20 años de Resident Evil 4, el juego que cambió para siempre la saga de Capcom
RE4 realizó un giro hacia la acción con una novedosa cámara que revolucionó la serie survival horror e inspiró a otros juegos.
El 11 de enero de 2005 aparecía Resident Evil 4 como una exclusiva temporal para Nintendo Gamecube. El videojuego se convirtió en una de las sensaciones del momento, tanto por su espectacular apartado gráfico como por el cambio de paradigma dentro de la propia saga de Capcom. La nueva perspectiva, con el uso de la tercera persona y la cámara por encima del hombro (que se popularizó en muchos otros títulos) marcó un punto de inflexión que además nos dio una de las aventuras de acción mejor recordadas de la historia.
El desarrollo de Resident Evil 4 fue uno de los más curiosos en la compañía japonesa. Tuvo varias versiones, una de las cuales estuvo a cargo de Hideki Kamiya, la cual acabó convirtiéndose en Devil May Cry. Otra versión con algunas partes en primera persona llegó a estar bastante avanzada, pero nunca ocurrió. Existió otra versión que metía a Leon en una especie de mansión encantada, con fenómenos paranormales. No tenía mucho que ver con lo que fue finalmente RE4, pero ofrecía características como la vista en tercera persona, el sistema de apuntado o los eventos quick time.
Fue entonces cuando Shinji Mikami (creador de la saga y director de esta entrega) se puso al mando para realizar algo completamente diferente con respecto a los anteriores videojuegos. Comentaba que el equipo estaba aburrido de hacer siempre lo mismo, así que planteó la idea de abandonar el esquema de cámaras de pasadas entregas. El propio equipo sintió que era bastante arriesgado, principalmente por el giro hacia la acción -algo criticado sobre todo en RE5 y RE6- pero hay que reconocer que acabó dando muy buenos resultados.
Resident Evil 4 proponía una historia que se salía de lo habitual en la serie. Nos poníamos en el lugar de Leon S. Kennedy en una misión por rescatar a la hija del presidente de EEUU: Ashley Graham. El escenario era una España rural imaginada por Capcom, con una secta religiosa y un virus que controla a la población. No dejaba de ser un Resident Evil, pero el cambio de registro era tan potente que los clásicos zombis se dejaron de lado, dando lugar a enemigos espeluznantes, como ese extraño hombre con un saco en la cabeza que nos ataca con una motosierra durante los primeros compases del juego.
A pesar del giro hacia la acción, no dejaba de ser un survival horror, pero con otro enfoque. Podías verte asediado y acorralado, las balas terminaban por agotarse en algún momento, y seguía teniendo los puzles tan icónicos de la serie. Tampoco faltaba la importante acción de curarte, y se hizo popular la figura del buhonero, un perturbador mercader que aparecía en algunos momentos de la aventura para proporcionarte todo tipo de armamento, el cual podías equipar según un esquema de inventario por cuadrícula (un clásico en la franquicia).
Era un juego más complejo, también por los enemigos, que podían esquivar, llevar armas e incluso comunicarse entre ellos, así como experimentar grotescas transformaciones. Los jefes también evolucionaban con la nueva perspectiva, ofreciendo una mayor espectacularidad. Un enfrentamiento en barca con un enorme monstruo en un lago, un gigante que podía dejarte tambaleando de un puñetazo... Las Plagas causaron furor en esta entrega, activando la imaginación de los diseñadores, que nos dieron momentos memorables.
Resident Evil 4 vendió más de 12 millones de unidades y se ha convertido en uno de los videojuegos más exitosos de Capcom. Apareció en una infinidad de sistemas, desde PlayStation 2 y Wii, pasando por versiones para PC, iOS, Android, Nintendo Switch y Oculus Quest. Su legado es inmenso, principalmente por su perspectiva en tercera persona con la cámara por encima del hombro, que se convirtió en norma con juegos como Gears of War y Dead Space, siendo este último también heredero del sistema de apuntado con mirilla.
Recientemente hemos tenido Resident Evil 4 Remake, el cual modernizaba las claves originales (gráficos, narrativa y controles) para convertirse en otro gran éxito. Tal y como dijimos en nuestro análisis, realizaba un equilibrio perfecto entre lo nuevo y lo viejo, con combates y tiroteos gratificantes, además del rediseño de jefes y un ritmo impecable. Y tú, ¿llegaste a jugar al clásico o lo descubriste ya con el remake? Rememora con nosotros en los comentarios estos 20 años de uno de los mejores videojuegos de la historia.
