Un GTA en modo mecánico, con supervivencia, mundo abierto y muy retro: La loca propuesta de My Summer Car
My Summer Car es un juego de supervivencia muy original en que creas tu propio coche desde cero y donde todo puede salir terriblemente mal.
Juegos de coches hay muchos. Tienes exponentes arcade al estilo de Need for Speed, pertenecientes a grandes sagas como Gran Turismo o Forza Motorsport, así como videojuegos de simulación tan exigentes como iRacing o Assetto Corsa. Pero lo que os traemos hoy no tiene nada que ver con ellos, más allá de que aquí también manejamos vehículos de cuatro ruedas. Se llama My Summer Car, y se define a sí mismo como "el simulador de coches de supervivencia definitivo", una autodenominación que tiene mucho de humo negro, como comprobaréis ahora mismo.
El videojuego se basa en adquirir, arreglar, tunear y mantener tu propio vehículo. Todo desde cero. Debes arreglártelas con cientos de piezas para construir tu máquina de ensueño (una forma de hablar). Si todo va bien -y los desarrolladores matizan el condicional- podrás empezar a rodar, pero es solo el comienzo de tu odisea. Todo puede volverse en tu contra en cualquier momento: una explosión de motor, que te pongan una multa, que sufras un atropello, que seas tú el atropelle a alguien y al momento tengas a la policía buscándote...
A pesar de los gráficos poco impresionantes de que hace gala (parecen de hace un par de décadas), los usuarios que han probado My Summer Car destacan su extraña capacidad para atraparte: "Si tienes conocimientos de mecánica y te gustan los juegos de supervivencia, aléjate de este juego, porque perderás a tu familia y amigos con todas las horas que le vas a meter". El jugador de Steam que dice tiene más de 500 horas registradas, y ejemplifica bastante bien por qué un juego tan poco atractivo (a menos a primera vista) esté captando tanta atención.
El juego se desarrolla en un entorno de mundo abierto, y tienes a tu disposición un montón de posibilidades. Puedes escapar de la policía, o no. Ver una competición de rally mientras disfrutas de una barbacoa. Quedarte en tu casa jugando a una versión del clásico Frogger en tu PC de 33Mhz. Ponerte a trabajar como repartidor, agricultor, leñador... También hacer apuestas, participar en competiciones, hacer fotos o irle enseñando el dedo a todo el mundo que te encuentres.
El juego no se toma en serio a sí mismo, pero tiene aspectos que lo hacen único. La simulación del motor y del sistema de conducción cuenta con cierto grado de detalle, al igual que todo lo que tiene que ver con las piezas de los coches que montamos. También está el tema de que es un juego de supervivencia en mundo abierto, y como tal debemos comer, descansar, hacer nuestras necesidades (sí, también) y ganar dinero. Debes pasar la inspección de tu bólido, y tenemos muerte permanente.
Todo se desarrolla en el marco del festival veraniego finlandés de 1990, donde el alcohol impera a sus anchas (tienes un medidor para controlarte). Esto también explica la ambientación del juego, además de todo lo concerniente al apartado audiovisual. Su aspecto es de lo más retro, pero con un montón de características que lo convierten en un simulador de lo más carismático.
My Summer Car está desarrollado por apenas un par de personas, las que conforman la finlandesa Amistech Games, y ha estado en producción desde 2013, con una versión early access posterior. Actualmente cuenta con más de 70.000 reseñas, con un 94% de críticas positivas. En otras palabras, ha sido un éxito rotundo, más si contamos que es el primer indie de este estudio y que su presupuesto ha sido más bien escaso.
Juegos de coches hay muchos. Tienes exponentes arcade al estilo de Need for Speed, pertenecientes a grandes sagas como Gran Turismo o Forza Motorsport, así como videojuegos de simulación tan exigentes como iRacing o Assetto Corsa. Pero lo que os traemos hoy no tiene nada que ver con ellos, más allá de que aquí también manejamos vehículos de cuatro ruedas. Se llama My Summer Car, y se define a sí mismo como "el simulador de coches de supervivencia definitivo", una autodenominación que tiene mucho de humo negro, como comprobaréis ahora mismo.
El videojuego se basa en adquirir, arreglar, tunear y mantener tu propio vehículo. Todo desde cero. Debes arreglártelas con cientos de piezas para construir tu máquina de ensueño (una forma de hablar). Si todo va bien -y los desarrolladores matizan el condicional- podrás empezar a rodar, pero es solo el comienzo de tu odisea. Todo puede volverse en tu contra en cualquier momento: una explosión de motor, que te pongan una multa, que sufras un atropello, que seas tú el atropelle a alguien y al momento tengas a la policía buscándote...
Supervivencia con coches, alcohol y mucha fiesta
A pesar de los gráficos poco impresionantes de que hace gala (parecen de hace un par de décadas), los usuarios que han probado My Summer Car destacan su extraña capacidad para atraparte: "Si tienes conocimientos de mecánica y te gustan los juegos de supervivencia, aléjate de este juego, porque perderás a tu familia y amigos con todas las horas que le vas a meter". El jugador de Steam que dice tiene más de 500 horas registradas, y ejemplifica bastante bien por qué un juego tan poco atractivo (a menos a primera vista) esté captando tanta atención.
El juego se desarrolla en un entorno de mundo abierto, y tienes a tu disposición un montón de posibilidades. Puedes escapar de la policía, o no. Ver una competición de rally mientras disfrutas de una barbacoa. Quedarte en tu casa jugando a una versión del clásico Frogger en tu PC de 33Mhz. Ponerte a trabajar como repartidor, agricultor, leñador... También hacer apuestas, participar en competiciones, hacer fotos o irle enseñando el dedo a todo el mundo que te encuentres.
El juego no se toma en serio a sí mismo, pero tiene aspectos que lo hacen único. La simulación del motor y del sistema de conducción cuenta con cierto grado de detalle, al igual que todo lo que tiene que ver con las piezas de los coches que montamos. También está el tema de que es un juego de supervivencia en mundo abierto, y como tal debemos comer, descansar, hacer nuestras necesidades (sí, también) y ganar dinero. Debes pasar la inspección de tu bólido, y tenemos muerte permanente.
Todo se desarrolla en el marco del festival veraniego finlandés de 1990, donde el alcohol impera a sus anchas (tienes un medidor para controlarte). Esto también explica la ambientación del juego, además de todo lo concerniente al apartado audiovisual. Su aspecto es de lo más retro, pero con un montón de características que lo convierten en un simulador de lo más carismático.
My Summer Car está desarrollado por apenas un par de personas, las que conforman la finlandesa Amistech Games, y ha estado en producción desde 2013, con una versión early access posterior. Actualmente cuenta con más de 70.000 reseñas, con un 94% de críticas positivas. En otras palabras, ha sido un éxito rotundo, más si contamos que es el primer indie de este estudio y que su presupuesto ha sido más bien escaso.