Un juego que Marvel difícilmente haría en 2025: el violento The Punisher cumple 20 años
En una época en la que los juegos que acompañaban a las películas eran tan comunes como mediocres, los creadores de Saints Row hicieron un intenso juego de acción que tuvo que ser censurado.
Hoy sería impensable que se lanzara un videojuego como The Punisher. Primero, porque el AA, el título de presupuesto medio, prácticamente ha desaparecido, y ninguna editora se arriesgaría a pagar el precio de una gran licencia para desarrollar algo que no genere millones de dólares. Segundo, porque la Marvel de 2025 es muy diferente a la del 18 de enero de 2005 (cuando se publicó el título en Norteamérica, un mes antes de en España y el resto de Europa): sus contenidos cinematográficos, televisivos e interactivos deben ser para todos. Y un juego que estuvo a punto de ser calificado como "Solo para adultos" no lo es.
Fue la extinta Volition (Saints Row, Red Faction) la encargada de materializar el encargo de THQ después de que otro estudio fallara en sus intentos. El estudio de los dildos morados de Saints Row 3 y de las explosiones sin parangón de Red Faction Guerrilla consiguió algo poco habitual. Hace 20 años, casi todo gran estreno cinematográfico estaba acompañado de su videojuego, usualmente barato y mediocre. The Punisher podría haber entrado en esa categoría, pero el resultado fue un juego no muy extenso, pero sí muy intenso, que representa a la perfección el espíritu del Castigador.
El videojuego de acción y disparos en tercera persona lanzado para PC, PS2 y Xbox abraza la identidad del antihéroe vengativo con sus mecánicas. Como shooter es sencillo y directo, con un aire tosco que le sienta como un guante al personaje: puede usar armas dobles, utilizar las armas de los enemigos (a lo que se incita al no poder recargar), y al ir matando adversarios se rellena un indicador para entrar en un modo furia. En ese momento, el Castigador suelta sus armas, aumenta su velocidad y puede lanzar cuchillos y realizar violentas ejecuciones.
El gore alcanza un nuevo nivel con la posibilidad de aprovechar el escenario para acabar con los enemigos: defenestrando adversarios sin ton ni son, lanzándolos contra el entorno y utilizando máquinas para darles una muerte horrible. Sin embargo, lo que le daba originalidad e identidad propia era su sistema de interrogatorios. Se puede agarrar a cualquier enemigo para ejecutarlo o hacerle preguntas rápidas, pero también existían zonas de interrogatorio específicas.
Para avanzar por las fases a veces era necesario obtener cierta información o algún objeto clave, por lo que tocaba encontrar al personaje que dispusiera de ellos para llevarlos a la sala concreta. Allí se les podía interrogar, o mejor dicho, torturar, con una mecánica sencilla, un indicador que había que mantener equilibrado para llevar al interrogado al límite mental sin que muera antes de que nos diera lo que necesitamos.
The Punisher se prohibió en varios países y el gobierno alemán lo introdujo en un listado de su agencia federal para la protección de los niños y los jóvenes en los medios. En Norteamérica, la ESRB planteó ponerle el sello "solo para adultos" (lo que habría evitado su publicación en consolas), pero Volition accedió a mostrar las escenas de tortura en blanco y negro. En Reino Unido, la cámara se distancia durante estas ejecuciones y se muestran muy brillantes para evitar mostrar los detalles.
Más allá de la violencia, la mecánica de los interrogatorios tenía su intríngulis. Además de que al matar a un inocente el nivel se reiniciaba, se motivaba a evitar que los interrogados muriesen con un sistema de puntos. Estos se utilizan para mejorar las habilidades de Frank Castle, para conseguir objetos con los que personalizar su apartamento y para desbloquear modos alternativos para cada una de las fases, lo que contribuye a la rejugabilidad de un título que se puede acabar en menos de seis horas.
La historia también está repleta de momentos sorprendentemente violentos para un videojuego mainstream. Narrada mediante flashbacks durante un interrogatorio policial al protagonista (interpretado, como en la película, por Thomas Jane, conocido por Boogie Nights y La Niebla), aquí no faltaban las masacres, los asesinatos grotescos y las mafias. Tampoco los bandazos argumentales, con bombas nucleares de por medio y la aparición de Nick Furia, Kingpin, Daredevil y hasta un enfrentamiento con un Iron Man de mentirijillas.
Lamentablemente, The Punisher no está disponible en ninguna de las consolas actuales, ni tampoco se puede comprar en las tiendas digitales de PC. Si encontráis una copia para Xbox, es retrocompatible con Xbox 360, pero no con las siguientes máquinas de Microsoft. Como con el excéntrico Masacre de 2013, nos extrañaría mucho que la Marvel de 2025 se acordara de que tiene un legado que no es para todos los públicos, pero sí es muy interesante.
