Ubisoft escondió un arma secreta en Assassin's Creed Valhalla y es una de las más poderosas
Assassin's Creed Valhalla cuenta con varias armas de la civilización Isu, y una de ellas se descubrió antes por error que siguiendo el sistema previsto.
A lo largo de la saga Assassin's Creed de Ubisoft se ha ido desarrollando la influencia de los Isu, la antigua civilización responsable de los acontecimientos que llevaron al nacimiento de los Asesinos y los Templarios. Hace ya varias entregas que se suelen añadir armas procedentes de esta civilización y, a la espera de si veremos alguna katana Isu en la nueva entrega con ninjas y samuráis, en Assassin's Creed Valhalla hay cerca de una docena de artefactos Isu, entre ellos el famoso arco que se conseguía con un bug.
Hablamos del Arco de Noden, por supuesto. Entre piezas de armadura, anillos, espadas que emiten ondas de energía y mandobles con el poder de convertirte en el rey de los bretones; tenemos un arco en una roca en un lago. Sí, arco, no espada. Fue raro.
El arco de Noden se descubrió cuando aún no se habían localizado o implementado todas las armas Isu en el juego. Por aquel entonces, aparte del arco, sabíamos que había otras 3 armas de la antigua civilización. Pero un día, alguien encontró unas rocas en un lago con la forma de Singapur. Era ahí donde se escondía el arco, por supuesto.
En aquellos días, el sistema era básicamente golpear la roca, que nunca se rompía durante un rato, guardar la partida, salir del juego y volver a entrar. Pero ese no era el sistema pensado para hacerse con el arco, que para colmo de males permitía hacerse con él. No, su obtención en realidad requería haber conseguido la Excálibur (para lo que había que avanzar mucho en el juego), localizar las rocas y golpearlas justo al ponerse el sol. Mucho más difícil que tirar de bugs, ¿eh?
En Valhalla hay una buena cantidad de armas y armaduras Isu, más que en entregas anteriores. Hay un buen motivo para esto, aunque para descubrirlo tendréis que jugarlo por vuestra cuenta.
A lo largo de la saga Assassin's Creed de Ubisoft se ha ido desarrollando la influencia de los Isu, la antigua civilización responsable de los acontecimientos que llevaron al nacimiento de los Asesinos y los Templarios. Hace ya varias entregas que se suelen añadir armas procedentes de esta civilización y, a la espera de si veremos alguna katana Isu en la nueva entrega con ninjas y samuráis, en Assassin's Creed Valhalla hay cerca de una docena de artefactos Isu, entre ellos el famoso arco que se conseguía con un bug.
Hablamos del Arco de Noden, por supuesto. Entre piezas de armadura, anillos, espadas que emiten ondas de energía y mandobles con el poder de convertirte en el rey de los bretones; tenemos un arco en una roca en un lago. Sí, arco, no espada. Fue raro.
El arco de Noden, el arma que se descubrió antes vía bugs que siguiendo el método pensado para él
El arco de Noden se descubrió cuando aún no se habían localizado o implementado todas las armas Isu en el juego. Por aquel entonces, aparte del arco, sabíamos que había otras 3 armas de la antigua civilización. Pero un día, alguien encontró unas rocas en un lago con la forma de Singapur. Era ahí donde se escondía el arco, por supuesto.
@vandalonline El ARCO SECRETO de Assassin's Creed Valhalla 🏹🗻 #assassinscreedvalhalla #gaming #ubisoft #assassinscreed ♬ sonido original - Vandal (Oficial)
En aquellos días, el sistema era básicamente golpear la roca, que nunca se rompía durante un rato, guardar la partida, salir del juego y volver a entrar. Pero ese no era el sistema pensado para hacerse con el arco, que para colmo de males permitía hacerse con él. No, su obtención en realidad requería haber conseguido la Excálibur (para lo que había que avanzar mucho en el juego), localizar las rocas y golpearlas justo al ponerse el sol. Mucho más difícil que tirar de bugs, ¿eh?
En Valhalla hay una buena cantidad de armas y armaduras Isu, más que en entregas anteriores. Hay un buen motivo para esto, aunque para descubrirlo tendréis que jugarlo por vuestra cuenta.