nunca se confirmó de manera incuestionable, pero la teoría más aceptada es que tuvo que ver con los brahmines (en la traducción al español se usó brahmanes). Se trata de un tipo de animal mutante del universo Fallout con el aspecto de una vacas o bueyes con dos cabezas. Si sumamos la posibilidad de atacar a las vacas con el parecido del nombre a los brahmanes, la casta sacerdotal hindú, la cosa parece clara.
En cuanto a Japón, la cosa fue complicada. Por un lado se eliminó la posibilidad de decapitar a enemigos, pero las referencias a explosiones atómicas fueron demasiado para el país del sol naciente. La famosa misión de detonar una bomba atómica (arrasando por completo un asentamiento) fue completamente eliminada en la versión japonesa. También se cambió el nombre del Fat-Man (el MIRV experimental único capaz de lanzar varias minibombas atómicas y referencia a la bomba que arrasó Nagaski) por "Nuka Launcher". Curiosamente, no nos consta que esta versión del arma recibiera algún tipo de censura en la versión japonesa de Fallout 4.
Australia, Grand Theft Auto y montones de juegos
El asunto de Australia es incluso más complejo que el alemán. Los vecinos de Cocodrilo Dundee tenían un vacío legal en el sistema de calificación que ha dado problemas durante bastante tiempo. Resulta que solamente se contemplaba el +18 para películas y no videojuegos. Esto provocaba que, irremediablemente, si un juego no era como máximo +15, se prohibía su venta y la importación de los mismos era completamente ilegal.
La lista de juegos prohibidos o notablemente censurados para el mercado australiano es enorme, pero hay que destacar dos: Grand Theft Auto III y Grand Theft Auto: San Andreas. En el caso de la tercera entrega numerada, se tuvo que lanzar una versión donde no podías contratar a prostitutas. Esto cambió en 2019, cuando fue relanzado y le dieron una calificación de +18.
En cuanto a Grand Theft Auto: San Andreas la cosa tuvo alcance internacional. El infame incidente del Hot Coffee. Hasta que Rockstar no retiró todas las unidades y cambiaron por las versiones sin acceso a este particular minijuego, no obtuvo el MA +15 necesario para poder venderse en tiendas.
Pokémon GO y la seguridad nacional
Pokémon GO no se libra de problemas a nivel internacional. Aquí es más una situación de que simplemente no se puede jugar. Ni cambios ni nada, no se puede. En el caso de Irán, el juego es ilegal por "motivos de seguridad nacional", debido a la preocupación de que se use tecnología de geolocalización. Sí, puedes arriesgarte a saltarte la normativa... pero es ilegal.
Después están los países donde Niantic simplemente no permite jugar. Según los listados oficiales y experimentos del los propios jugadores, sabemos que Rusia y Bielorrusia están fuera (por su participación en la guerra con Ucrania, aunque en las regiones fronterizas sigue disponible), que en tres cuartas partes de China no se puede jugar y por supuesto, zonas como Corea del Norte no son lugares pokemon friendly.
Grecia y su vacío legal
En Grecia se les fue la mano con la aprobación de la ley 3037 que buscaba luchar contra la ludopatía en forma de casas de apuestas, tragaperras y demás. En esencia, en cualquier espacio de acceso público los videojuegos eran ilegales. Esto incluye desde jugar en el móvil hasta cibercafés donde echar unas horas al Counter-Strike.
Ahora esto último os puede parecer una locura, pero la ley fue aprobada en 2002. En esa época, que para más de un lector pueda parecer la prehistoria, todavía era frecuente que hubiera hogares sin internet ni ordenador y muchos recurrían a estos locales para jugar. Pero la ley también te podía sancionar por llevar una GameBoy encima, porque técnicamente era ilegal.
Aunque casi desde el principio se entendió que se había redactado mal, la realidad es que se tardó bastante en solucionar esta laguna que llevó a más de una denuncia. La ley no fue enmendada hasta 2003, y hasta 2004 hubo problemas en algunos cibercafés.