Hoy sería impensable que se lanzara un videojuego como The Punisher. Primero, porque el AA, el título de presupuesto medio, prácticamente ha desaparecido, y ninguna editora se arriesgaría a pagar el precio de una gran licencia para desarrollar algo que no genere millones de dólares. Segundo, porque la Marvel de 2025 es muy diferente a la del 18 de enero de 2005 (cuando se publicó el título en Norteamérica, un mes antes de en España y el resto de Europa): sus contenidos cinematográficos, televisivos e interactivos deben ser para todos. Y un juego que estuvo a punto de ser calificado como "Solo para adultos" no lo es.
Fue la extinta Volition (Saints Row, Red Faction) la encargada de materializar el encargo de THQ después de que otro estudio fallara en sus intentos. El estudio de los dildos morados de Saints Row 3 y de las explosiones sin parangón de Red Faction Guerrilla consiguió algo poco habitual. Hace 20 años, casi todo gran estreno cinematográfico estaba acompañado de su videojuego, usualmente barato y mediocre. The Punisher podría haber entrado en esa categoría, pero el resultado fue un juego no muy extenso, pero sí muy intenso, que representa a la perfección el espíritu del Castigador.
El videojuego de acción y disparos en tercera persona lanzado para PC, PS2 y Xbox abraza la identidad del antihéroe vengativo con sus mecánicas. Como shooter es sencillo y directo, con un aire tosco que le sienta como un guante al personaje: puede usar armas dobles, utilizar las armas de los enemigos (a lo que se incita al no poder recargar), y al ir matando adversarios se rellena un indicador para entrar en un modo furia. En ese momento, el Castigador suelta sus armas, aumenta su velocidad y puede lanzar cuchillos y realizar violentas ejecuciones.
Torturas e interrogatorios
El gore alcanza un nuevo nivel con la posibilidad de aprovechar el escenario para acabar con los enemigos: defenestrando adversarios sin ton ni son, lanzándolos contra el entorno y utilizando máquinas para darles una muerte horrible. Sin embargo, lo que le daba originalidad e identidad propia era su sistema de interrogatorios. Se puede agarrar a cualquier enemigo para ejecutarlo o hacerle preguntas rápidas, pero también existían zonas de interrogatorio específicas.
Para avanzar por las fases a veces era necesario obtener cierta información o algún objeto clave, por lo que tocaba encontrar al personaje que dispusiera de ellos para llevarlos a la sala concreta. Allí se les podía interrogar, o mejor dicho, torturar, con una mecánica sencilla, un indicador que había que mantener equilibrado para llevar al interrogado al límite mental sin que muera antes de que nos diera lo que necesitamos.
The Punisher se prohibió en varios países y el gobierno alemán lo introdujo en un listado de su agencia federal para la protección de los niños y los jóvenes en los medios. En Norteamérica, la ESRB planteó ponerle el sello "solo para adultos" (lo que habría evitado su publicación en consolas), pero Volition accedió a mostrar las escenas de tortura en blanco y negro. En Reino Unido, la cámara se distancia durante estas ejecuciones y se muestran muy brillantes para evitar mostrar los detalles.
Más allá de la violencia, la mecánica de los interrogatorios tenía su intríngulis. Además de que al matar a un inocente el nivel se reiniciaba, se motivaba a evitar que los interrogados muriesen con un sistema de puntos. Estos se utilizan para mejorar las habilidades de Frank Castle, para conseguir objetos con los que personalizar su apartamento y para desbloquear modos alternativos para cada una de las fases, lo que contribuye a la rejugabilidad de un título que se puede acabar en menos de seis horas.
Con la aparición de Nick Furia, Daredevil...
La historia también está repleta de momentos sorprendentemente violentos para un videojuego mainstream. Narrada mediante flashbacks durante un interrogatorio policial al protagonista (interpretado, como en la película, por Thomas Jane, conocido por Boogie Nights y La Niebla), aquí no faltaban las masacres, los asesinatos grotescos y las mafias. Tampoco los bandazos argumentales, con bombas nucleares de por medio y la aparición de Nick Furia, Kingpin, Daredevil y hasta un enfrentamiento con un Iron Man de mentirijillas.
Lamentablemente, The Punisher no está disponible en ninguna de las consolas actuales, ni tampoco se puede comprar en las tiendas digitales de PC. Si encontráis una copia para Xbox, es retrocompatible con Xbox 360, pero no con las siguientes máquinas de Microsoft. Como con el excéntrico Masacre de 2013, nos extrañaría mucho que la Marvel de 2025 se acordara de que tiene un legado que no es para todos los públicos, pero sí es muy interesante.