El 11 de enero de 2005 aparecía Resident Evil 4 como una exclusiva temporal para Nintendo Gamecube. El videojuego se convirtió en una de las sensaciones del momento, tanto por su espectacular apartado gráfico como por el cambio de paradigma dentro de la propia saga de Capcom. La nueva perspectiva, con el uso de la tercera persona y la cámara por encima del hombro (que se popularizó en muchos otros títulos) marcó un punto de inflexión que además nos dio una de las aventuras de acción mejor recordadas de la historia.
El desarrollo de Resident Evil 4 fue uno de los más curiosos en la compañía japonesa. Tuvo varias versiones, una de las cuales estuvo a cargo de Hideki Kamiya, la cual acabó convirtiéndose en Devil May Cry. Otra versión con algunas partes en primera persona llegó a estar bastante avanzada, pero nunca ocurrió. Existió otra versión que metía a Leon en una especie de mansión encantada, con fenómenos paranormales. No tenía mucho que ver con lo que fue finalmente RE4, pero ofrecía características como la vista en tercera persona, el sistema de apuntado o los eventos quick time.
RE4, el juego que revolucionó la saga Resident Evil
Fue entonces cuando Shinji Mikami (creador de la saga y director de esta entrega) se puso al mando para realizar algo completamente diferente con respecto a los anteriores videojuegos. Comentaba que el equipo estaba aburrido de hacer siempre lo mismo, así que planteó la idea de abandonar el esquema de cámaras de pasadas entregas. El propio equipo sintió que era bastante arriesgado, principalmente por el giro hacia la acción -algo criticado sobre todo en RE5 y RE6- pero hay que reconocer que acabó dando muy buenos resultados.
Resident Evil 4 proponía una historia que se salía de lo habitual en la serie. Nos poníamos en el lugar de Leon S. Kennedy en una misión por rescatar a la hija del presidente de EEUU: Ashley Graham. El escenario era una España rural imaginada por Capcom, con una secta religiosa y un virus que controla a la población. No dejaba de ser un Resident Evil, pero el cambio de registro era tan potente que los clásicos zombis se dejaron de lado, dando lugar a enemigos espeluznantes, como ese extraño hombre con un saco en la cabeza que nos ataca con una motosierra durante los primeros compases del juego.
A pesar del giro hacia la acción, no dejaba de ser un survival horror, pero con otro enfoque. Podías verte asediado y acorralado, las balas terminaban por agotarse en algún momento, y seguía teniendo los puzles tan icónicos de la serie. Tampoco faltaba la importante acción de curarte, y se hizo popular la figura del buhonero, un perturbador mercader que aparecía en algunos momentos de la aventura para proporcionarte todo tipo de armamento, el cual podías equipar según un esquema de inventario por cuadrícula (un clásico en la franquicia).
Era un juego más complejo, también por los enemigos, que podían esquivar, llevar armas e incluso comunicarse entre ellos, así como experimentar grotescas transformaciones. Los jefes también evolucionaban con la nueva perspectiva, ofreciendo una mayor espectacularidad. Un enfrentamiento en barca con un enorme monstruo en un lago, un gigante que podía dejarte tambaleando de un puñetazo... Las Plagas causaron furor en esta entrega, activando la imaginación de los diseñadores, que nos dieron momentos memorables.
Resident Evil 4 vendió más de 12 millones de unidades y se ha convertido en uno de los videojuegos más exitosos de Capcom. Apareció en una infinidad de sistemas, desde PlayStation 2 y Wii, pasando por versiones para PC, iOS, Android, Nintendo Switch y Oculus Quest. Su legado es inmenso, principalmente por su perspectiva en tercera persona con la cámara por encima del hombro, que se convirtió en norma con juegos como Gears of War y Dead Space, siendo este último también heredero del sistema de apuntado con mirilla.
Recientemente hemos tenido Resident Evil 4 Remake, el cual modernizaba las claves originales (gráficos, narrativa y controles) para convertirse en otro gran éxito. Tal y como dijimos en nuestro análisis, realizaba un equilibrio perfecto entre lo nuevo y lo viejo, con combates y tiroteos gratificantes, además del rediseño de jefes y un ritmo impecable. Y tú, ¿llegaste a jugar al clásico o lo descubriste ya con el remake? Rememora con nosotros en los comentarios estos 20 años de uno de los mejores videojuegos de la historia.