Tell Me Why y otros juegos con representación LGTBQ+
Los derechos sociales y de identidad, en general, han avanzado en la mayoría de países del mundo occidental. Sin embargo quedan muchos países que fuerzan cambios o prohíben juegos con temática LGTBQ+. Podríamos nombrar una larga lista de juegos donde se eliminaron secuencias, mecánicas o personajes para permitir un estreno si un juego incluye cualquier tipo de representación de estos colectivos, pero nos vamos a centrar en el incidente con Tell Me Why, uno de los más recientes.
Los protagonistas de este juego son parte del colectivo trans, algo que en según qué países va desde estar socialmente poco aceptado hasta directamente ser ilegal.
El resumen de todo esto parece evidente: Ubisoft básicamente ha esquivado una bala con lo de los santuarios de Shadows, después de todo. La cosa podría haber sido infinitamente peor y haber acabado durmiendo el sueño de los justos en algún país especialmente restrictivo. ¿Recordáis algún caso más que encaje con los que hemos mencionado?
Aunque el estreno de
Desde que se convirtieran en una forma de entretenimiento generalizada, los videojuegos se han enfrentado a multitudes de polémicas y quejas por todo el mundo. Desde censura de versiones específicas a prohibiciones completas de ventas, reinvención de los sistemas de calificación por edades... hasta multarte por llevar una GameBoy.
Empezamos con uno de los países (con permiso de Australia y China) que más restricciones ha aplicado durante muchos años a los videojuegos. Alemania cuenta con una agencia federal para la protección de los jóvenes en los medios de comunicación que elaboró una lista de juegos prohibidos originalmente en el territorio nacional. El USK, el sistema de calificación por edades alemán, ha sido implacable durante muchos años desde su creación en 1994.
Si bien se han relajado bastante y han sacado varios juegos de la lista de títulos prohibidos, hay unas cuantas menciones especiales recientes imposibles de olvidar. ¿La más obvia? La saga Wolfenstein, que siempre ha tenido problemas. Si bien desde 2019 se pueden comprar las versiones internacionales de manera completamente legal en tiendas, aún existen las versiones alemanas censuradas que incluyen desde la eliminación de iconografía nazi hasta cadáveres en crematorios, el bigote de Hitler...
Además de esto, Alemania siempre ha impuesto restricciones severas a las representaciones de violencia gráfica, centradas en muchas de estas ocasiones en el daño a formas humanas y en concreto desmembramientos. Así nos encontramos con problemas en los estrenos de Dead Space 2 o Dead Island 2. En el caso del primero la cosa terminó con eliminar el fuego amigo en el multijugador (que en la versión alemana solamente permitía jugar con quienes tuvieran la misma versión).
El estreno de Fallout 3 tuvo varias polémicas y problemas en diferentes países. Por ejemplo, originalmente el Med-X era morfina. Tras pasar por el sistema de calificación australiano, Bethesda decidió cambiarle el nombre e implementar esto en todas las versiones del juego. Pero los problemas serios vinieron con Japón y la India (y otra vez Alemania, en menor medida porque simplemente bajaron un poco el nivel de violencia).
En el caso de la India, su lanzamiento fue prohibido. El motivo nunca se confirmó de manera incuestionable, pero la teoría más aceptada es que tuvo que ver con los brahmines (en la traducción al español se usó brahmanes). Se trata de un tipo de animal mutante del universo Fallout con el aspecto de una vacas o bueyes con dos cabezas. Si sumamos la posibilidad de atacar a las vacas con el parecido del nombre a los brahmanes, la casta sacerdotal hindú, la cosa parece clara.
En cuanto a Japón, la cosa fue complicada. Por un lado se eliminó la posibilidad de decapitar a enemigos, pero las referencias a explosiones atómicas fueron demasiado para el país del sol naciente. La famosa misión de detonar una bomba atómica (arrasando por completo un asentamiento) fue completamente eliminada en la versión japonesa. También se cambió el nombre del Fat-Man (el MIRV experimental único capaz de lanzar varias minibombas atómicas y referencia a la bomba que arrasó Nagaski) por "Nuka Launcher". Curiosamente, no nos consta que esta versión del arma recibiera algún tipo de censura en la versión japonesa de Fallout 4.
