Así era el primer Borderlands antes de cambiar a sus icónicos gráficos para evitar el fracaso comercial
La primera entrega de la saga de looter shooter, que se lanzó en 2009, originalmente iba a tener gráficos realistas, en lugar de su característico cel shading. Te contamos esta curiosa historia.
El 23 de septiembre se pondrá a la venta Borderlands 4, una nueva entrega de la saga de looter shooter de Gearbox, que desde su lanzamiento hace ya más de 15 años, ha vendido cerca de 30 millones de copias.
El primer juego, lanzado en 2009, estableció las bases de la serie con su particular mezcla de shooter y RPG, llevando la fórmula del mítico Diablo a un juego de acción en primera persona cooperativo, algo que después imitarían otros muchos juegos. Otras señas de identidad son su humor negro y gamberro así como una característica estética de dibujos animados, usando la técnica del cel shading.
Pero curiosamente, Borderlands originalmente no a iba a tener esta estética, e iba a ser un juego visualmente mucho más convencional, como la gran mayoría de shooters de la época.
Gearbox Software, los responsables de la franquicia, anunciaron el juego en 2007, y en ese momento el juego todavía tenía una dirección artística que se asemejaba a otros shooters de la época, utilizando texturas detalladas y un diseño visual más oscuro y realista. Abajo podéis ver en un vídeo cómo era Borderlands antes de cambiar de aspecto.
Sin embargo, conforme avanzaba el desarrollo, el equipo se dio cuenta de que el juego no tenía una identidad visual lo suficientemente fuerte como para destacar en el saturado mercado de los FPS. A pesar de tener mecánicas innovadoras, como el sistema de generación procedimental de armas y la mezcla de RPG con disparos en primera persona, el aspecto visual no hacía que el juego llamara la atención.
En 2008, un grupo interno de artistas en Gearbox, liderado por el director de arte Brian Martel, experimentó con un estilo gráfico más atrevido, inspirado en los cómics. Utilizaron técnicas de cel shading para darle un aspecto más caricaturesco y expresivo, con contornos negros marcados y colores vibrantes. Esta nueva dirección visual le otorgó a Borderlands una identidad mucho más fuerte y acorde con su tono humorístico y desenfadado, y se acabó convirtiendo en una de las señas de identidad de la franquicia.
El cambio fue tan radical que el equipo de desarrollo tuvo que rehacer una gran cantidad de activos visuales y ajustar la iluminación y las animaciones para adaptarlas al nuevo estilo. Aunque hubo cierta preocupación dentro del estudio por la reacción del público, finalmente la decisión se mantuvo, y Gearbox reveló el rediseño en 2009, meses antes del lanzamiento del juego.
Además de su cambio estético, hay otra historia curiosa detrás del primer Borderlands, y es que había bastante escepticismo sobre su posible éxito comercial. Una de las figuras más notorias que predijo su fracaso fue Michael Pachter, un analista de la industria de los videojuegos muy conocido por sus comentarios y predicciones, en muchas ocasiones erradas.
Pachter afirmó que el juego estaba "muerto al llegar" (dead on arrival), prediciendo que iba a ser fracaso de ventas. Explicó que lanzar una nueva saga con una mezcla de géneros poco probada y sin una gran campaña de marketing condenaría al juego al fracaso comercial. Por aquel entonces, el género de los shooters estaba dominado por títulos de estilo realista como Call of Duty: Modern Warfare 2, y muchos analistas consideraban que no había espacio para un FPS con un estilo gráfico de cel shading y mecánicas inspiradas en los RPG.
Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Borderlands no solo tuvo buenas críticas, sino que también vendió muy bien. En sus dos primeros meses, ya había superado los 2 millones de copias vendidas, y con el tiempo siguió creciendo hasta convertirse en una de las franquicias más exitosas de 2K Games.
El 23 de septiembre se pondrá a la venta Borderlands 4, una nueva entrega de la saga de looter shooter de Gearbox, que desde su lanzamiento hace ya más de 15 años, ha vendido cerca de 30 millones de copias.
El primer juego, lanzado en 2009, estableció las bases de la serie con su particular mezcla de shooter y RPG, llevando la fórmula del mítico Diablo a un juego de acción en primera persona cooperativo, algo que después imitarían otros muchos juegos. Otras señas de identidad son su humor negro y gamberro así como una característica estética de dibujos animados, usando la técnica del cel shading.
Pero curiosamente, Borderlands originalmente no a iba a tener esta estética, e iba a ser un juego visualmente mucho más convencional, como la gran mayoría de shooters de la época.
Así era el primer Borderlands antes de cambiar su estética
Gearbox Software, los responsables de la franquicia, anunciaron el juego en 2007, y en ese momento el juego todavía tenía una dirección artística que se asemejaba a otros shooters de la época, utilizando texturas detalladas y un diseño visual más oscuro y realista. Abajo podéis ver en un vídeo cómo era Borderlands antes de cambiar de aspecto.
Sin embargo, conforme avanzaba el desarrollo, el equipo se dio cuenta de que el juego no tenía una identidad visual lo suficientemente fuerte como para destacar en el saturado mercado de los FPS. A pesar de tener mecánicas innovadoras, como el sistema de generación procedimental de armas y la mezcla de RPG con disparos en primera persona, el aspecto visual no hacía que el juego llamara la atención.
En 2008, un grupo interno de artistas en Gearbox, liderado por el director de arte Brian Martel, experimentó con un estilo gráfico más atrevido, inspirado en los cómics. Utilizaron técnicas de cel shading para darle un aspecto más caricaturesco y expresivo, con contornos negros marcados y colores vibrantes. Esta nueva dirección visual le otorgó a Borderlands una identidad mucho más fuerte y acorde con su tono humorístico y desenfadado, y se acabó convirtiendo en una de las señas de identidad de la franquicia.
El cambio fue tan radical que el equipo de desarrollo tuvo que rehacer una gran cantidad de activos visuales y ajustar la iluminación y las animaciones para adaptarlas al nuevo estilo. Aunque hubo cierta preocupación dentro del estudio por la reacción del público, finalmente la decisión se mantuvo, y Gearbox reveló el rediseño en 2009, meses antes del lanzamiento del juego.
Un juego que Michael Pachter predijo que iba a ser un fracaso
Además de su cambio estético, hay otra historia curiosa detrás del primer Borderlands, y es que había bastante escepticismo sobre su posible éxito comercial. Una de las figuras más notorias que predijo su fracaso fue Michael Pachter, un analista de la industria de los videojuegos muy conocido por sus comentarios y predicciones, en muchas ocasiones erradas.
Pachter afirmó que el juego estaba "muerto al llegar" (dead on arrival), prediciendo que iba a ser fracaso de ventas. Explicó que lanzar una nueva saga con una mezcla de géneros poco probada y sin una gran campaña de marketing condenaría al juego al fracaso comercial. Por aquel entonces, el género de los shooters estaba dominado por títulos de estilo realista como Call of Duty: Modern Warfare 2, y muchos analistas consideraban que no había espacio para un FPS con un estilo gráfico de cel shading y mecánicas inspiradas en los RPG.
Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Borderlands no solo tuvo buenas críticas, sino que también vendió muy bien. En sus dos primeros meses, ya había superado los 2 millones de copias vendidas, y con el tiempo siguió creciendo hasta convertirse en una de las franquicias más exitosas de 2K Games.