El asunto de Australia es incluso más complejo que el alemán. Los vecinos de Cocodrilo Dundee tenían un vacío legal en el sistema de calificación que ha dado problemas durante bastante tiempo. Resulta que solamente se contemplaba el +18 para películas y no videojuegos. Esto provocaba que, irremediablemente, si un juego no era como máximo +15, se prohibía su venta y la importación de los mismos era completamente ilegal.
La lista de juegos prohibidos o notablemente censurados para el mercado australiano es enorme, pero hay que destacar dos: Grand Theft Auto III y Grand Theft Auto: San Andreas. En el caso de la tercera entrega numerada, se tuvo que lanzar una versión donde no podías contratar a prostitutas. Esto cambió en 2019, cuando fue relanzado y le dieron una calificación de +18.
En cuanto a Grand Theft Auto: San Andreas la cosa tuvo alcance internacional. El infame incidente del Hot Coffee. Hasta que Rockstar no retiró todas las unidades y cambiaron por las versiones sin acceso a este particular minijuego, no obtuvo el MA +15 necesario para poder venderse en tiendas.
Pokémon GO no se libra de problemas a nivel internacional. Aquí es más una situación de que simplemente no se puede jugar. Ni cambios ni nada, no se puede. En el caso de Irán, el juego es ilegal por "motivos de seguridad nacional", debido a la preocupación de que se use tecnología de geolocalización. Sí, puedes arriesgarte a saltarte la normativa... pero es ilegal.
Después están los países donde Niantic simplemente no permite jugar. Según los listados oficiales y experimentos del los propios jugadores, sabemos que Rusia y Bielorrusia están fuera (por su participación en la guerra con Ucrania, aunque en las regiones fronterizas sigue disponible), que en tres cuartas partes de China no se puede jugar y por supuesto, zonas como Corea del Norte no son lugares pokemon friendly.
En Grecia se les fue la mano con la aprobación de la ley 3037 que buscaba luchar contra la ludopatía en forma de casas de apuestas, tragaperras y demás. En esencia, en cualquier espacio de acceso público los videojuegos eran ilegales. Esto incluye desde jugar en el móvil hasta cibercafés donde echar unas horas al Counter-Strike.
Ahora esto último os puede parecer una locura, pero la ley fue aprobada en 2002. En esa época, que para más de un lector pueda parecer la prehistoria, todavía era frecuente que hubiera hogares sin internet ni ordenador y muchos recurrían a estos locales para jugar. Pero la ley también te podía sancionar por llevar una GameBoy encima, porque técnicamente era ilegal.
Aunque casi desde el principio se entendió que se había redactado mal, la realidad es que se tardó bastante en solucionar esta laguna que llevó a más de una denuncia. La ley no fue enmendada hasta 2003, y hasta 2004 hubo problemas en algunos cibercafés.
Los derechos sociales y de identidad, en general, han avanzado en la mayoría de países del mundo occidental. Sin embargo quedan muchos países que fuerzan cambios o prohíben juegos con temática LGTBQ+. Podríamos nombrar una larga lista de juegos donde se eliminaron secuencias, mecánicas o personajes para permitir un estreno si un juego incluye cualquier tipo de representación de estos colectivos, pero nos vamos a centrar en el incidente con Tell Me Why, uno de los más recientes.
Los protagonistas de este juego son parte del colectivo trans, algo que en según qué países va desde estar socialmente poco aceptado hasta directamente ser ilegal.
El resumen de todo esto parece evidente: Ubisoft básicamente ha esquivado una bala con lo de los santuarios de Shadows, después de todo. La cosa podría haber sido infinitamente peor y haber acabado durmiendo el sueño de los justos en algún país especialmente restrictivo. ¿Recordáis algún caso más que encaje con los que hemos mencionado?